Debate en Venezuela: LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO NO TENEMOS ALTERNATIVAS. EL 6D: VOTAR NULO Y PREPARARNOS A LUCHAR

Posted by Nuestra publicación: on miércoles, diciembre 02, 2015


Logo Banner SR Venezuela
27 de noviembre
Declaración Política de Socialismo Revolucionario
Comité por una Internacional de Trabajadores, sección Venezuela

Venezuela vive una profunda crisis orgánica. El modelo económico rentista y neo colonia sometido a la dictadura del mercado capitalista de la potencias imperialista muestra una vez mas su debilidades y confirma las tesis de Trotsky de que para nuestros pueblos doblemente oprimidos por el sistema capitalista solo tiene como salida la revolución permanente.
SR CIT Venezuela, viene sosteniendo desde hace años que la Revoluciona Bolivariana, si bien había dado pasos importantes en algunos asuntos claves para mejorar la vida de los trabajadores y el pueblo, estaban amenazadas ante la debilidad de una política reformista que no termina de romper sus ataduras con el capitalismo y que se sostenía, en el caso de las reformas sociales, como las misiones educativas, salud y alimentación, en los boom de los precios del petróleo principal fuente y motor financiero de la economía venezolana.
Insistimos y es aún un objetivo estratégico, que sin organizaciones independientes y autónomas de los trabajadores y el pueblo que disputen la dirección del proceso a la pequeña burguesía radicalizada y los sectores reformista y oportunista en el Chavismo, sería cuestión de tiempo para volver a una derrota y la frustración de los trabajadores en su lucha por la emancipación definitiva contra el capital.
Hemos defendido, que la revolución nacional es una quimera. La revolución debe expandirse; por ello ante la propuesta progresista en términos de integración y búsqueda de crear polos de fuerzas alternativas en la región ante la hegemonía imperialista occidental de los EEUU y la UE; y ahora China y Rusia. Mecanismo como el ALBA, la UNASUR y CELAC solo servirían de reales alternativas de integración si se daban desde los pueblos, impulsando la revolución continental y la creación de una federación de naciones socialista.
Poder Popular fallido
La ausencia de democracia interna en el PSUV y en otras instancia de doble poder como los consejos de trabajadores, consejos comunales y los intentos de control obrero. Hemos defendido, que si estos órganos no eran dirigidos por la propia clase trabajadora en alianza con otros sectores explotados por el capital; y las organizaciones de izquierdas no hacíamos frente común en su defensa y en el ejercicio pleno de la democracia obrera; estos caerían en manos de la burocracia y la dirección reformista del PSUV degenerando dichos procesos afectando incluso la conciencia de clase. Que ante un eventual fracaso, sería el socialismo el responsable y no del modelo burocrático; como actualmente está ocurriendo con las empresa nacionalizadas.
Todo los pasos adelantes han sido producto de la lucha de clases y de la contradicciones y pugnas de poder entre la clase trabajadora, la burguesía, el imperialismo y la dirección reformista nacional burguesa del Chavismo. Es decir que el mito de que todo se ha logrado por la buena voluntad y genio de el líder carismático mesiánico, ha sido la trampa perfecta para invisibilizar a los trabajadores y sustituir su carácter y sujeto político del cambio revolucionario, por una vanguardia burocratizada organizada en el partido de gobierno y sus acólitos aliados. PSUV-GPP.
Revolución, contrarrevolución y reformas
La Revolución Bolivariana, fue un genuino proceso revolucionario que tuvo sus pico entre el periodo: 2003-2006, donde derrotada la derecha de su intento de tomar del poder por la vía del golpe reaccionario, el empuje desde abajo de los movimientos sociales, el pueblo pobre y los trabajadores, impulsó la implementación de la mayorías de las reformas y políticas progresistas que dieron una base de apoyo popular importante al fenómeno político del chavismo.
