Bernie Sanders y la construcción de una alternativa de izquierda en los Estados Unidos

Posted by Nuestra publicación: on viernes, febrero 26, 2016




La sociedad norteamericana está siendo sacudida por un verdadero terremoto político. La elección presidencial de Estados Unidos, ha visto por primera vez en su historia a un candidato que se dice socialista, tener un masivo apoyo e incluso ganar en importantes estados, en las primarias del Partido Demócrata. Bernie Sanders ha ganado el apoyo de amplios sectores de la clase trabajadora y la juventud, debido a su radical programa en que aboga por una "revolución política" contra la  "clase de multimillonarios", por una Salud y Educación pública gratuita,  por impuesto a los ricos y la división de los grandes bancos, y contra la represión de la comunidad y jóvenes afroamericanos, etc.
Y los bancos sienten la amenaza. Recientemente, el jefe de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, dijo que la campaña de Sanders significa un  "peligroso tiempo."  Ninguno de los candidatos a presidente ha sido capaz de movilizar a más participantes, con concentraciones multitudinarias. Sanders  es el candidato que ha tenido más donaciones en la historia, superando el récord anterior el Obama. Hasta hace algunas semanas  más de 3,5 millones de personas donaron en su campaña, con un promedio de $ 27 dólares ($18700). El no acepta donaciones de empresas, mientras Hillary Clinton recibe millones de grandes corporaciones. La gran contradicción de su campaña  es que habla de una revolución política en contra de los partidos que defienden los intereses de las grandes empresas, mas es candidato por uno de ellos, el Partido Demócrata. El, también anunció que apoyará a Hillary Clinton, si pierde la primaria, a pesar de que la ha denunciado  como representante de los  intereses empresariales.

La radicalización en los EE.UU  y  la alternativa socialista
El apoyo a la campaña de Bernie Sanders se relaciona con una creciente radicalización en los EE.UU., en los últimos años. La profunda crisis económica que comenzó en  2007-2008, el fracaso de Obama para cumplir las promesas que habían generado cierto entusiasmo con el primer presidente negro del país; así como las luchas internacionales, como la primavera árabe en 2011 y el movimiento de los indignados en Europa, impulsó  una  radicalización, especialmente en la juventud. En 2011 vimos el movimiento "Ocupa Wall Street", con ocupaciones en el centro financiero de Nueva York, que se extendieron por todo el país. Ahora, en las encuestas, la mayoría de los jóvenes en Estados Unidos, dicen que prefieren el socialismo sobre el capitalismo.
La frágil recuperación económica ha reducido levemente el desempleo, pero aun así, ha significado que el aumento de los ingresos vaya al 5% más rico. Esto ha dado lugar a una ola de luchas por el aumento del salario mínimo a $ 15 dólares por hora, en que nuestros compañeros de Alternativa Socialista (CIT en EE.UU.) han jugado un rol fundamental, eligiendo a Kshama Sawant como la primera concejal socialista en Seattle.

La profunda crisis económica y social se está expresando en una crisis del bipartidismo, de los partidos tradicionales del sistema, Republicano y Demócrata. El fenómeno de Sanders y de Trump por el otro extremo, expresan de  una u otra forma, ese amargo descontento contra estos partidos y las grandes corporaciones que los financian. Esta nueva situación política que se ha abierto en los EE.UU., plantea la necesidad de levantar una genuina alternativa de izquierda en EE.UU., que levante una alternativa socialista a la actual crisis del capitalismo. La campaña de Sanders es un avance en esa dirección, pero necesariamente deberá romper con el Partido Demócrata y su corrupto aparato, si pretende transformarse en una genuina alternativa para los jóvenes y trabajadores.

Este es el desafió que se abre en el próximo período, vincular la campaña con las luchas concretas por un salario y vida dignas; que siente las bases para construir un partido independiente de la clase trabajadora, que luche por una sociedad que funcione según los intereses de toda la sociedad y no para las ganancias de unos pocos multimillonarios, una sociedad socialista democrática.