EL LUCRO CON LA SALUD EN CHILE

Posted by Nuestra publicación: on viernes, marzo 27, 2015


El Lucro con la salud en chile
Patricio Guzmán S.
Utilidades De Isapres Aumentan 56% En 2014.
El año 2014 las ganancias del sistema privado sumaron $59.909 millones (unos US$94 millones) y en 2013 fueron los $38.401 millones (unos US$60,2 millones).

De acuerdo con la Superintendencia de Isapres, el organismo fiscalizador del sector, el año 2014, estas instituciones de salud privadas lograron un aumento del 56% de su lucro respecto al año 2013. El año 2013 por el contrario habían experimentado una caída de sus utilidades del 52,8% respecto del año anterior, el año 2012 las Isapres obtuvieron utilidades por $81.383 millones de pesos (cerca de US$ 127,7 millones de dólares).
Las instituciones de Salud Previsional ISAPRE nacieron en 1981 en virtud de la dictación del D.F.L. Nº 3 del Ministerio de Salud, que formó parte del rediseño y privatización de la Seguridad Social en Chile, por la dictadura cívica – militar encabezada por Pinochet, que incluyó a las Mutuales de Salud y a la privatización de la AFP. Logicamente como todo lo legislado en la dictadura no hubo ninguna posibilidad de discusión democrática de la ciudadanía, no se tomó en cuenta el parecer de los trabajadores en general ni de los funcionarios del sector. Todo se hizo “entre gallos y medianoche”. Ello permitió a los empresarios la administración privada de la cotización obligatoria de salud de los trabajadores de mejores ingresos que pudieron ingresar al nuevo sistema privado de  salud, lo que significó terminar con el carácter solidario universal del Servicio Nacional de Salud, reemplazado por FONASA, que dejó de recibir las cotizaciones de los trabajadores de ingresos más altos.
Un derecho social por el que hay que pagar deja de ser un derecho, para transformarse en una mercancía al alcance de aquellos que pueden comprarla. En el caso de la salud, esto golpea especialmente a los más débiles, los ancianos, las familias monoparentales mantenidas por la madre, los trabajadores mal pagados, los pobres, es decir a aquellos que no pueden ser clientes de este mercado de la salud.
Para los empresarios se trataba de recuperar para el mercado capitalista el sector salud, un negocio masivo y prometedor.  En el estado de bienestar, el sector salud se había desarrollado fuera del mercado y el lucro, demostrando que se podía implementar con éxito un sistema solidario en el que cada cual aporta según su capacidad y a cada quien se atiende según su necesidad.
De acuerdo con el gremio patronal del sector,  la Asociación de Isapres, “Las ISAPRE son instituciones privadas que captan la cotización obligatoria de los trabajadores que libre e individualmente han optado. Estas instituciones otorgan servicios de financiamiento de prestaciones de salud a un 16% de la población en Chile. Los servicios de salud y el financiamiento de las licencias médicas por enfermedad se prestan con cargo a las cotizaciones. Las prestaciones de salud se entregan a través del financiamiento de las mismas mediante la contratación de servicios médicos financiados por las Isapres.” “Actualmente, las Isapres reúnen a más de 2,7 millones de beneficiarios y, entre ellos, se encuentran más de 100 mil personas con más de 60 años de edad.”
Hasta el impacto en Chile de la Gran Recesión Global que estalló en  2008-2009, las Isapres hacían esfuerzo para captar afiliados del sector de ingresos medios, lo que era impulsado por el deterioro del sistema público. Pero estos afiliados comenzaron a darse cuenta que con los planes que les ofrecían, cuando llegaban a necesitar una intervención u hospitalización, las cantidades a pagar estaban sobre sus posibilidades y les convenía más estar en el sistema público FONASA. Ahora las Isapres han modificado su estrategia de negocio, buscan deshacerse de los afiliados que son malos para el negocio, desincentivar aquellos afiliados de más alto costo. Las mujeres en edad fértil por ejemplo tienen que pagar más caro, a medida que los afiliados van teniendo más años les suben el costo de los planes de salud, hasta que llegados los 60 años, se hacen imposibles de pagar.
Las Isapres han sido denunciadas también por la existencia de listas negras de empresas, cuyos trabajadores no se pueden afiliar, por condiciones de rentabilidad, listas que pueden superar las 250 empresas, y que incluyen incluso a la presidencia de la república.
