Honduras: Maniobras, Fraude y derrota electoral
Honduras - ¡Abajo la Ley de Educación Superior! ¡Defendamos el rol de la UNAH y fortalezcamos su autonomía!
4 Años después: ¿A dónde va Honduras?
Paremos los asesinatos en Honduras

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Han transcurrido más de de 15 días desde el asesinato de JOSÉ MANUEL FLORES ARGUIJO, y la Policía no ha brindado ninguna declaración, ni ha proporcionado dato alguno sobre los asesinos materiales e intelectuales.Estos crímenes selectivos son ejecutados en medio de las lucha de la Resistencia, así como del alza en la lucha campesina por la tierra en la zona del Bajo Aguan.
Honduras - ¡¡ASESINARON AL CAMARADA JOSE MANUEL FLORES ARGUIJO!!

Hoy, a las 4,15 pm del 23 de marzo del año 2010, en el Instituto San José del Pedregal, en Tegucigalpa, Honduras, fue asesinado nuestro camarada José Manuel Flores Arguijo, reconocido dirigente gremial del magisterio, miembro fundador del Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), miembro del Consejo de Redacción del periódico mensual EL SOCIALISTA CENTROAMERICANO, y también delegado ante el Secretariado Centroamericano (SECA) del PSOCA.
Tres encapuchados lo mataron a traición, mientras el cumplía con su labor de profesor consejero del Instituto San José del Pedregal. José Manuel Flores Arguijo en el año 1999 ocupó el cargo de Fiscal de la Junta Directiva Central del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), el más importante sindicato magisterial de Honduras. Era muy conocido el gremio magisterial y entre la izquierda hondureña.
Su cobarde asesinato se enmarca en una campaña de crímenes selectivos contra dirigentes sindicales y populares agrupados en el Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado. La ola de violencia y descomposición social del capitalismo hondureño está utilizada como cortina de humo por las fuerzas tenebrosas de la contrarrevolución para segar la vida de conocidos y respetados dirigentes sindicales y de izquierda.
El asesinato del camarada José Manuel Flores Arguijo se enmarca en la campaña de atemorizamiento del gobierno ilegitimo de Porfirio Lobo, para atacar la más importante conquista del magisterio hondureño, como es el Estatuto Docente, y atacar también a los trabajadores universitarios, agrupados en SITRAUNAH y ADEUNAH, que luchan por contra la crisis de la universidad, por mejores condiciones salariales y de trabajo.
Han seguido la vida de nuestro camarada José Manuel Flores Arguijo pero sus asesinos no nos atemorizaran. Tenemos un firme e indoblegable compromiso con la lucha de los trabajadores, por la reunificación socialista de la patria centroamericana, y su cobarde asesinato, aunque nos duele, nos obliga a seguir adelante, con su ejemplo y tenacidad.
El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) expresa sus condolencias a su familia, esposa e hijos, y llama a la izquierda de Honduras, a los sindicatos y organizaciones sindicales de Centroamérica, Latinoamérica y el mundo, a condenar este tipo de asesinato selectivo, a exigirle al gobierno de Porfirio Lobo el esclarecimiento de este asesinato, y de todos los otros ocurridos en el periodo reciente, castigando a los culpables.
Llamamos a todos los partidos y organizaciones de izquierda a enviar mensajes de repudio al ilegitimo presidente Porfirio Lobo, exigiendo el esclarecimiento de los hechos y el castigo a los culpables.
Con el dolor que desgarra nuestros corazones, gritamos: Camarada José Manuel Flores Arguijo hasta la reunificación socialista de Centroamérica, siempre!!!
Honduras : Elecciones golpistas fraudulentas

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El origen y las políticas de Zelaya se reflejaron en su posición con respecto a la resistencia popular contra el golpe de Estado. Inmediatamente después del golpe de Estado, se iniciaron las protestas de masas, incluyendo una huelga general, coordinadas por el "Frente de Resistencia Nacional contra el golpe de Estado en Honduras". La resistencia llegó a su apogeo cuando Zelaya logró pasar el bloque militar e ingresar en el país el 21 de septiembre, se refugiandose en la Embajada de Brasil.
