Chile - El pliego de los trabajadores del CIUS

Pese a todas las complicaciones, agravadas por el control sin contrapeso de los medios de comunicación por parte del capital y sus servidores, estamos quienes no aceptamos lo anterior y lo expresamos en las más diversas formas,
Acciones de denuncia, jornadas de movilización, construcción de diversos instrumentos que representen su sentir y aspiraciones. Todos buscamos devolver a los trabajadores el protagonismo, construir y/o recuperar la conciencia de clase, avanzar hacía un mundo nuevo donde el pueblo mande.

Nos identificamos con las declaraciones de principios de la FOCH y la CUT DE 1953.
Por eso, para explicitar nuestro ideario, resolvimos nacer oficialmente el 12 de febrero de 2015.
“Hastiados y agotados de quienes hablan a nombre de los trabajadores sin considerarlos, iniciamos un proceso que todos buscábamos por distintos caminos y no lográbamos concretar.
Constituimos el COMITÉ DE INICIATIVA POR LA UNIDAD SINDICAL CIUS”.

La dictadura destruyó parte importante del armado social, derogó leyes, ilegalizó organizaciones, persiguió, desapareció y asesinó a dirigentes sindicales y socios de las organizaciones. Su apuesta fue arrasar para dejar estéril la tierra.
Más no lo consiguió.
Y entonces apostó a la división, la dispersión de las organizaciones. Satanizó la política, instaló la desconfianza. Modificó los mecanismos de negociación colectiva y organización sindical, las normas del contrato de trabajo. Terminó con la negociación por rama.
Quienes llegaron a reemplazar a la dictadura dijeron que harían cambios, pero mantuvieron casi sin variaciones las bases del Plan Laboral.
Para eso han contado con el aporte entusiasta de muchos que, por acción u omisión, van por ahí diciendo que la lucha de clases no existe. Y se instalan en mullidos sillones para conversar con las autoridades sobre las necesidades de los trabajadores y se reúnen periódicamente con los patrones pero temen a la discusión con sus pares en la base.
No vamos a validar la gestión de esas organizaciones y dirigentes que están más preocupados de conseguir “paz social” aceptando lo que el sistema les ponga en la mesa.
Nosotros no les reconocemos como representantes de los trabajadores, repudiamos su forma de trabajo y su amancebamiento con el poder.
Pero no estamos levantando un muro, los trabajadores debemos estar unidos para conseguir nuestros objetivos.
Lo que hacemos es decir a los corruptos, a los desclasados y a quienes les siguen el juego, que en esta lucha contra el capital ellos no tienen espacio.
Con todos trabajaremos para avanzar en procura de nuestros objetivos, menos con los que han traicionado a la clase trabajadora.

Creíamos, creemos y creeremos, en la fuerza y la unidad de los trabajadores como elemento principal en la construcción de lo que llamamos “una nueva sociedad”.
No hemos puesto nombre a ésta sociedad nueva, pero estamos claros de la necesidad de su existencia.
Tendrá que construirse desde la fuerza avasalladora de los trabajadores y sus hermanos de clase. La misma fuerza que nos ha permitido mantenernos de pie en este largo tiempo de oscuridad.

El llamado a REBELARSE CONTRA EL SISTEMA hecho por el CIUS nos ha permitido el desarrollo de iniciativas diversas, como marchas, entrega de nuestra opinión al gobierno, parlamentarios y patrones, así como el incipiente desarrollo de actividades al interior de los lugares de trabajo.
Si lo cuidamos, lo promovemos y lo difundimos en su actuar, el CIUS puede ser visto como un instrumento de y para los trabajadores.

Todos pueden incorporarse, hacerse parte activa del trabajo del CIUS. No hacemos más exigencia a quienes quieran adherir, que el compromiso en la defensa irrestricta de los derechos de los trabajadores, así como trabajar en la creación y fortalecimiento de la conciencia de clase en los desprovistos de ella.
Juntos construiremos los instrumentos que hagan posible concretar estas aspiraciones, especialmente en aquellos lugares donde no hay organización.
Todos, organizados y no organizados, deben entender que este modelo, este sistema no responderá a sus demandas, por lo que se hace necesario prepararse para exigirlas.

Los trabajadores en la empresa privada y el sector público, los vinculados a una contraparte, necesitan fijar como prioritaria la lucha por un sueldo digno, lo que nos lleva a rechazar no sólo el monto vigente del mal llamado ingreso mínimo, sino el mecanismo que se utiliza para determinarlo.
Lo mismo hay que hacer con todas aquellas aspiraciones, mínimas o básicas, pero fundamentales para iniciar la dignificación de los trabajadores.
Esto debemos exigirlo al Estado y a los patrones. Al Estado por vía de las leyes que se dicten a los patrones a través de la negociación directa o colectiva.
¿Un requisito vital para concretarlo?, Organizaciones de clase que agrupen a los trabajadores y negocien con ellos.

EL PLIEGO DE LOS TRABAJADORES

1.- Todos los trabajadores, organizados y no organizados, debemos aspirar a un sueldo base mínimo COMPLETAR.

2.- En cada lugar de trabajo se debe cancelar un monto diario por locomoción y alimentación, no inferior en su valor a pasajes de locomoción colectivas de ida y regreso entre el hogar y el lugar de trabajo y una colación tipo que incluya plato principal, ensalada y postre.

