Chile - Por una Nueva Central de Trabajadores

Posted by Nuestra publicación: on viernes, febrero 19, 2010

Los trabajadores deben construir su propia organización, independiente y autónoma. Como lo fue la CUT de Clotario, la Central Única que en su declaración de principios llamaba a terminar con el capitalismo y sus lacras.
Manuel Ahumada
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Pusimos el dedo en la llaga cuando hablamos de Honduras y de otros temas que interesadamente se silencian. Lo que no esperaba era las llamadas al programa de radio y a la sede social para poner otros 2 temas que han sido interesadamente sepultados o distorsionados. Y como fueron pedidos aquí los comentamos.
A principios de Enero de este año fue detenido el sacerdote Ricardo Muñoz y procesado por pedofilia y abuso de menores. No es el primero y seguramente no será el último caso, lo que llama la atención es el silencio que se apoderó de este caso luego de su breve aparición en los medios. Preocupa el silencio de la Iglesia, que no es tal cuando se llama a los trabajadores que protestan a deponer sus movilizaciones, o cuando reclaman contra la píldora del día después o expresan su rechazo a las actividades de las organizaciones homosexuales.
Ya sucedió con el superior de los legionarios de Cristo, con varios obispos norteamericanos y de otras nacionalidades y la situación será siempre la misma. Cuando no pueden silenciar o desviar la atención, explota el caso un par de días en primera plana y luego desaparece. No se dará a esa terrible noticia el mismo espacio que por estos días recibe el gabinete de Piñera o la vuelta de carnero de Ravinet.
El segundo hecho es más doloroso y tiene como protagonistas a 10 chilenos de pueblo, varios de ellos niños, quienes perdieron la vida al naufragar la embarcación en que se movilizaban en el Canal de Chacao. Hoy casi ni se recuerda, así como se echó tierra a las críticas por el lento y deficiente rol jugado por la Armada en este caso.
Cuanta diferencia queda al descubierto si lo comparamos con el caso del fallecimiento de la esposa de un general en Haití. Hecho doloroso por cierto, pues se trató de una vida humana, lo mismo que las de Chacao. Solo que en este último caso no se ha despachado con emotivas ceremonias a grupos de búsqueda, ni se les ha dicho que no retornen si es que no rescatan los cuerpos, ni aparecen ministros preocupados especialmente de dar instrucciones para que las búsquedas sean fructíferas.
Los 2 casos tienen un elemento común. Dejan al descubierto el rol que juegan los medios de comunicación, como manipulan lo que están entregando a quienes los sintonizan o leen. Podrá haber algo distinto en la línea editorial pero en lo sustantivo juegan el mismo rol.
Entregar a la población lo que ellos con sus códigos han definido que es importante.
Y ojo que esto no es propiedad solo de la prensa del sistema. De ahí que es urgente buscar el instrumento que ponga término a esta inequidad.
Se vienen nuevas peleas y luchas por nuestras demandas. La llegada de un nuevo ministro del Trabajo en absoluto es muestra de que las cosas serán distintas para los trabajadores. Por eso llama la atención leer por ahí, que varios sindicalistas anuncian una ofensiva contra el nuevo gobierno si no se respetan los derechos laborales. Como si durante estos 20 años de Concertación hubiésemos estado en inmejorable situación.
Ahora se van a poner pantalones largos los mismos que dijeron que estaba casi todo hecho. Ahora salen diciendo que si antes no se luchó tanto, es porque muchos dirigentes sociales y sindicales tenían su corazoncito con la Concertación y que por eso dejaron pasar abusos y arbitrariedades.
Ahora resulta que nuestra criticas eran justas, que no era que nos cayera mal una Central determinada sino que la denuncia de su actuar vacilante era lo que correspondía hacer.
Pero los mismos que se entregaron al sistema ahora pretender erigirse como los representantes de los trabajadores, ignorando que es por su actuar vacilante y acomodaticio que muchos miles no creen en la organización y perciben que luchar no entregará resultados.
La cuestión para nosotros ha estado siempre clara. El sindicalismo se debate en un estado calamitoso cuando no de crisis terminal. Las formas de gestión se alejaron completamente de los trabajadores. Ya no son estos los actores, sino que una suerte de marionetas que esperan silentes hasta que el titiritero resuelve lo que deben o no deben hacer.
El asunto, entonces, es ayudar a que los trabajadores pierdan el pesimismo, a que entiendan que ni con 20 bonos de 40 lucas lograrán satisfacerse sus aspiraciones de tantos años. Hay que reforzar en los explotados la educación en sus derechos, solo así pelearan por ellos.
Los trabajadores quieren una jornada diaria digna, sueldos justos para vivir dignamente junto a su familia, pago regular de las remuneraciones, finiquitos al momento y sin descuento por el seguro de cesantía, uniformes, locomoción y colación. Con estos elementos como piso se debe estructurar el petitorio que encabece la lucha de la clase.
No hay que seguir el discurso de quienes fueron serviles al sistema y pusieron freno a las demandas laborales, con el cantito de “avanzar en la medida de lo posible”. Hay que construir una demanda irrenunciable y luchar por ella. Si en el camino nos pillamos con las centrales que existen, bien pelearemos juntos, pero que ni por un momento piensen que los trabajadores les van a esperar para iniciar su preparación para la lucha.Ya demostraron que no son la respuesta a las exigencias de los explotados y estos sabrán, mas temprano que tarde, superarles y dejarles solo como un mal recuerdo.
Los trabajadores deben construir su propia organización, independiente y autónoma. Como lo fue la CUT de Clotario, la Central Única que en su declaración de principios llamaba a terminar con el capitalismo y sus lacras. En el 57 aniversario de la CUT, constituida un 12 de Febrero de 1953, el llamado es a poner la lucha de los trabajadores por delante, renunciando a todo interés particular. Los trabajadores chilenos necesitamos recrear una Central Única, en la que tengan representación todas las organizaciones con bases reales.
En esta Central Única tendrán su espacio militantes y no militantes, los clasistas y aquellos que no viendo la lucha del explotado contra el explotador como la contradicción fundamental, exigen cambio en las condiciones de vida de los trabajadores.
En la nueva Central cada organización valdrá por lo que cotiza regularmente y no existirá otro mecanismo de control que la cotización mes a mes.
En la Central que vendrá los trabajadores tendrán el pleno derecho, la obligación, de elegir a sus representantes. Un trabajador un voto, será el principio rector de esta Institución.
Lo que esta claro es que esta nueva Central no será pro empresarios ni pro gobierno, será pro trabajadores, y estos entenderán que no necesitan estar separados por partidos que les prometen este mundo y el otro si los votan.
Ellos aprenderán a creer en si mismos, como clase explotada que son.