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Honduras: ¡Sólo las Masas Hondureñas Pueden Derrumbar al Golpe Militar!

Los golpes no son cosa del pasado, hay que estar preparados
Artículo de la 7ma edición de La Chispa , periódico de Alternativa Socialista Revolucionaria (CIT-Bolivia)
Meses ya han pasado desde la noche del 28 de junio cuando el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, fue secuestrado y deportado en un golpe militar organizado y apoyado por los partidos de la derecha, el poder judicial y la iglesia católica del país.
Sólo diez familias en Honduras controlan el 90% de la economía, mientras 59% de la población vive con menos de $2/día. Zelaya, originalmente del partido liberal (¡que apoya el golpe!), enojó a estos capitalistas y a los políticos derechistas cuando, bajó la presión de las masas empobrecidas, empezó a girar hacia la izquierda en el 2007.
Aumentó el salario mínimo y comenzó a adoptar una posición más cercana al presidente Hugo Chávez de Venezuela. Quería entrar en
A pesar de las protestas constantes, numerosas rondas de diálogo y la condenación general de todas las organizaciones internacionales, el gobierno golpista encabezado por el presidente del Congreso, Roberto Micheletti, se mantiene.
ASR en Bolivia y el CIT a nivel mundial rechaza totalmente la dictadura y se solidariza con el pueblo hondureño, en particular, con los miles de trabajadores, campesinos y jóvenes revolucionarios que han luchado en contra de la dictadura, sufriendo la represión brutal y hasta la muerte en varios casos.
Sin embargo, queda claro que simples protestas y condenaciones internacionales no son suficientes para derrumbar a la dictadura de Micheletti. La clase trabajadora junto con los campesinos rurales necesitan hacer una huelga general y bloqueos para parar la economía hondureña y atacar a los capitalistas donde más les duele, en sus bolsillos.
Los movimientos sociales deben exigir la restauración inmediata del presidente Zelaya pero no debe limitarse a su programa liberal. Después de derrumbar la dictadura, se debe luchar por la convocación de una Asamblea Constituyente Revolucionaria, constituida por representantes de los movimientos sociales, los sindicatos, organizaciones de campesinos y otros sectores de la izquierda para escribir una nueva constitución y avanzar la lucha por un sistema verdaderamente democrático, anti-capitalista y socialista.
Al mismo tiempo, los movimientos sociales en Bolivia y toda América Latina deben sacar las lecciones del golpe y verlo como un gran aviso: los golpes militares no son una cosa del pasado sino de la clase capitalista desesperada por mantener su control y privilegio económico. Si caímos en el sueño bonito pero utópico e imposible de la “revolución pacífica y democrática”, eventualmente caeremos bajo el mando de un golpe militar. Todas las luchas del pasado, especialmente en Bolivia y América Latina nos enseñan esto.
Por eso, mientras somos la gran mayoría y tenemos el poder, debemos aplastar a la oposición neoliberal, derrumbar el capitalismo y construir el socialismo. Si no lo hacemos, tarde o temprano el balance de fuerza cambiará y cuando los capitalistas tengan el poder, no esperarán ni un segundo para aplastar a los movimientos y recuperar su control político. De una cosa se puede estar seguro: no lo harán de una manera “pacífica y democrática”.
Parlamento Europeo – Solidaridad de Joe Higgins con el Pueblo de Honduras
LA IGNORANCIA DEL YANKY Y LA PALABRA IDIOTA

El representante del gobierno de Estados Unidos declaró ante el regreso de Zelaya a Honduras, eso era una medida irresponsable e idiota. Lo anterior demuestra la prepotencia y la ignorancia del yanky. En esta ocasión nos permitimos hacer dos precisiones necesarias sobre la palabra idiota.
SOCIALISMO REVOLUCIONARIO México
Honduras: Continúa la lucha contra el golpe de Estado


Marcus Kollbrunner,
Comité por una Internacional de Trabajadores
Septiembre 23, 2009
Con el regreso de Zelaya, que se ha refugiado en la embajada brasileña, aumentó de nuevo la movilización contra el golpe de Estado, pero también la represión, con estado de sitio, toque de queda y activistas asesinados.
