La Concertación es responsable de la llegada de la derecha pinochetista al gobierno.

Posted by Nuestra publicación: on lunes, enero 18, 2010

Después de 20 años de mentiras, de promesas incumplidas y de una defensa cerrada de las políticas económicas (neoliberales) implementadas por la dictadura y de un co-gobierno entre la Concertación y la derecha pinochetista, la gente se canso de creerles que esta vez sí cumplirían.

Después de dos décadas la gente se canso de esperar que “llegara la alegría” y que alguno de los presidentes de la Concertación (ya van cuatro) se acordaran de las promesas del programa original de la alianza de gobierno y que nunca cumplieron.

Esto es lo que explica el triunfo del candidato de la derecha Sebastián Piñera con el 51,6% de los votos, sobre Eduardo Frei que saco el 48,3%. Entendiendo que apenas votaron poco más del 50% de los electores que legalmente tienen derecho a voto.

¿Se derechizo la sociedad chilena?

Piñera obtuvo en realidad menos del 30% de los votos, del total de chilenos en edad de votar, entendiendo además que la gran mayoría de los actuales electores son viejos. Piñera saco 3,5 millones de sufragios, de un total de 12 millones de chilenos que tienen legalmente derecho a voto.

Las abstenciones, votos nulos y blancos, sumados a más de un tercio de personas que se niegan a inscribirse en los registros electorales (representan poco más del 40%), algo que no deja de ser importante, porque los no inscritos son fundamentalmente jóvenes menores de 30 años, un sector que puede jugar un rol central en el próximo periodo.

El porcentaje que saco Sebastián Piñera, no le alcanza a la derecha para llegar al tercio que históricamente siempre ha obtenido este sector en Chile. Por eso hablar de una derechización de la sociedad chilena no puede estar más alejado de la realidad.

La votación de Piñera no representa una victoria “ideológica”, sino más bien un voto de castigo a dos décadas de políticas neoliberales, llevadas a cabo por sectores que se autodefinían como progresistas.

Sebastián Piñera y su propuesta populista.

Su consigna central era “súmate al cambio”, “un programa de gobierno para el cambio, el futuro y la esperanza”. Sus principales propuestas son que “creara un millón de nuevos empleos, con salarios justos y estables”, una promesa extremadamente difícil de cumplir de acuerdo a los propios economistas burgueses, dado que en el próximo periodo veremos un aumento o al menos la mantención de un desempleo alto. “Subsidios al trabajo para cesantes, jóvenes y personas con discapacidad”. “Respeto a los derechos de los trabajadores y fin a los abusos”. “Fortalecer los sindicatos y la negociación colectiva”.

Estas son cuatro de sus principales propuestas de un paquete que incluye un montón de otras ofertas similares, es evidente que con estas promesas se está jugando con fuego, porque claramente no va a cumplir con su programa y cuando esto ocurra estará sentado encima de un polvorín a punto de explotar, pero con una diferencia importante, Piñera a diferencia de la Concertación no tiene el control de los dirigentes sindicales, para usarlos de freno (como ha hecho la Concertación hasta ahora) de inevitables movilizaciones futuras.

Piñera con sus propuestas capitalizo un voto de descontento contra la mantención de un modelo de explotación anti-popular, iniciado por la dictadura a mediado de los setenta y que la Concertación ha mantenido hasta ahora, se voto contra las privatizaciones, los recortes en los derechos sociales de los trabajadores, como educación y salud públicas, contra la flexibilidad y precariedad laboral, contra el despojo de nuestros recursos naturales (principalmente el cobre), contra la concentración de la riqueza y un crecimiento cada vez mayor de la desigualdad.
Se voto contra un sistema político anti-democrático, que hoy es estrictamente funcional para los empresarios, no participativo, tutelado y extremadamente anti-social, anti-trabajadores y pobres de este país.

El blanqueo de la derecha, que hizo la Concertación fue criminal.

Los principales responsables del triunfo de Piñera es la Concertación, dado que las direcciones de los partidos de gobierno se dedicaron todos estos años a decir que esta era una “nueva derecha” “una derecha democrática” y que era importante llegar a acuerdos con ella y eso es exactamente lo que ha pasado todos estos años, donde se han dedicado a repartirse los diferentes cargos y las ganancias que hacen a costa de la explotación de los trabajadores.

Para las elecciones hacen una parodia de enfrentamiento y se acuerdan que los Piñera, los Lavín, los Larraín fueron parte de la dictadura, pero una vez pasadas las elecciones siguen en lo mismo, defendiendo los intereses de los empresarios y los ricos de este país y atacando los niveles de vida de la clase trabajadora, igual como lo hizo la dictadura y la derecha cuando estuvieron en el poder.

Este 17 de enero será recordado como un día negro para los trabajadores chilenos.

La llegada de la derecha pinochetista al poder no es responsabilidad de los trabajadores y todavía menos de los miles de jóvenes que incluso entregaron su vida para terminar con esos criminales y sacarlos del poder, la responsabilidad es de aquellos que negociaron con la dictadura y terminaron traicionando los anhelos de cambio que teníamos millones de trabajadores y jóvenes.

Los responsables son los Aylwin, los Frei, los Lagos, los Bachelet, los Arrate, los Escalona y un montón de traidores más, que de seguro ya están negociando con la derecha, para seguir manteniendo sus enormes privilegios.

Los personeros de la Concertación ya han empezado a felicitar a la derecha por su triunfo y a hablar de lo democrático y representativo que es el sistema electoral chileno y la necesidad de que “todos los chilenos” nos unamos. Ya están hablando de un gobierno de “unidad nacional” y la necesidad de continuar con la “política de los acuerdos”, o sea, más de lo mismo, pero ahora desde una supuesta “oposición”.

Los trabajadores sólo podemos esperar más ataques de la derecha.

Un gobierno de derecha, encabezado por un empresario ambicioso e inescrupuloso, no augura nada bueno para los trabajadores, sólo basta recordar el gobierno de Jorge Alessandri y la dictadura de Pinochet, para saber a que atenernos y para que debemos prepararnos. Cada vez que la derecha ha estado en el poder ha sido brutal en sus ataques contra los trabajadores.

Lo bueno de tener al frente a un enemigo claro de los trabajadores (como es el caso de Piñera), es que se acaba la excusa utilizada por los dirigentes sindicales de la CUT de que no era posible movilizarse para defender nuestros derechos, para no hacerle olitas a los gobiernos de la Concertación y de esa forma impedir que la derecha llegara al poder.

Ahora estará la derecha pinochetista en el gobierno, se acabaron las excusas, no existe ninguna razón para no movilizarse y defender nuestros derechos y recuperar todo lo que perdimos bajo la dictadura y que la Concertación se encargo de mantener con el cuco de que si no podría volver la derecha al poder, finalmente fueron ellos mismos los que le pavimentaron el camino de regreso.

Celso Calfullan
Socialismo Revolucionario.