· Se agregan a la
resistencia de la Asamblea Popular de la comuna cordillerana frente al
extractivismo, organizaciones ambientalistas y el Comité de Los Cabreros de ‘El
Manzano’.
· El drama de Los
Cabreros de El Manzano, comunidad criadora de ganado y cabras que sobrevive
igual que en los tiempos de la colonia española, a 20 kilómetros de Putaendo y
apenas a 100 de Santiago de Chile.
“¿Dejaremos llevar
cobardemente
riquezas que han forjado nuestros remos?
¿Campos que ha humedecido nuestra frente
dejaremos?”
Miguel Hernández
Andrés Figueroa Cornejo
“No tengo
fuerzas para rendirme”, parece decir el vocero de la Asamblea Popular de
Putaendo, Luis Manzano (1), baqueano de toda la vida, cuando nos pone al
día sobre el combate del pueblo de la comuna de Putaendo (V Región Cordillera)
en contra de la mega-minera Andes Copper de capitales canadienses.
Tal como lo había advertido hace
tiempo la Asamblea Popular de Putaendo, el pasado 28 de marzo de 2016, el
director de Andes Cooper, Eduardo Cobarrubias, expuso en la Comisión Especial
de Recursos Hídricos del Consejo Regional los dos proyectos que tiene para la
provincia de San Felipe y específicamente para la comuna de Putaendo: una
hidroeléctrica de aproximadamente 28 – Megawatts que se instalaría en el Río
Rocín, Putaendo, con el fin de producir energía para ser vendida al Sistema
Interconectado Central, y un yacimiento minero de cobre y molibdeno, que se
encuentra en la fase de exploración y que muy pronto entrará en una etapa de
definiciones de ingeniería, para comenzar a funcionar y medir sus impactos
ambientales (2).
Respecto de los plazos, el
funcionario de la transnacional Andes Copper señaló que “para la
hidroeléctrica, presentaremos el estudio de impacto ambiental a finales de este
año, y luego viene una construcción de 12 a 15 meses, mientras que el proyecto
minero está a 3 años de comenzar a definirse”.
-La minera
transnacional Andes Copper parece que dio una especie de itinerario y respuesta
‘oficial’ a la Junta de Vigilancia (donde 4 capitalistas controlan el agua de
todos los campesinos) que estaba gestionando medidas legales en contra de la
compañía…
“Con el
argumento del impacto ambiental, el cuarteto de la Junta de Vigilancia que
concentra la inmensa mayoría de las acciones de agua amenazó con levantar una
demanda en contra de la minera Andes Copper. ¿Por qué? Porque la Junta de
Vigilancia quiere instalar su propia hidroeléctrica, compitiendo con la que
pretende fabricar la minera. Para eso contrató al Estudio Jurídico Cubillos
Evans, el mismo Evans que en los años de plomo de la dictadura, junto a José Piñera
(3), el “privatizador de todo”, separaron las tierras del agua. A través de ese
estudio jurídico, la junta de Vigilancia dijo querer presentar algún tipo de
recurso legal, porque la Andes Copper, que ejecuta las faenas al interior del
cruce cordillerano Los Patos, ha realizado prospecciones menores y distantes en
el tiempo, con la finalidad de burlar la presentación de un estudio de impacto
medioambiental, y es casi un hecho que esta misma empresa dejará pasar un
tiempo y luego nuevamente ejecutará menos de 20 prospecciones, lo que le
permitirá esquivar la normativa y su presentación ante el Servicio de
Evaluación de Impacto Ambiental. Independientemente de lo anterior, el Estudio
Jurídico Cubillos Evans debe cobrar una buena cantidad de dinero que desconocemos
de dónde sale. En este movimiento de la Junta de Vigilancia, los pequeños
campesinos que tienen pocas acciones de agua, tarde y mal se enteran por la
prensa digital, y al final del día reina la incertidumbre. Por eso en la
Asamblea Popular de Putaendo creemos que entre los ricos de la Junta de
Vigilancia y de la minera puede haber una pelea intercapitalista o un “arreglo”
intercapitalista, a espaldas del pueblo, por supuesto.