El golpe de Estado contra el gobierno de Manuel Zelaya de Honduras el 28 de julio es una señal de advertencia a los trabajadores del continente. En un contexto de crisis, la élite de Honduras no estaba dispuesta a aceptar incluso las limitadas reformas de Zelaya. Desde entonces, un Frente Nacional contra el golpe de Estado ha organizado la lucha diaria que enfrenta la represión del régimen del golpe de Estado.
Honduras, las fuerzas del Ejército en una acción coordinada con los líderes políticos más reaccionarios del Congreso y del poder judicial, rompió las reglas de su propio régimen democrático burgués en el país y en la noche del 28/06, secuestró y deportó al presidente Manuel Zelaya, elegido en 2005 para un mandato hasta el 2010. El mismo día, nombró al presidente del Congreso, Roberto Micheletti, como el nuevo presidente.
La oposición militar y de derecha a Zelaya dio el golpe en el día en que estaba prevista un referéndum informal sobre la posibilidad de que, junto con las elecciones generales de noviembre, tuviera lugar un referéndum sobre la convocatoria de una Asamblea Constituyente en el país.
El golpe de Estado en Honduras refleja los intereses de la clase dominante y las elites políticas tenían miedo de perder el control sobre las acciones de Zelaya en el último período y su separación de las élites políticas y económicas más conservadoras. Sólo 10 familias controlan 90% de la economía del país, incluidos los medios de comunicación, la agroindustria, etc.
Manuel Zelaya fue elegido por el Partido Liberal, pero a partir de 2007 comenzó a adoptar una postura más cercana al presidente venezolano Chávez, llamando a la adhesión oficial de su país al ALBA,
Entre las medidas aplicadas Zelaya que desagradaron a la élite del país estan un aumento del salario mínimo y una reducción en los precios del combustible, en alianza con el Petrocaribe (a través del cual el gobierno venezolano vende petróleo a precio reducido para el Caribe y América Central) .
Elite asociados con el imperialismo
Independientemente del carácter del gobierno de Zelaya, que sigue siendo un gobierno burgués, el golpe es un grave ataque a los trabajadores y a la mayoría de la gente en un país con más del 50% de la población por debajo de la línea de pobreza y una élite.
Ante la imposibilidad de que incluso los recursos del imperialismo EE.UU. apoyen abiertamente el nuevo gobierno de facto - con Obama manteniendo una actitud vacilante y dudosa, pero sin reconocer a Micheletti como presidente - los golpistas tratan de mantener las elecciones del 29 de noviembre, sin el referéndum sobre
La táctica de Zelaya ha estado apostando al aislamiento diplomático del gobierno de Honduras, en paralelo con la movilización de protesta en el país.
Nosotros, al mismo tiempo, que exigimos una posición clara de todas las autoridades, gobiernos y organizaciones internacionales en el rechazo del golpe de estado, no alentamos ninguna ilusión en las credenciales democráticas de organizaciones como
El gobierno de Obama, por ejemplo, no reconoce al gobierno de Micheletti, pero se niega a decir que lo que sucedió fue un golpe militar. Según la ley de EE.UU., si es un golpe de Estado militar el gobierno tendría que reducir todas las formas de ayuda económica. El gobierno también dice que Obama no reconoce las elecciones, “en este momento”. Hace presión para una solución negociada. Pero la propuesta de mediación de Arias, Presidente de Costa Rica, incluye no llamar a un referendo sobre una asamblea constituyente, es decir, mantener la estructura social de la élite del país.
Primer golpe revertido pacificamente?
Zelaya siempre hace hincapié en que las protestas deben ser pacíficas, lo que es una forma de mantener el control y poner las protestas en el servicio de las negociaciones diplomáticas. "Nunca se revirtió un golpe de Estado en la historia del mundo de modo pacífico, esta será la primera", dice Zelaya, según
Hay una contradicción incorporada en el movimiento al tratar de conciliar los sectores de izquierda con la izquierda liberal de Zelaya. La gran masa de trabajadores quiere defender sus derechos democráticos y logarar nuevas medidas para mejorar la situación de los pobres del país. En algún momento esto va a chocar con la línea de Zelaya, que no ve las manifestaciones como una forma de movilizar para cambiar las estructuras de la sociedad.