3.- Los sueldos base mínimo, así como los pagos de locomoción y colación, se reajustarán una vez al año en el IPC

4.- Las empresas privadas tienen como base generar utilidades, por lo que corresponde a los trabajadores aspirar al pago de, al menos, el equivalente a 4,75 ingresos mínimos pagados en doceavos.
Lo anterior debe entenderse como un piso mínimo, demandas que hay que exigir principalmente al Estado para que vayan en beneficio de millones de trabajadores sin organización Pero debemos tener muy claro que las mismas ni siquiera las tienen incorporadas todos los organizados, por lo que se hace necesario cautelar las demandas anteriores en los contratos colectivos de trabajo que a futuro se suscriban.

Las reformas laborales en actual trámite parlamentario apuntan a terminar con derechos tan humanos como la jornada diaria y semanal de trabajo, el tope de horas extraordinarias por día, e incluso el tiempo mínimo para el cambio de uniforme que hasta ahora se paga.
Por eso, el Pliego de los trabajadores debe contener demandas que junto a las ya planteadas se incorporen a los contratos colectivos de trabajo y/o se demanden directamente a la patronal:

6.- Jornada de Trabajo y Horas Extraordinarias: La jornada de trabajo diaria será continua y la media hora de colación imputable a dicha jornada. En ningún caso podrá distribuirse la jornada semanal en más de 6 días ni menos de 5, y esta no superará las 40 horas.
Las horas extraordinarias serán pactadas por las partes y no serán más 2 por día.

7.- Aporte Seguro de Cesantía – Aporte AFP: La empresa se hará cargo del aporte del trabajador (0,6%) al seguro de cesantía, de la misma manera que no descontará suma alguna por este concepto del finiquito del trabajador.
La empresa se hará cargo de 1/3 del total de pago de AFP y de salud mensual, siendo los otros 2/3 de cargo del trabajador.

8.- Toda trabajadora tendrá derecho a sala cuna y a post natal real y efectivo de 6 meses.
En aquellas empresas que cuenten con trabajadores y trabajadoras que sean parte de la diversidad sexual, se otorgarán beneficios como habilitación de servicios higiénicos, días de permiso con goce de sueldo para trámites en el registro civil y otros inherentes a su condición.

9.- Todos los trabajadores disfrutaran de beneficios como aguinaldos, los que tendrán como base mínima el monto que se entrega a los trabajadores de la administración publica.

Estos son anhelos de millones de trabajadores, y todos aquellos que aquí no estén considerados pueden y deben ser levantados por quienes construyan las demandas.

Como hemos planteado, también se requiere que importantes sectores de trabajadores que no están en la empresa privada, tengan el reconocimiento de sus demandas, muchas de las cuales son planteadas en instrumentos de negociación no reglada y rechazadas por quien juega el rol de empleador.
Los trabajadores públicos son un claro ejemplo de lo anterior. Postergados por décadas, sujetos a las decisiones de los gobiernos de turno, tienen entre otras exigencias, que el CIUS hace suyas:

*Término del trabajo a honorarios y a la externalización de servicios para servir una función pública permanente desde los servicios básicos hasta los más especializados en todos los organismos del Estado como norma constitucional.
*Rediseño de los servicios con la participación vinculante de las organizaciones sindicales de trabajadores del Estado, en los aspectos de estructura, funciones, dotación, plantas, carrera, capacitación y derechos laborales, para construir y servir mejor desde los que conocen y trabajan en relación directa con la ciudadanía, un Estado al servicio de las grandes mayorías.
*Eliminación de brechas salariales entre los trabajadores de un mismo servicio o ministerio y entre los servicios y ministerios entre sí, “a igual función, igual remuneración”.
*Eliminación de las brechas en las condiciones laborales existentes entre los trabajadores de un mismo servicio, y de los servicios y ministerios entre sí, en materias como protección a la maternidad, higiene y seguridad, bienestar, casinos, etc.
*Indemnización por anos de servicio a los trabajadores que por eliminación de cargos o cese de sus funciones por aplicación de la figura equivalente a necesidades del servicio se les pone termino a la relación laboral con el Estado.

Por otra parte y aunque los trabajadores municipales cuentan con organizaciones que les representan en las negociaciones sobre condiciones económicas y sociales con el gobierno, hay sectores como los trabajadores de cementerios (existen 54 cementerios municipalizados en el país) cuyo empleador es una municipalidad aunque están contratados por el código del trabajo, y donde trabajan 4 y hasta 12 funcionarios.
Por eso y al no existir la posibilidad de formar una asociación o un sindicato, demandan una negociación por rama, para que todos los trabajadores se sientan representados y los beneficios lleguen a todos.

Este es el Pliego de los Trabajadores, una base para orientar la lucha por mejorar las condiciones de los abusados en sus derechos más básicos, pero no son las únicas demandas. Por eso debemos:

* Demandar el fin del subcontrato: Necesitamos un solo tipo de contrato para todos y todas, no más contrato a honorarios, no más contrato a plazo fijo o por faenas.

* A igual trabajo igual pago y derechos: Fin a la discriminación de una vez por todas.

* Pleno derecho a huelga: Aspiramos a la prohibición absoluta de reemplazo en huelga, sólo en caso de peligro para las vidas humanas que se permitan los servicios de urgencias.

* Exigir el termino del tope en la Indemnización por años de servicio: Que se indemnice por el total de años trabajados

* Pensión digna a los pensionados: Establecer una pensión mínima universal, cuyo monto no puede ser inferior al ingreso mínimo legal.

A PROMOVER LA EDUCACION, LA ORGANIZACIÓN Y LA LUCHA
DE LOS TRABAJADORES

CIUS