España: ¿Qué es la “democracia“?

Posted by Nuestra publicación: on lunes, junio 06, 2011


¡Terminemos con la dictadura del capital!

Socialismo Revolucionario.
Comité por una Internacional de los Trabajadores, CIT, en el Estado Español.

“Democracia real YA” ha puesto en cuestión la “democracia” que se nos ofrece en una sociedad capitalista. Ha puesto de relieve la corrupción sin límites de los políticos a quienes sólo importan ellos mismos. El capitalismo no puede proporcionar una democracia genuina. Un sistema cuya esencia es el robo legalizado, ¿cómo puede jamás producir democracia? ¡Es un sistema que gira únicamente en torno a crear beneficios para una élite rica!

La historia nos ha mostrado una y otra vez que la “democracia” puede olvidarse rápidamente si el capitalismo y el lucro están amenazados. El capitalismo acepta a los dictadores siempre que siga habiendo ganancias. Como vimos en las revoluciones árabes, el capitalismo tratará de remplazar un dictador por otro para mantener el dominio del capital. Si puede, el capitalismo prefiere mandar usando democracias parlamentarias, para ocultar la dictadura de los mercados. Pero si el sistema entra en crisis, como pasa ahora, se muestra la realidad de la “democracia” capitalista.

Las asambleas que se desarrollaron a partir del movimiento 15-M, son ejemplos magníficos de cómo la gente trata de organizarse. Muchas veces se han formado espontáneamente, pero están construidas basándose en muchas de las tradiciones del movimiento obrero. En el inicio, muchas de las demandas que se acordaron aquí eran socialistas en un sentido embrionario. Las imágenes de miles de jóvenes sentados seriamente, usando silenciosamente sus manos para mostrar acuerdo o desacuerdo, maravillaron a muchos de los participantes. A veces la rapidez y efectividad del movimiento quitaba el aliento, con su mezcla de asambleas públicas y recursos de internet para organizarse.

Para que estas asambleas puedan desarrollarse aún más, hay que extenderlas a los centros de trabajo, los barrios, las universidades, las escuelas y otras áreas de la vida pública. Deberían vincularse a nivel local, regional y estatal. Representantes electos de las asambleas, con el derecho de revocarlos inmediatamente, tienen que unirse y planificar una estrategia clara y democrática. Asambleas de masas de los centros de trabajo, vinculadas democráticamente de la misma manera y armadas con un programa revolucionario para mejorar las condiciones de vida, desafiarían seriamente el dominio del capitalismo. También tenemos que democratizar los sindicatos para que consigan el enorme poder potencial que tienen. Nosotros reivindicamos que todos los representantes sindicales ganen no más del salario promedio de los trabajadores, y planteamos que se debe llevar a cabo una lucha dentro de los sindicatos para reconquistarlos y usarlos para defender a los trabajadores y cambiar la sociedad.

El movimiento tiene una fuerte postura antipartidista, y en muchos lugares se opone a todo tipo de símbolos políticos en las plazas y acampadas. Esto es muy entendible. Pero este movimiento no es apolítico, y nosotros creemos que es una equivocación estar en contra de la distribución de material de todos los grupos políticos. La oportunidad de distribuir material libremente es importante en una democracia. La posibilidad de desarrollar tendencias y grupos alrededor de ideas es necesaria para discutirlas y sacar conclusiones claras sobre cuáles son los mejores métodos que necesitamos ahora.

Esta idea “apolítica” se debe parcialmente a la falta de un partido político que realmente represente a los trabajadores y los jóvenes. Partidos como el PSOE se han transformado claramente en partidos 100% procapitalistas. La caída de las dictaduras estalinistas, que muchas utilizaron el nombre de socialismo, también tuvo un impacto enorme. Estas dictaduras estalinistas, con regímenes dictatoriales y antidemocráticos, estigmatizaron la idea de socialismo. La realidad del socialismo es la opuesta: el socialismo no puede existir sin democracia. No la “democracia” de votar cada 4 años a personas que no te representan, sino votar y discutir regularmente y tener una influencia real en las decisiones y situaciones que te afectan. ¡Eso es una democracia socialista!

Los capitalistas y sus representantes son corruptos porque su sistema es corrupto. Algunos de los métodos de las asambleas son un modelo a seguir por trabajadores y jóvenes, pero de hecho, todavía podemos usar las instituciones y el parlamento capitalistas para luchar por nuestros intereses, pero solamente bajo ciertas condiciones. Por ejemplo, las organizaciones hermanas del CIT en todo el mundo tienen representantes políticos como Paul Murphy, miembro del parlamento europeo, y Joe Higgins, miembro del parlamento irlandés. Nosotros insistimos en que nuestros representantes electos sólo se queden con el salario medio de un trabajador, y deben rendir cuentas completamente ante la gente a la que representan. Necesitamos representantes y organizaciones que no puedan ser comprados por el sistema.

En Socialismo Revolucionario creemos que tenemos que construir una organización política capaz de aprender de la historia para cambiar el futuro. Creemos en el socialismo genuino con una planificación verdaderamente democrática de la economía para el beneficio de todos. ¡Únete a nuestra lucha por una democracia real, una democracia socialista revolucionaria!