Uno de los temas que se ha prestado a los mayores abuso son las llamadas ”pre existencias”, según lo cual las Isapres no se hacen cargo de los costos de salud de un afiliado que tenía una patología no declarada en la “Declaración de Salud” en el momento de la afiliación, u otro problema que sea consecuencia de esta patología no declarada pre existente. Hasta hace poco, en este ítem de pre existencias se incluía incluso el embarazo, aunque fuera en el periodo en que la futura madre no sabía de su condición.
El gobierno Bachelet en su segundo periodo presidencial ha regulado el fin de la pre existencia por embarazo, el ex ministro Mañalich, él mismo impulsor de la privatización via concesiones, impulso a las sociedades privadas de profesionales de salud y traslado de listas de espera al sector privado, declaró sobre este fin de esta pre existencia por embarazo que era  “un volador de luces”, y reconoció que no iba a la discriminación de fondo, “en la práctica “las isapres discriminan a la mujer en edad fértil, cobrándoles un plan de salud más caro que a sus pares hombres por la misma cobertura, porque se incluye la posibilidad de tener que financiar la cobertura de embarazo. En este anuncio, nada de eso se cambia (...) No va al fondo del asunto y me preocupa porque demuestra una voluntad de que siga existiendo la declaración de salud, la discriminación de preexistencia. Al final, se toma un aspecto ínfimo, que es declarar si está o no embarazada”. En el mismo sentido “el director del Instituto de Salud Pública de la UNAB y ex superintendente de Isapres, Héctor Sánchez, indicó que si bien “es una medida que está en la dirección correcta, echo de menos que no esté inserta en una reforma más estructural de las isapres. El problema es mucho más profundo que la inclusión del embarazo en la declaración de salud (...) a mi juicio, las isapres deben terminar no con una, sino que con todas  las preexistencias; que las personas se muevan libremente entre las isapres sin declaración de salud y cambiar la fijación de los precios”. [1]  Por supuesto las Isapres protestaron incluso de modesto cambio.
En enero de 2013 la Corte Suprema dictaminó que las Isapres no pueden subir de manera unilateral los precios de los planes de salud, ya que ello atenta contra los derechos que el afiliado adquiere cuando firma el contrato, los cuales solo pueden modificarse por acuerdo mutuo, excepto casos muy calificados. Sin embargo las Isapres han seguido incurriendo en esta práctica, y en numerosas ocasiones han perdido demandas en los tribunales.
La Concentración del negocio de la Salud.
Cómo en otros sectores, el negocio de la salud privada, ha experimentado una fuerte concentración. En 1993, que fue el momento de mayor número de Isapres, llegaron a haber 36 en total (22 abiertas y 14 cerradas). Las ISAPRES actualmente en Chile son trece (seis cerradas y siete abiertas: Más Vida, Vida Tres, Banmédica, Ferrosalud, Colmena, Consalud y Cruz Blanca). El grueso de los afiliados está en las Isapres abiertas, las cerradas no alcanzan al 4% del mercado. Cinco de las siete Isapres abiertas – que atienden público en general -  tienen más del 96% de los afiliados.
Pero los empresarios y sus servidores públicos neo-liberales todavía ven la posibilidad de arrancar ganancias a la salud en Chile. El 20 de enero de 2010, es decir hacia el fin del primer gobierno de  Michelle Bachelet, de la Concertación, se promulgó la ley n° 20.410 de Concesiones. Esta ley permite concesionar a privados la construcción y reconstrucción de hospitales, no sólo los edificios, también el equipamiento, administración y gestión.  Las concesiones son de 25 a 30 años, de manera que quedan atadas incluso si cambia la visión del gobierno de turno. El gobierno de Sebastian Piñera, con su ministro de Salud Jaime Mañalich  se lanzó a concesionar la red de salud basado en esta legislación, una política que aunque morigerada por este segundo gobierno de Bachelet, ante el rechazo suscitado entre los trabajadores del sector, y ciudadanos informados, no ha sido abandonada.
En último término las concesiones de salud a privados, desvían recursos públicos hacia empresas privadas,  generando ganancias y transferencia de riqueza hacia los propietarios del capital  concentrado en  pocas manos, y finalmente resulta en atención más cara de salud y más escasez de  recursos.