De acuerdo a la
experiencia que hemos acumulado de situaciones similares en el país, la minera
Vizcachitas, holding de la multinacional Andes Copper que se implanta al
interior de Los Patos, es capaz de comprar en mucho más de lo que valen los
grandes fundos agro-frutícolas. Imagínate a los mini parceleros. Los viejos se
entusiasman y venden. Sobre todo, porque los parceleros están quebrados. Si
bien este año la fruta tuvo una buena producción, los precios estuvieron malos:
de $60 a $100 pesos (USD0,08 – 0,14) el kilo de duraznos, cuando producir un
kilo de duraznos vale $96 pesos (USD0,13). En consecuencia, la minera
transnacional es capaz de ponerles una buena cantidad de dinero en el bolsillo
a los productores chicos, y así la empresa se va quedando con las acciones de
agua (derechos de agua) destinadas para el riego. Se habla de que les ofrecen
entre $30 a $40 millones de pesos (USD42.850 – 57.000) por acción de agua, y
como muchos ya no son jóvenes, ven en la oferta una posibilidad de sobrevivir
los años que les quedan. En Copiapó, por ejemplo, las grandes mineras se dieron
el gusto de comprar el agua y la tierra a buen precio. De hecho, la compañía
extractivista se quedó con el agua y les dejaron la tierra, que en realidad, le
interesa bien poco. Y los parceleros se quedan sin agua, pero con un desierto.
La transnacional incluso les sugiere cínicamente que las parcelas secas la
subdividan y las conviertan en “parcelitas de agrado” para venderles a gente de
Santiago. En Putaendo ya están “tentando” a los viejos sin decir todavía que el
ofrecimiento proviene de la Andes Copper. Posiblemente la minera está usando a
sus propios trabajadores para ir adelantando el negocio. Un negocio que si
llega a concretarse, significa nuestro exterminio como comunidad.”
-¿El pueblo de
Putaendo puede comer con lo que produce agrícolamente?
“No, no existe
soberanía alimentaria. Como efecto del agro-negocio exportador, la gente perdió
la cultura de tener su pequeña huerta en la casa. Y como el capitalismo
uniforma el consumo, los putaendinos compran los alimentos fuera de la comuna y
consumen la misma comida chatarra que en todas partes.”
-¿A quiénes le
venden la fruta (duraznos, damasco, nueces, uva, etc.) los pequeños
agricultores?
“A mediadores de
grandes exportadores y comercializadores de fruta, como Corpora Agrícola S.A.,
la Conservera Pentzke S.A. (“Dos Caballos”), la transnacional Dole. Ellos
imponen los precios en el momento de la compra e incluso proyectan los precios
de las futuras cosechas. Y de Putaendo se extrae la materia prima para la
exportación de pasas. Otro tanto ocurre con las nueces (Chandler y Sell, tipos
de nueces más cotizadas). Sólo la exportación de nueces les reporta a los
empresarios más de 12 millones de dólares anuales en ganancia.
Aquí hay otro
problema. Los pequeños productores venden a los mediadores (verdaderos parásitos
comerciales), ni siquiera directamente a las grandes corporaciones, y carecen
de algún tipo de asociación propia para poder negociar los precios con más
fuerza. Los mediadores y las grandes firmas se aprovechan de que los
agricultores chicos están siempre mal económicamente y de su falta de
organización.”
La resistencia
de los putaendinos
-¿Qué ha
ocurrido en la Asamblea Popular de Putaendo?
“Este último
tiempo nos ha ido muy bien. La Asamblea se ha ido ampliando con la
incorporación de Los Cabreros de El Manzano. Y además hemos sostenido
provechosas reuniones con las otras dos agrupaciones que están en contra del
extractivismo de la gran minería en la comuna: la organización ambientalista Putraintú y la
Coordinadora Tres Ríos. Con ellos acordamos hacer una pintada durante todo un
día de marzo con una consigna común y única: “No a la minera, No a la
hidroeléctrica”. También realizamos una caravana informativa que salió del
parque municipal hacia Los Patos, con el mismo lema. Esto es parte de la propaganda
y una forma de recordarle a la comunidad nuestra lucha, lucha que es apoyada
por el 80 % de la gente. El 20 % restante, todavía es población que cree en la
publicidad siempre falsa de que la minera les va a dar trabajo. Hasta el
alcalde que es del Partido Socialista, Guillermo Reyes, y que va por su tercera
reelección, dice que está en contra de la gran minería. Desde el año pasado que
está en campaña, regalando calendarios y otras chucherías. En la Fiesta de las
Challas, la municipalidad gasto alrededor de $200 millones de pesos
(USD285.700). Nos preguntamos, en esta típica escalada populista, de dónde
saldrá tanto dinero. De 6 médicos que había a principios de enero de 2016 en la
comuna, ahora sólo quedan 4. Hay recursos para la fiesta, pero no para la salud
pública. Nosotros consideramos que es posible que el financiamiento para el
“circo”, que no para el pan, provenga de la propia minera. Por otra parte, en
el masivo Festival que se realizó en San Felipe, que es la capital provincial
de la comuna de Putaendo, la Asamblea Popular logró la solidaridad explícita de
la conocida cantante Anita Tijoux (4) en el escenario. Estamos en pie de lucha
porque ya se desató la batalla y es de vida o muerte.”