Luego entro en una fase de contrarrevolución entre el 2006-2010, donde se entro en una borrachera revolucionaria y se pensó que la revolución estaba consolidada, sobre todo por los altos precios del petróleo que permito ampliar los programas sociales convirtiéndose mas en medidas populista que reformas estructurales que resolvían los problemas y carestías históricas de la clase trabajadora y el pueblo. Se dio inicio entonces a un proceso acelerado de burocratización de cuadros y organizaciones políticas.
El chavismo se convirtió en un poderoso aparato burocrático donde Gobierno y partido PSUV han sido una misma cosa sin democracia interna, ni la autonomía de otros espacios sin sus dirección y control. El punto de inflexión, fue la muerte de Chávez, líder carismático del proceso que aceleró el avance definitivo de la derecha, anti comunista, que estaba agazapada dentro de las filas del Chavismo, tomando la dirección definitiva del proceso y llevándolo actualmente a la derrota.
Desde el 2012 entonces, la revolución bolivariana entró en un estancamiento y retroceso, acelerándose con las crisis económica del capitalismo internacional que afectó los altos precios del petróleo y desnudo las limitaciones de las políticas populistas y asistenciales del Chavismo.
Crisis que se acentúan por la ausencia de una alternativa revolucionaria que dispute la dirección del proceso al Chavismo. Lo cual también a permitido una recuperación de la derecha que venia de derrotas políticas y electorales durante los el periodo 1998-2012 que intenta capitalizar el vacío que no llena la izquierda revolucionaria.
La restauración burguesas no será un proceso lineal
Sin embargo en medio de todo este complejo sistemas de contradicciones y de procesos de revolución y contrarrevolución se ha desarrollado una conciencia política de la clase trabajadora y el pueblo que se niegan a retroceder a políticas neoliberales de privatizaciones masivas y de liberación de la economía al libre mercado, lo que permitiría una oportunidad para los sectores revolucionarios, para enderezar el rumbo del proceso y profundizar la revolución, y complicaba el camino lineal para que la reacción derechista y el reformismo nacional burgués en el chavismo, restauren su poder absoluto en el país.
Es decir, que a pesar de los retrocesos de los últimos años y la ausencia organizada de una alternativa revolucionaria a la MUD y al Chavismo corrupto y burocrático en el poder; no es un camino fácil para que ambas fuerzas restauren las dictaduras burguesas, agazapadas de democracias, como en los años posteriores a 1998.
Aun así la restauración capitalista burguesas esta cerca
Pero no hay garantías absolutas, la crisis actual es profunda, no solo es la debilidad económica histórica de Venezuela por su modelo rentista y monoexportadora solo de materias primas, también hay una agresiva contrarrevolución interna e internacional para quebrar la moral del Chavismo; entiéndase ese pueblo y clase trabajadora que vio en el Chavismo (Chávez) una esperanza de cambio; y que apoyo políticas de carácter o planteamientos pre-socialistas.
No hay duda que la crisis tiene una combinación de factores, no solo las políticas del gobierno de Maduro y la herencia de los que fueron las gestiones gubernamentales de Chávez, también hay acciones conspirativas de la derecha con apoyo internacional por ejemplo, Venezuela no tiene un bloqueo como el sufrido por Cuba, pero está claro que sufre una especie de boicot económico y financiero, además de una campaña mundial de descrédito para aislar el país. Con esto se busca acelerar la caída del gobierno.
Ante todo este complejo cuadro, hoy los habitantes de Venezuela en especial los trabajadores y el pueblo pobre sufren la crisis económica, política y social. La perdida de autoridad del gobierno por su degeneración corrupta y burocrática y la ausencia de un liderazgo revolucionario con moral y autoridad política, ha dejado un vacío enorme que esta generando peligrosos elementos de descomposición social, asesinatos atroces, prácticas terroristas y paramilitares, métodos criminales de intimidación a la población para someterlas a un estado de shock.
Una economía en desorden, sin dirección, atrapada entre políticas de controles burocráticos en manos de dirigente corruptos y una derecha miserable dispuesta a lo que sea para hacer caer el Gobierno de Maduro. Esto se refleja en el desastre cambiario, la inflación galopante y sin control, y carestía de la vida. Una crisis alimentaria que de no ser un país petrolero estaríamos en una situación de colapso social.