Según BBC Brasil, Zelaya dice que su gobierno tiene una fuente de inspiración mucho más en Lula, que en Hugo Chávez. "En Honduras, hay un liberalismo social. No un socialismo ... Sí, tenemos mucha afinidad con Chávez, con el amor que tiene por América Latina. Pero el pueblo hondureño sólo debe solidaridad con Chávez, por el apoyo que nos dio en el sector de la energía y en la salud ".
Hasta ahora Zelaya no ha llegado a acuerdos con la élite, ya que no esta no cede en el problema más inmediato - la restauración del gobierno derrocado por el golpe de Estado.
Las elecciones serán un punto de inflexión. Es seguro que se producirá una mayor radicalización del movimiento. Pero ¿cuál es la mejor táctica? La participación en las elecciones o boicot? Está claro que una elección en las actuales condiciones no será democrática. ¿Quién controla la elección es el poder judicial y el ejército, los mismos sectores que depusieron a Zelaya. Hay que plantear que las elecciones deben realizarse bajo el control de los movimientos, y se debe elegir a un parlamento con poderes constituyentes, para cambiar la estructura de poder del país.
El Frente Nacional contra el golpe de Estado decidió en su Asamblea Nacional del 06 de septiembre que no reconoce las elecciones organizadas por los golpistas.
Pero en una situación donde el movimiento pierde aliento, es posible que gran parte de la clase trabajadora decida votar por un candidato anti-golpe de Estado (hay dos candidatos que se han declarado contra el golpe, y cuatro a favor.) Si no hay un boicot masivo de las elecciones, lo más probable es que la mayoría de los gobiernos, especialmente los Estados Unidos, finalmente reconozcan al nuevo gobierno.
Mantenerse a la cabeza de la lucha
El Frente también decidió mantenerse organizados bajo el nombre de “Frente Nacional de Resistencia Popular” y desencadenar la lucha por
Para los trabajadores y el pueblo hondureño es esencial profundizar la adopción de métodos de lucha de la clase obrera, la huelga general, movilizaciones de masas y la organización democrática en la base, incluyendo la defensa, atrayendo a todos los demás sectores de los pobres y oprimidos, para frustrar de raíz todo intento de inflexión política autoritaria y reaccionaria en el país.
Hay que trabajar para la acción para que el golpe de estado se traduzca en una mayor radicalización de la lucha de los trabajadores, más allá de las reformas moderadas del gobierno de Zelaya, superando los límites del sistema político burgués y avanzando en dirección de un sistema verdaderamente democrático, anti-capitalista y socialista.
Internacional: Parar el golpe de Estado en Honduras

Declaración de la corriente LSR - Libertad, Socialismo y Revolución,
Sección Brasileña del Comité por una Internacional de Trabajadores - CIT
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En el momento de escribir esta declaración, miles de hondureños están tomando las calles de Tegucigalpa y otras ciudades del país y ha estallado una huelga general en protesta contra el golpe de Estado contra el Presidente depuesto Manuel Zelaya de Honduras.
La corriente LSR - Libertad, Socialismo y Revolución, expresa su incondicional solidaridad con los manifestantes que desafían el toque de queda y la represión ordenada por el nuevo gobierno golpista, y pide a todos los trabajadores brasileños y de sus organizaciones expresar su fuerte repudio al ataque a los derechos democráticos de los trabajadores y el pueblo de Honduras.
Fuerzas del ejército hondureño en una acción coordinada con los líderes políticos más reaccionarios del Congreso y el poder judicial, rompieron las reglas del régimen democrático burgués en el país, el domingo por la noche (28/06), secuestrando al Presidente Manuel Zelaya, elegido en 2005 por un mandato hasta el 2010 y lo deportaron a San José en Costa Rica. Los mismos dirigentes reaccionarios no perdieron tiempo y, el domingo, alegando que había renunciado Zelaya, acordaron nombrar al Presidente del Congreso, Roberto Micheletti, como nuevo presidente del país. Presidente Zelaya, quien se fue de Costa Rica a Managua, Nicaragua, niega haber dimitido y acusó al ejército de haber ametrallado su residencia y haberlo tomado por la fuerza y expulsado del país.
