El proyecto de la Unión Europea: ¿Acaso está condenado?

Posted by Nuestra publicación: on jueves, julio 15, 2010





http://www.socialistworld.net/,
15/07/2010
página web del Comité por una Internacional de Trabajadores (CIT).
La zona del euro se enfrenta con una potencial ruptura.


Paul Murphy, Partido Socialista (CIT Irlanda)


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En la actualidad, los gobiernos de las economías denominadas periféricas están decididos a
permanecen dentro de la zona del euro, y están tratando de cumplir los paquetes salvaje de austeridad para garantizar que puedan. Sin embargo, lo que está claramente en cuestión es si serán capaces de llevar a cabo los ataques exigidas por el FMI y el capitalismo alemán cuando se enfrentan a los movimientos de masas de la clase obrera como se ve en Grecia.



Si no son capaces de llevar a cabo estos ataques con éxito, estos países sin duda harán default (cese de pagos) y pueden ser empujados fuera de la zona del euro mediante una combinación de la presión de los especuladores y el capitalismo alemán, que no está dispuesto a arrojar un “salvataje" a las otras economías europeas. Una zona del euro muy diferente que la que opera en la actualidad es una posibilidad - la zona de la moneda común podría quedar reducida a los países centrales del capitalismo europeo. La futura dirección de la propia Unión Europea también ha sido puesta en tela de juicio. Un cambio decisivo en el poder dentro de la UE tuvo lugar en el curso de la crisis. Durante los años de auge, los gobiernos y las clases capitalistas de los países europeos estaban felices de dar el poder a la Comisión Europea. La Comisión, más alejada de la presión que los gobiernos nacionales, fue capaz de poner en práctica con éxito en gran parte las medidas estratégicas en toda Europa en interes de las grandes empresas. La promulgación de la “Directiva de los Trabajadores”, por ejemplo, permitió que los trabajadores migrantes pudieran ser explotados en toda Europa.



Sin embargo, a medida que se desarrollaba la crisis, los gobiernos clave en Europa, en particular, Alemania, se han mostrado no dispuestos a permitir que la Comisión Europea y el Banco Central Europeo tomaran las decisiones claves en relación con la crisis griega. En lugar de que Barroso y Trichet como los jefes de la Comisión Europea y el Banco Central Europeo tomaran toma las decisiones clave, Angela Merkel, la canciller de Alemania, se convirtió en la figura clave.



Los viajes regulares a Berlín por las figuras clave en la crisis simbolizan el desplazamiento del poder desde las instituciones centralizadas de vuelta a las clases capitalistas nacionales. Los sueños que preveían una "Europa federal" similar a los EE.UU. se han estrellado contra la realidad de los intereses cada vez más divergentes de las clases capitalistas europeas. En su lugar, aunque la UE continuará por el momento, estará cada vez más desgarrada por la tensión entre los intereses capitalistas nacionales.