Patricio Guzmàn S.
Socialismo Revolucionario
Un reportaje de Julian Mazzuco y P.Toro en el diario económico Pulso, del
lunes 25 de febrero, bajo el encabezamiento “Deuda previsional crece 26.8% en
2012- Totaliza US$2.105 millones”, entrega valiosa información sobre el estado
de la llamada “deuda previsional”. Permítanme reseñar el contenido del artículo
a continuación, con algún comentario mio.
En realidad las cifras del titular no corresponden al monto total por deuda previsional, si no a los montos implicados en las causas, debido
a cotizaciones impagas por empleadores y denunciadas por las AFP, cuyos
antecedentes llegaron a los tribunales. De
los cuales fueron 242.935 procesos solamente en el curso del año pasado. Para miles de
causas solamente hay seis juzgados de cobranza en todo Chile. En comparación
con el año 2011 las cotizaciones impagas aumentaron en US$445 millones durante
2012.
El problema cada vez es mayor. El 31
de diciembre de 2010, el monto total de la deuda previsional prejudicial y en
juicio sumaba $744.358.847 miles de pesos, este guarismo llegaba a $862.905.208
miles de pesos a fines del año 2011, y el 30 de septiembre de 2012 sumaba
$1.008.889.747.-
Es decir, como si no fuese suficiente con someter a los asalariados a un
ahorro forzoso y expropiatorio para los fondos que administran las AFP. Fondos
con los que se especula en las bolsas, y que sirven a la capitalización de
grandes grupos económicos, pero que para los trabajadores, una vez pensionados,
se traducen en pensiones miserables. Además los empresarios pueden hacer usufructúo
de estos dineros descontados de las remuneraciones, y no pagarlos a las AFP.
Esto ocurre porque los patronos, descuentan el dinero de los trabajadores
para sus fondos previsionales pero lo utilizan como fuente de financiamiento y
liquidez barata, sin necesidad de recurrir
al endeudamiento en el sistema financiero, cumpliendo sus requisitos y
pagando sus tasas de interés.
El buen negocio para los patrones, tiene consecuencias sobre los
asalariados. Los trabajadores a los que no se enteran sus cotizaciones ven disminuidas directamente sus pensiones
futuras.
Lo anterior es posible porque de acuerdo con la ley, que está hecha a la medida
de los empresarios, los empleadores pueden declarar y no pagar las cotizaciones
que han descontado a sus trabajadores, a menos que exista despido o renuncia
del trabajador.
Las AFP tienen la obligación legal de denunciar el impago de las
cotizaciones previsionales a los tribunales, además tienen el incentivo que
cobrarán su comisión una vez que el empleador pague el dinero que descontó a su
trabajador. Sin embargo, muchas causas terminan archivadas porque no se
localiza a los demandados, o no se presentan los escritos necesarios. De manera
que por negligencia de los que llevan los procesos de demanda muchas deudas no
se cobran.
La falta de tribunales y recursos humanos provoca que las causas se
alarguen en el tiempo. De acuerdo con el Consejo Consultivo Previsional: “El
sistema judicial no cuenta con suficientes recursos para administrar de manera
adecuada la demanda de causas de cobranza previsional. Esto se materializa en
una sobrecarga de trabajo, tanto de jueces como de funcionarios, habiendo
causas que no se terminan dentro del año y se acumulan a un ritmo que no se
puede gestionar.”
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