Integración vertical con clínicas y centros médicos.
El negocio de las Isapres no se limita a las ganancias que muestran directamente, en realidad se trata de empresas integradas con clínicas y centros de salud a través de holdings controladores.
En 2005 una reforma legal de la Isapres delimitó que estas instituciones tienen por objeto exclusivo el financiamiento de las prestaciones y beneficios de salud. En Chile la ley impide que una Isapre sea propietario de una clínica o centro médico (no pueden ejecutar los servicios médicos), o participar en la administración de prestadores. Pero la integración igualmente existe, a través del control por grupos económicos controlan a unos y otros, que tienen sus propios equipos gerenciales y directorios. Del 35% al 40% de las prestaciones médicas que produce una clínica las paga una Isapre vinculada al mismo holding.
El holding Banmédica, cuyo principal controlador es el ahora tristemente célebre grupo PENTA, es propietario de las Isapres Banmédica y Vida Tres. Estas instituciones tienen un cuarto de los afiliados al sistema. El holding controla las clínicas y prestadores de salud Santa María, Dávila, Vidaintegra, Clínica Ciudad del Mar, Clínica Bíobio, Clínica Vespucio.  y Help, y cuenta con inversiones en Colombia, Panamá y Perú.

Cruz Blanca es controlada por el grupo Said - también dueño de Parque Arauco, Embotelladora Andina y con el 16% de banco BBVA - y el fondo Linzor Capital. El grupo Said además cuenta con la Clínica Reñaca, Antofagasta y San José y el prestador Integramédica

En 2013 un Fondo de Inversiones, liderado por el grupo Solari-Heller adquirió la matriz Colmena Golden Cross, además de la Isapre Colmena, el 50% que posee Colmena en la Clínica UC, ubicada en San Carlos de Apoquindo; el centro médico Dial Medica; Dial Médica Hospitalización Domiciliaria; Centro de Salud Mental Golden Cross y Golden Cross Hospitalización Domiciliaria. El  holding tiene participaciones minoritarias en varias clínicas a lo largo del país, tales como, Clínica Magallanes de Punta Arenas; Clínicas Elqui de la Serena; Integral de Rancagua; Hospital Clínico del Sur de Concepción; y Clínica Puerto Montt, ubicada en esa ciudad, entre otras.[2]

Consalud está vinculada a Clínica Tabancura, Clínica Bicentenario, Clínica Avansalud, Clínica Magallanes, Clínica Iquique, Clínica Elqui, Clínica Atacama, Clínica La Portada, Clínica Valparaíso, Clínica Curicó, Clínica Lircay, Clínica Puerto Montt, Hospital Clínico del Sur y Clínica Integral.

Mas Vida, como dice su eslogan es "una Isapre de médicos", controlada en igual porcentaje de acciones por 6.500 doctores, estos también tienen las clínicas El Loa, De la Familia, Las Lilas, Isamédica, Chillán, San Pedro de la Paz en Concepción y su participación en Clínica Universitaria de Concepción y Magallanes de Punta Arenas.[3]

Lo anterior demuestra la concentración del sector privado de la salud, no solamente horizontal con la fusión y disminución de Isapres, sino también con la fuerte concentración vía integración vertical. Como dice el dicho “Hecha la Ley, Hecha la Trampa”, en la práctica aunque la integración vertical del negocio entre Isapres, clínicas y prestadores está prohibido por ley, los empresarios de la salud encontraron la manera de pasar a llevar la prohibición.  Se repite aquí el “modus operandi” de las universidades privadas que aunque en teoría son sin fines de lucro en la realidad dan jugosas ganancias a sus propietarios gracias al uso y abuso de terceras sociedad inmobiliarias y de gestión.

La Salud, como la previsión y la  educación, deben ser considerados derechos básicos garantizados y de calidad para todos los seres humanos, con los cuales no se debería lucrar, por el contrario hay que rescatar estos derechos de la lógica mercantil de la ganancia, para que vuelvan al ámbito de la seguridad social y la protección solidaria garantizada del que nunca debieron salir.




[1] Pulso. Noviembre2014. Kharla Caniupán.   “Isapres advierten que fin de embarazo como preexistencia implicará mayores costos”.


[2] EMOL. http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=104433

[3] La Nación digital. “Esta es la concentración de las Isapres que explica altas utilidades”. Sábado 17 de noviembre de 2012, por Roberto Valencia.   La Segunda on line.  “Radiografía al negocio de la Isapres. Viernes, 16 de septiembre de 2011”.