El estado de la economía global tras el desastre en Japón – Pulso Económico

Posted by Nuestra publicación: on martes, marzo 22, 2011


Patricio Guzmán S.
Socialismo Revolucionario
.

La economía japonesa es la tercera, o la cuarta, más grande del mundo, y el sector exportador es el más dinámico en el impulso del crecimiento, por lo que está claro que lo que ocurre con Japón afecta todas las economías del planeta. Todavía es pronto para estimar el costo económico del mega terremoto y tsunami, seguido por el desastre nuclear, sobretodo porque la gravedad de la catástrofe de la planta nuclear de Fukushima, todavía es un asunto no resuelto. Pero está claro que el impacto afectará no solamente a Japón, sino a todo el mundo. Japón, estaba mostrando algunas señales iniciales de recuperación de 20 años de deflación y recesión, ahora se encamina a una recesión.

Las plantas nucleares japonesas suministraban un tercio de la energía eléctrica del país, tras el terremoto, 11 de los 50 reactores nucleares quedaron fuera de servicio. Ahora la capacidad de generación de energía se ha reducido en un 40%, y en el futuro se reducirá por lo menos al 80% de la producción anterior a la catástrofe.

La zona directamente afectada produce entre el 6 y el 8% del PIB del país, y el costo de los daños se estiman en alrededor del 3% del PIB. El cierre de 22 plantas manufactureras, y el daño o colapso de puertos, puede tener un efecto en la cadena global de equipos y materiales de ata tecnología como semiconductores. Esto podría afectar algunas industrias exportadoras en China y otros países.

La deuda nacional ya es el doble del producto nacional del Japón, la reconstrucción la aumentará. La clasificadora de riesgo Moody’s advirtió que podría reducir la clasificación de Japón, lo que aumentaría el costo de los intereses de la deuda del país.

El Banco de Japón ya inyectó en la economía 34 billones de yenes (309.000 millones de euros). Probablemente tendrá que volver a hacerlo, para tratar de contrarrestar el alza del valor del Yen, que hace menos competitivas las exportaciones del país asiático. Además, el desastre nuclear aumentará la demanda de petróleo y gas, en un momento de fuerte alza de los hidrocarburos, lo que ha su vez presionará los precios a la subida. Esto implicará presiones adicionales, que se vienen a sumar a los efectos de la ola de levantamientos populares de las masas de los países árabes.

El desastre japonés no podía llegar en peor momento para la economía global. El sistema financiero ya era frágil antes, los mercados de valores profundizaran su volatilidad ahora.
A los levantamientos populares del mundo árabe, la inestabilidad en los precios del petróleo provocada por estas, los problemas de la deuda de varios países de Europa, los problemas agrícolas en Rusia y China, los altos precios en los granos básicos que vaticinaban una crisis alimentaria, que nos mostraban un entorno desfavorable para la recuperación mundial, ahora hay que sumar los efectos del terremoto – tsunami, y del desastre nuclear en Japón.

Estados Unidos

La inyección masiva de masa monetaria por la Reserva Federal de Estados Unidos, ha conseguido dinamizar parcialmente la economía norteamericana, al tiempo que ha alimentado la especulación bursátil, y la inflación mundial. Los datos de la construcción que se dieron a conocer la semana pasada muestran la debilidad de la recuperación, el mes de febrero de 2011 la construcción de viviendas cayó en un 22.5% respecto a enero, y los permisos de construcción cayeron a sus niveles más bajos, en datos ajustados a la temporada, desde que el gobierno comenzó a llevar las estadísticas en 1960.

Europa

En Europa la crisis de la deuda no ha sido resuelta, en algún momento los países más débiles necesitaran asumir el cese de pagos y la renegociación. Portugal y España en particular están bajo la continua presión de los mercados financieros. Los planes de rescate de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional, reflejan en primer lugar la necesidad de salvar a los bancos alemanes y franceses que son los principales acreedores, y hacerlo descargando sobre los hombros de las familias trabajadoras el peso de la crisis financiera. Como consecuencia del fuerte recorte del gasto social y de los salarios, se ha profundizado la recesión y el estancamiento en los países llamados periféricos.

En declaraciones a la revista alemana Der Spiegel, el experto económico norteamericano, I Eichengreen sostuvo que:
“Los actuales intentos de rescate nunca han tenido sentido. Fundamentalmente, todo lo que Alemania y Francia quieren conseguir es proteger sus propios bancos del colapso. Ahora la gente está comenzando a comprender que no hay otro camino que renegociar la deuda griega, lo que también envuelve a los bancos. Para que esto ocurra, solo hay una solución. ¡Europa necesita fortalecer sus bancos! Grecia vive sobre sus medios, pero en Irlanda y España el problema son los bancos. La crisis del euro es en primer lugar y sobretodo una crisis bancaria.”
El desastre japonés también tendrá consecuencias sobre la crisis de la deuda europea, se esperaba que Japón, y sus compañías de seguros, colaborasen adquiriendo deuda europea, lo cual ahora no se producirá.

China

Otra preocupación se viene a agregar a las anteriores, las presiones inflacionistas y el temor de que la expansión económica china, sostenida por un auge insostenible inmobiliario y de la construcción, alimentado por una expansión masiva del crédito, de lugar a un estallido súbito, han llevado al gobierno chino a tomar medidas para limitar el crédito, y reducir el crecimiento hacia un objetivo del 7%. Con lo cual se limitará el papel de locomotora que ha venido jugando parcialmente China, a escala mundial.