Portugal - ¿Caza de brujas en el Bloco de Esquerda?

Posted by Nuestra publicación: on domingo, diciembre 11, 2016

Socialismo Revolucionário (SR, CIT Portugal) está siendo objeto de amenazas de expulsión y exclusión por parte de la dirección del Bloco de Esquerda. Estas medidas son el resultado de nuestras posiciones y diferencias políticas con la actual dirección, así como por nuestro papel en la construcción del partido desde abajo, entre el ala juvenil del Bloco, atrayendo y colaborando con una capa amplia de militantes del Bloco que están en desacuerdo con la actual estrategia y posiciones de la dirección, incluyendo su postura respecto a la política de apoyo acrítico al gobierno del PS.
Los compañeros y compañeras de SR comprendemos plenamente la importancia central del Bloco de Esquerda, que ha atraído a una capa amplia de jóvenes y trabajadores, especialmente en el presente ciclo político. Estamos completamente comprometidos con la construcción del Bloco como partido de masas que defiende y representa los intereses de los trabajadores y la juventud, además de apoyar las palabras y el espíritu de sus documentos fundacionales en los que se afirma que el Bloco debe ser una “izquierda popular, plural, combativa y con influencia”. SR quiere ser reconocida oficialmente una tendencia dentro del Bloco de Esquerda, un procedimiento organizativo formal permitido y regulado en los estatutos. No es un caso excepcional restringido a los partidos portugueses o al CIT en Portugal, existe en muchas formaciones políticas que incluyen a otras organizaciones y tendencias, como en Die Linke en Alemania y en el PSOL de Brasil. Nuestro caso tampoco es único dentro del Bloco de Esquerda, pues éste fue fundado por distintas organizaciones de izquierdas, algunas de ellas todavía funcionan como tendencias reconocidas dentro del partido (como Esquerda Alternativa).
El espíritu y las normas que rigen el Bloco de Esquerda, y más importante aún el deseo y la opinión de la mayoría de su militancia, es ser una asociación y confederación de miembros y organizaciones de izquierda. Esto es crucial para tener una plataforma organizada en la que podamos luchar contra la explotación y opresión del sistema actual, para dar solución al 99% y no al 1%. Una organización en la que se acepten las diferencias políticas y se estimule el diálogo.
De ahí nuestra sorpresa cuando nos enteramos que se había creado una Comisión de Investigación contra nuestros militantes en el Bloco de Esquerda, no sólo por su afiliación política, también contra compañeros que han trabajado muy duro y están comprometidos, junto a otros militantes, en la construcción del Bloco en las calles, centros de trabajo, escuelas y universidades, entre los trabajadores y la juventud. Destaca entre ellos Francisco Raposo, que abandonó el Bloque de Izquierda en 2007 después de jugar un papel dirigente en la organización, y al que ahora se le niega su reingreso, incluso después de una declaración política en la que explica la evolución de sus opiniones. Como el nombre implica, se supone que el Bloco de Esquerda es una coalición, un bloque, personas y organizaciones de izquierdas, al que pertenece Socialismo Revolucionário como colectivo marxista. Las acusaciones de “infiltración” por parte de la dirección contra un grupo de militantes que siempre ha sido claro en su objetivo de construir el BE como un partido de masas de jóvenes y trabajadores, pero también sobre sus métodos y análisis, son infundadas y perniciosas. Son similares a los métodos burocráticos utilizados por diferentes direcciones reaccionarias que intentan asfixiar el debate y restringir la democracia interna que tanto valoran los militantes del BE.
Como dice nuestra declaración en la que pedimos ser reconocidos como una corriente oficial, no hemos hecho nada más que responder al llamamiento hecho por los fundadores del BI hace diecisiete años “…es el momento de invitar a todos los que están de acuerdo con nuestra declaración a implicarse en un movimiento (Bloco de Esquerda) capaz de construir una alternativa política nacional… es el momento de llamar a todos los que comparten la esencia de estos puntos de vista a una nueva iniciativa política, un Bloco de Esquerda capaz de propuestas enérgicas y convertirse en un signo de esperanza”.
Las diferencias políticas con la dirección no son una razón para evitar que la izquierda combativa pertenezca a una organización que pretende ser una unión de militantes y organizaciones que genuinamente buscan una alternativa al capitalismo. Como dice el documento fundacional, uno de los objetivos del Bloco de Esquerda es “iniciar una conversación política y cultural en la izquierda”, algo que SR-CIT siempre se ha esforzado por hacer de manera constructiva. Nuestros compañeros están entre los más comprometidos en la construcción del Bloco de Esquerda desde abajo, no sólo ganando a otros activistas sino impulsando la discusión política necesaria para elaborar el análisis y métodos de acción correctos.
Socialismo Revolucionário sabe que el Bloco de Esquerda es mucho más que la pequeña capa de dirigentes que están utilizando estos métodos antidemocráticos. El BI verdaderamente es una coalición de trabajadores, jóvenes y otras personas de izquierda que quieren organizar la lucha contra el capitalismo y por una sociedad que satisfaga las necesidades de muchos y no los caprichos de unos pocos. Con el potencial de ser un partido de masas y por el 99% en Portugal, estos métodos antidemocráticos adoptados por una pequeña capa y en contra todo lo que el Bloco de Esquerda es y su militancia, sólo perjudicará la causa para la que se creó el Bloco.
La lucha contra esta decisión no sólo es necesaria para la defensa de la democracia y el pluralismo dentro del Bloco de Esquerda, lo es también para la construcción del Bloco como un partido obrero de masas en Portugal.