El golpe de Estado en Honduras refleja los intereses de la clase dominante y la élite política que teme la pérdida de control sobre las acciones de Zelaya en el último período y su distancia de la agenda política y económica de las élites más conservadoras.
Manuel Zelaya fue elegido por el Partido Liberal, pero a partir de 2007, adoptó una postura de acercamiento con el gobierno venezolano de Hugo Chávez, y pidió la adhesión oficial de su país al ALBA, Alternativa Bolivariana de las Américas. Esta actitud, así como algunas medidas adoptadas por el gobierno no le gustaron a los empresarios, la iglesia y los intereses del imperialismo en Honduras.
El golpe se produjo cuando el gobierno de Zelaya, en grave conflicto con los dirigentes de su propio partido y la oposición de derechas, promovía una consulta popular informal sobre la posibilidad de que, junto con las elecciones generales de noviembre, se llevase a cabo un referéndum sobre la convocación de una Asamblea Constituyente en el país.
Los militares y la oposición de derecha a Zelaya lanzaron el golpe para evitar precisamente esta consulta popular que tendría lugar el domingo 28/06. En el marco de una profunda crisis económica y de inestabilidad política, el gobierno de Zelaya, fue presionado a encontrar una base social de apoyo entre los sectores populares fuera de la línea tradicional de su propio partido y agudizando aún más la feroz disputa con el Partido Nacional de Honduras, tradicional adversario del Partido Liberal en las controversias políticas interburguesas.
Frente a la crisis, Zelaya optó por hacer reformas por arriba antes de que el pueblo las arrancase con mucha más intensidad desde abajo. La ruptura institucional en Honduras es una clara demostración de cómo, en el marco de la crisis estructural del capitalismo y la fragilidad de los sistemas políticos latinoamericanos, incluso pequeñas reformas moderadas y acciones moderadas que contrarían los intereses de las élites políticas y económicas se vuelven intolerables para la clase dominante asociada con el imperialismo en el continente.
Independiente del carácter del gobierno de Zelaya, que sigue siendo un gobierno burgués, el golpe de Estado es un duro ataque a los trabajadores y la mayoría del pueblo en un país con más del 50% de la población por debajo del umbral de pobreza y una élite históricamente reaccionaria asociada con el imperialismo norteamericano. Los soldados que secuestraron a Zelaya fueron entrenados en los métodos típicos de la escuela de golpes de estado patrocinado por el imperialismo estadounidense durante décadas. Honduras fue históricamente utilizada por el imperialismo como base de las operaciones contra cualquier levantamiento antiimperialista en la región, como Cuba y Nicaragua.
Lo qué ocurre hoy en Honduras afecta profundamente al movimiento de la clase obrera y los pueblos del mundo y especialmente en América Latina. Un golpe en el momento en que trabajadores, campesinos, indígenas y jóvenes de diversos países de la región se atreven a levantar la cabeza y en contra de las políticas que ponen sobre sus espaldas el precio de la crisis del capitalismo es un precedente peligrosísimo.
Derrotar el golpe en Honduras e impedir que los mismos métodos sean utilizados en el futuro contra el avance en la lucha de los trabajadores en otros países. Por lo tanto, es una tarea unitaria y prioritaria de los movimientos sociales y, la izquierda consecuente en el continente. Para los trabajadores y el pueblo hondureño es esencial promover la adopción de métodos de lucha de la clase obrera, la huelga general, la movilización masiva y la organización democrática por la base, incluida la autodefensa, atrayendo a todos los demás sectores de la población pobre y oprimida, cortando de raíz la tentativa de inflexión política autoritaria y reaccionaria en el país.