Los Cabreros de
El Manzano: la injusticia antigua
A 20 kilómetros
de la comuna de Putaendo y a sólo 100 kilómetros de la metrópolis chilena
sobrevive una comunidad de criadores de cabras, vacas y caballos, medio
encumbrados en la cordillera andina de la V Región del país. Venden queso de
cabra y caprinos jóvenes. No existen para nadie y, siguiendo los parámetros del
Índice de Pobreza Multidimensional del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), si fueran considerados por las encuestas romperían las
fronteras de la miseria humana en su condición de trabajadores/as. Habitan
chozas de madera barata y son contados los que saben leer. Se trata de familias
migrantes que pasan la mitad del año en Chile y la otra mitad en Argentina,
buscando talaje, agua y tierra e intentando capear una vida similar a la de los
más empobrecidos de los tiempos de la colonia española. Son el reverso de la
modernidad de la minoría de los que mandan. Son la negación del márketing
sofisticado y multimillonario con que el Estado de Chile procura atraer
capitales al país y acabar de una vez con las sombras de la soberanía que
restan. Para los criadores de El Manzano, jamás hubo primera independencia, ni
nada parecido al progreso del que se felicita la oligarquía (progreso para ella
y se acabó). Sólo sometimiento y carencias multiplicadas, madrugadas, castigo,
trabajo inhumano, colonialismo, frío y calores extremos, y trampa.
“Donde estamos
le llaman el fundo El manzano. No existe agua de regadío, sólo de secano. Es
agua para ganado no más. Criamos principalmente cabras, vacunos y caballos. Los
organizados hasta ahora en el Comité de Los Cabreros de ‘El Manzano’ somos más
de 30 familias y vamos creciendo. Aquí han llegado hartas personas del norte,
de Ovalle y del mismo Putaendo, y trabajamos en la zona desde hace 25 a 40 años.
Debe ser muchísimo tiempo más, pero la memoria es borrosa cuando no se sabe
escribir y no aparecemos en ningún registro. Varias familias se han tenido que
marchar por los problemas con el agua. Además nos han echado del lugar. Nos
cobran por trabajar y vivir en El Manzano”, afirma Walter Moreno, uno de los
representantes del comité de crianceros de animales.
-¿Quién les
cobra?
“Supuestamente
la Compañía Ganadera de Tongoy Ltda. Pero hasta la actualidad
jamás hemos sabido quiénes son sus dueños. Para cobrarnos, aparece gente que
dice que es administradora de la Ganadera Tongoy, y que rota cada cierto
tiempo. Cada vez que reclamamos, se cambia la o el llamado “administrador”. Nos
cobran una vez al año, pero a veces han pretendido cobrarnos dos años en uno. Entonces
mucha gente decidió no pagar y hasta ahora no ha pagado. Un compañero que hizo
una huelga de hambre no pagó durante 4 años. La administración lo amenazó en
noviembre de 2015 con que lo expulsaría con carabineros, pero no ha pasado
nada.”
-¿Cuánto les cobran?
“Según las cabezas de ganado. Por
vaca o caballo nos cobran mil pesos (USD1,4), y por cabra $100 pesos anuales
(USD0,14). Se trata de una buena cantidad de animales. Cada familia debe pagar
aproximadamente un millón de pesos al año (USD1.430).
Con la leche de las cabras hacemos
queso y lo vendemos. También vendemos los cabritos. En promedio, cada familia
gana alrededor de $500 mil pesos (USD714) mensuales, menos los $100 mil pesos
al mes (USD142) que nos cobran, si dividimos mensualmente la cuota anual que
nos impone la administración. El último administrador también quería cobrarnos
otros $100 mil pesos al mes (USD142) por el lugar donde hacemos nuestras
viviendas. Esa fue la gota que rebalsó el vaso. Nuestra gente se enojó de
verdad y dejó de pagar los talajes. O sea, la administración quería que le
pagáramos dos años de una vez, más el suelo que ocupamos para levantar nuestras
mediaguas (casas de emergencia hechas de tablas y plástico de desechos).