El descontento popular se esta convirtiendo en amargura, resignación y desmoralización, hay un reflujo en desarrollo y el debate ya no es Socialismo vs. Capitalismo, si no cualquier cosa que saque a la población de la situación actual de miseria e incertidumbre, todo un escenario idóneo para propuestas fariseas como las que intenta presentar la derecha.
Todo este cuadro podrían trae como consecuencia que partir del 6D se inicie un proceso de restauración burguesa en el poder como ha pasado en Argentina.
Por eso hemos sostenido que la derrota no será del gobierno actual, si no de un proceso que resucitó el socialismo de sus sombras, después de la caída del muro de Berlín; y volvió a colocar en la agenda de los movimientos sociales y de izquierda la lucha por el socialismo revolucionario ante el capitalismo salvaje en su fase neoliberal.
Atrapados en sus laberintos
la derecha como el gobierno, están atrapados en sus propio laberinto. Para la derecha su propuesta neoliberal no es viable sin evitar una reacción de la masas que podrían colocar en la agenda una nueva revolución; al igual que el gobierno, están entrampados entre la apertura capitalista con matices de políticas sociales, como dijo un analista de la derecha: “… el desarrollo y la política sin contenido social se acabo…”.
La revolución quedo sustituida por el neo bipartidismo del siglo 21
Ambas fuerzas en disputa, están atrapadas en las políticas de la revolución bolivariana en su época dorada del 2003-2006. Por tanto están haciendo todo lo posible para dirimir la crisis actual en el contexto de un nuevo bipartidismo burgués entre PSUV y sus acólitos y la MUD y sus archipiélagos de partidos políticos oportunistas y reaccionarios.
Con este nuevo esquema bipartidista, quieren domar a la clase trabajadora y someterla al arbitraje del conflicto de clase bajo el juego de la democracia burguesa. Todo esto facilitado por la incapacidad e incompetencia de la izquierda revolucionaria que sigue atrapada entre el apoyo abstracto al “legado de Chávez” y la critica al actual gobierno sin entender que acá, la cuestión no es sobre la figura de un hombre, si no de un modelo político fracasado y que no dio respuesta a las demandas históricas del pueblo y los trabajadores que se insurreccionaron después de décadas de sufrimiento y resistencia de la crisis anterior bipartidista entre social demócratas y social cristianos, como fue el 27 de febrero de 1989.
No mas apoyo critico, urge una alternativa y oposición de izquierda
Es por ello que hoy ante la derechización y degeneración burocrática y corrupta de la actual dirección del Chavismo, nos declaramos en oposición radical, manteniendo una política sensible de defensa a las conquistas obtenidas durante estos 15 años, como el acceso público y gratuito de los servicios básicos como salud y educación, pero denunciando y atacando duramente la dirección actual, que pacta con un sector de la burguesía, de la derecha y da concesiones a empresarios y transnacionales que se adaptan a los intereses de una nueva casta política que tras vestidores, al mismo tiempo también ha desarrollado una nueva burguesía llamada por el pueblo boli-burguesía; que viene a sustituir la lucha de clase y coloca la situación de actual como una lucha ínter-burguesa entre una burguesía tradicional y neo burguesía, donde ambas se disputan el control y reparto de la renta petrolera.
En todo este contexto, la izquierda revolucionaria, esta atomizada y fragmentada con posiciones radicales opuestas, con luchas intestinas y absurdas por egos personalistas, que no permite puentes entre una u otra orgánica para intentar un mínimo de articulación en un Frente Amplio Popular Revolucionario.
Una elección intencionalmente polarizada al nuevo bipartidismo
Los grupos revolucionarios independientes, de base, estamos en desventajas, no solo debemos competir con poderosos aparatos burocráticos que manejan recursos increíbles como son el PSUV y la MUD. Sino también de la manipulación electoral de la proporcionalidad donde los 5 estados que concentran el 51,7% de la población apenas eligen 64 diputados de los 167 a elegir. Mientras el resto de los 18 estados con un 48,2% elegirán 100 diputados. Además, se suma la polarización electoral entre los dos bloques Chavismo y Oposición que deja un margen mínimo para expresiones independientes.