Delante la imposibilidad de que incluso el imperialismo de EE.UU. apoyara el nuevo gobierno golpista - con Obama manteniendo una actitud vacilante y dudosa, pero sin reconocer a Micheletti como presidente - es posible que los golpistas intenten promover una normalización de la situación manteniendo las elecciones de noviembre bajo condiciones especiales, sin el referéndum sobre
Al mismo tiempo exigimos una posición clara de todas las autoridades, gobiernos y organismos internacionales en rechazo al golpe, y no alentamos ninguna ilusión en las credenciales democráticas de organizaciones como
No podemos aceptar ninguna solución para Honduras que no incorpore como una base mínima, la destitución inmediata del gobierno golpista de Micheletti, la restauración del gobierno de Zelaya y el encarcelamiento de aquellos que directa o indirectamente colaboraron con el golpe de Estado.
Esto sólo puede conseguirse de manera efectiva con la movilización de los trabajadores y el pueblo hondureño y la firme solidaridad de los trabajadores de toda América Latina y el mundo.
Tenemos que trabajar para que la acción ción de la lucha de los trabajadores más allá de las reformas moderadas del gobierno de Zelaya, superando los límites del sistema político burgués y avanzando en una dirección verdaderamente democrática, anticapitalista y socialista.
• Todo el apoyo a la resistencia de los trabajadores y el pueblo de Honduras en contra del golpe de Estado!
• Abajo el gobierno golpista de Micheletti! Por el retorno inmediato de Manuel Zelaya! Ningún acuerdo con los golpistas!
• Restablecimiento inmediato de las libertades democráticas y fin a toda la represión!
• Por la organización independiente de los trabajadores y el pueblo de Honduras en su lucha por los derechos democráticos y sociales!
Internacional: Nuestra condena más absoluta en contra del golpe de Estado en Honduras.

Socialismo Revolucionario.
Comité por una Internacional de Trabajadores, CIT.
Toda nuestra solidaridad con los trabajadores y el pueblo hondureño y todos aquellos que hoy están siendo perseguidos y detenidos. Denunciamos la represión que ya esta comenzando en Honduras y exigimos el respeto a la vida de los dirigentes sociales y de las autoridades democráticamente elegidas de este país centroamericano.
La derecha y los sectores más reaccionarios están detrás del golpe militar. La derecha ultrarreaccionaria del Partido Nacional de Honduras (PNH), que controla el Congreso y
El rol de los medios de comunicación
Como siempre los medios de comunicación contrarios al golpe (como los controlados por el gobierno) rápidamente fueron silenciados y los medios de comunicación “privados”, “imparciales” no informan o lo que es peor están intentando hacer creer que no esta pasando nada en el país.
Los medios de comunicación privados que son controlados por los principales grupos económicos y por la derecha, juegan el mismo rol que juegan en todos los países del continente, ocultar y distorsionar la verdad y ser contrarios a la democracia. Una vez más queda demostrado el rol totalmente reaccionario de los medios de comunicación privados, que tienen un claro sesgo ideológico de derecha.
La prueba de la blancura para Obama
Es difícil creer que las Fuerzas Armadas y la derecha política hondureñas actúen sin el beneplácito de Washington, menos en un país tan dependiente de Estados Unidos, de hecho las primeras declaraciones del gobierno de Obama son extremadamente ambiguas y no condenan tan abiertamente el golpe de Estado en Honduras, lo que por lo menos crea muchas dudas sobre la verdadera posición de Estados Unidos y específicamente de Obama sobre las dictaduras de derecha. Por ahora habría que decir que el “progresista” Obama no pasa la prueba de la blancura, en el primer golpe de estado bajo su mandato.
La derecha latinoamericana esta quedando desenmascarada, una vez más
En el futuro inmediato veremos hasta donde las condenas contra el golpe no solo se quedan en el papel y finalmente terminan aceptando la dictadura que se acaba de instalar en Honduras, a la que ahora le esta tratando de dar un barniz institucional la derecha ultraconservadora hondureña. Manuel Zelaya sigue siendo el Presidente de Honduras.
Manuel Zelaya sigue siendo el Presidente de Honduras y si finalmente la comunidad internacional termina aceptando la dictadura encabezada por el golpista Roberto Micheletti, van ha terminar desenmascarándose todos los supuestos “demócratas” del mundo, que finalmente no lo son tanto.