Como si no bastara, el Programa de Desarrollo
Social, PRODESAL, que representa al Instituto de Desarrollo Agropecuario,
INDAP, una institución dependiente del Ministerio de Agricultura en la comuna,
nos cobra $60 mil pesos (USD86) por persona por la “ayuda” en alimento para los
animales. Pero sólo a condición de tener cancelado el arriendo de la tierra y
del talaje. También por los estanques de agua que entrega el gobierno por
intermedio del INDAP y únicamente a las personas que postulan a proyectos muy
engorrosos, nos cobran otros $60.000 pesos (USD86).
De los $500 mil pesos (USD714) que
ganamos por familia por nuestra producción y venta mensual de queso y ganado,
nos quedan cerca de $250 mil pesos (USD357). Y cada una de nuestras familias
tiene un promedio de 5 personas. En la realidad, obtenemos alrededor de $50 mil
pesos al mes por persona (USD2,3 al día, por persona). Como cocinamos con leña
todavía, la supuesta Ganadera Tongoy, mediante sus supuestos administradores de
turno nos obliga a pagar la leña que usamos para cocinar nuestros alimentos.”
“No tenemos
agua, ni luz eléctrica, ni teléfono, ni alcantarillado, ni sanidad. La inmensa
mayoría de la gente es analfabeta”
-¿Y cuáles son sus condiciones de
vida, independientemente de lo que obtienen por su trabajo?
“No tenemos
agua, no tenemos luz eléctrica, no tenemos comunicaciones ni teléfono, no
tenemos baños ni alcantarillado ni sanidad. La inmensa mayoría de la gente es
analfabeta, y los niños/as que logran estudiar en la escuela de Putaendo,
llegan hasta 8º básico nada más. Al respecto el Comité está exigiendo
urgentemente un funcionario/a que acompañe y cuide a los alumnos/as que son
transportados hacia y desde los recintos escolares de la comuna de Putaendo por
el bus de la municipalidad. Los chicos/as deben caminar una hora y media hasta
la carretera donde llega el bus, pero quedan a cargo del chofer no más. Y aquí
la carretera es una serpiente llena de ‘animitas’ (hitos religiosos que marcan
donde ha muerto gente) por los frecuentes accidentes de tránsito.
Malvivimos
enmontañados. Somos una comunidad migrante. Pasamos el invierno en Chile y en
el verano nos vamos a la Argentina, a la provincia de San Juan, con la familia
y con los animales. Cuando migramos, no podemos cruzar directamente a la
Argentina, sino que tenemos que, desde la V Región de Chile, darnos una vuelta
en U para atravesar la cordillera por la IV Región porque sólo ahí contamos con
la autorización del Servicio Agrícola Ganadero (SAG) del Estado chileno.
Tardamos 8 días en cruzar a San Juan de Argentina. Si nos permitieran pasar por
Putaendo nos demoraríamos únicamente dos días.
El agua
bebestible la vamos a buscar a la ciudad de Putaendo. El municipio cada 15 días
nos viene a dejar agua en camiones aljibes, pero no llega a todas partes y a
los pocos días se pone de color verde. La administración les colocó candados y
llaves a todos los accesos donde habitamos, como si fuéramos presos. Eso
dificulta aún más la venta de nuestros productos.”
“No somos personas muy estudiadas ni
muy preparadas, pero se terminó la soledad”
-¿Qué resolvió el Comité de Los
Cabreros de ‘El Manzano’ frente a tanto abuso?
“Nos sumamos a la Asamblea Popular de
Putaendo con nuestra propias demandas y resolvimos no pagar más a la supuesta
administración hasta que no se aclare quiénes son los verdaderos dueños de la
zona. Es probable que hayamos sido estafados durante años y años, sin siquiera
saberlo. Los administradores nos tratan como cosas, como ignorantes y peor que
a los animales, y nunca nos han revelado quién es el dueño, si es que existe, de
estas tierras. Por eso estamos en medio de un litigio para que se transparente
esta situación que lleva varias décadas.
Ahora que estamos organizados en la
Asamblea Popular de Putaendo, por fin nos sentimos apoyados. Hasta hace muy
poco nosotros estábamos solos. No somos personas muy estudiadas ni muy
preparadas, pero se terminó la soledad y vamos a pelear por nuestras vidas.”
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