Si hay alguien que perturba el orden público, es este gobierno y sus homologos regionales.El consenso después de la guerra de negociación social fue arrojado por la borda. ¿Por qué? El capitalismo está en una profunda crisis estructural prolongada que sus partidarios quieren hacer soportar a todos aquellos que no pertenecen a la élite. Y quien se encuentra en medio de este camino? El movimiento organizado de los trabajadores. Hasta hace poco, eran muchos los que todavía dudaba de su existencia. Los sindicatos? Las reliquias de una época pasada según De Wever. El Plan de Acción reafirmó la fuerza del movimiento obrero. ¿Sigue existiendo, por tanto, una fuerza capaz de construir una sociedad diferente libre de codicia y explotación? Los sindicatos mueven a las masas cuando se movilizan en serio. Y pueden llevar a remolque a otros grupos sociales.

¿Cuál es la finalidad última de un plan de acción? Cada acción se basa en la anterior, por lo que el movimiento crece. Activistas, militantes, delegados y dirigentes sindicales fueron así movilizándose a pleno rendimiento. Mientras que el movimiento crecía, la popularidad de los gobiernos federal y regionales cayó.La huelga se llevó a cabo con entusiasmo en ambos lados de la frontera lingüística.

Pero todavía hay mucho potencial. En muchos lugares de trabajo, se organizaron reuniones generales para el personal, cada vez con más éxito. Pero esto debe ser hecho en muchos lugares. Presentar el plan de acción a votación refuerza su legitimidad. Nos hemos ganado una gran simpatía, pero debe ser convertida en la participación activa, incluyendo piquetes. Sólo de esta manera podemos asegurarnos de que esto no es una "huelga de los sindicatos", sino una huelga de todos los trabajadores, con la ayuda de los sindicatos.

Dirigirnos hacia una huelga “con final” significaría dejar todo este potencial sin explotar. Corremos el riesgo de que los más convencidos queden aislados de las masas, lo que podría servir de pretexto a algunos para dividir el movimiento por líneas regionales con sus desigualdades en los niveles de lucha.

¿Qué se podría hacer? En primer lugar un gran mitin del frente sindical a principios de enero, con 10 a 20 mil participantes para discutir el segundo plan de acción y someterlo a votación, seguido de reuniones de personal en todos los lugares de trabajo. En estas reuniones, podríamos dar volantes informativos llamando a la movilización para una manifestación masiva a finales de enero a más tardar. Podríamos distribuirlos masivamente, incluso en los mercados, y cada activista tendríamos un paquete de carteles para su distribución entre las asociaciones y las pequeñas empresas. El objetivo debe ser superar los 200.000 personas, con diferentes puntos de partida.Esto podría ser seguido en febrero por tres paros regionales, que también tendrian como objetivo esta vez las pequeñas empresas, con la promesa de la lucha en defensa de la representación sindical en las empresas de 20 trabajadores. No creemos que las huelgas sectoriales sean una buena idea sino que este plan de acciñon debería tener cono finalidad una huelga nacional de 48 horas que, si el gobierno no cae,puede convertirse en una huelga de duración ilimitada.