Tenemos también, un sinfín de grupos electorales que pareciera que ha escogido enfrentar la polarización, pero que en verdad no son más que remanentes de los polos en pugna, candidatos excluidos y toldas electorales desgastadas y oportunistas, que lanzan candidaturas solo porque fueron excluidas en la repartición de cargos en su respectivas coaliciones (PSUV-GPP vs. MUD y derivados gazapos de independientes).
Con la salvedad del intento de unidad entre Marea Socialista y el PSL, la cual saludamos, pero que por sectarismo no se amplió a más sectores de la izquierda revolucionaria. No hubo ninguna llamada abierta a la izquierda revolucionaria, más allá de algunos saludos a la bandera, es decir intentos disimulados, para intentar construir una alternativa.
No tenemos opciones electorales
Todo el aparataje político y electoral está servido entonces para que alguna de los dos polos enfrentados salga vencedor, por mucha o poca diferencia, los matices a favor de los trabajadores se han diluido, hoy tanto la MUD como el PSUV-GPP representan las dos caras de una moneda, y las candidaturas independiente no hacen nada para desvincularse totalmente de los discursos y estrategias del sistema, por cuanto no representan una alternativa.
Mientras la izquierda atomizada en candidaturas folclóricas y discusiones pueriles acerca de candidaturas, que la ha obnubilado para erigirse como una alternativa social que tenga repercusión en lo político electoral.
Es por ello que los verdaderos revolucionarios, los que seguimos defendiendo el socialismo revolucionario debemos luchar contra toda la política no solo del gobierno PSUV (partido de cúpulas burocráticas y corruptas) con el apoyo del GPP, pero también de la MUD que es el fiel reflejo de la derecha conservadora y apátrida que quiere venderse como alternativa pero sigue siendo más de los mismo.
¡Votemos Nulo!
Los revolucionarios y los trabajadores no tenemos representación en las elecciones del 6 D y es por ello que nuestra propuesta es el VOTO NULO y con esto alzar la voz de protesta con respecto a la falta de democracia verdadera que volvió al bipartidismo histórico que tanto se criticó y combatió.
Utilizamos la táctica del voto nulo no como una máscara que nos oculte del espacio electoral, sino que la imposibilidad de alternativas nos ha llevado a elegir dicha táctica, además la proponemos como un espacio para el dialogo con sectores en lucha, diciéndole que no se engañen ante el escenario electoral, que nos preparemos para momentos duros que se avecinan con la victoria de cualquiera de los polos en pugna.
Porque las candidaturas no deben salir de acuerdos por arriba entre las cúpulas, sino que deben representar vastos movimientos sociales en lucha, donde los candidatos se forjen en el combate diario contra los desmanes de los patronos y las gestiones gubernamentales que precarizan la calidad de vida de la población y corruptas. Además, los candidatos deben seleccionarse en asambleas de los trabajadores, pueblo organizado y estudiantes.
Los trabajadores y el pueblo organizado tenemos el poder si nos articulamos, respetando nuestra diversidad y particularidades regionales y culturales, podemos lograr en el mediano plazo un movimiento insurreccional poderoso que barra con toda la mediocridad y vagabundería de las castas políticas títeres de las burguesías parasitarias que nos oprimen y explotan.
Debemos, Impulsar asambleas populares y reorganizar el tejido social popular y revolucionario que coloque los intereses del pueblo de Venezuela por encima de grupos de poder y mafias.
Ningún programa o propuesta hacia el Gobierno actual o sus gazapos oportunistas sirven; eso es echar semillas fértiles en un desierto. Nosotros mismos, tenemos que hacer lo que ingenuamente o absurdamente les pedimos, exigimos.Recuperemos las banderas con las cuales, muchos le dimos el apoyo al chavismo. Ese chavismo hoy soberbio y borracho de poder burocrático y negocios fraudulentos que han facilitado que hoy una derecha decrépita miserable nos estén arrastrando al abismo.