Chile - Constituyente, Derecho a la propiedad y TPP.
La Presidenta Bachelet sonriente con la plana mayor del gran empresariado
El encuentro de la Presidenta
Bachelet con la plana mayor del gran empresariado en el Centro de Estudios
Públicos CEP, acompañada de sus Ministros del área económica y
política, emite señales muy negativas para la gran mayoría de las y los
ciudadanos y demuestra la gran debilidad del gobierno para
hacer frente a la crisis institucional que vive nuestra sociedad. Lo anterior
arroja luz sobre el real alcance y voluntad para impulsar sus propias
y cada vez más limitadas y minimalistas reformas.
Lo que va quedando claro de
la risueña y "cordial" reunión entre la Presidenta de Chile y los
representantes de la elite y de los grandes grupos empresariales y
económicos es que los conflictos entre los intereses y visiones de
los grandes grupos económicos y el gobierno por las reformas
impulsadas, son más aparentes que reales y son más de estilo y forma
que de fondo.
Al abordar el llamado y confuso
proceso constituyente convocado por su gobierno, en vez de clarificar
de qué se trataba en concreto, la Presidenta Bachelet se esmeró
en darles garantías sistémicas y disipar los grandes temores de
los empresarios ante una eventual irrupción de la ciudadanía en el
debate democrático Constitucional que pueda poner en cuestión el
derecho a la propiedad.
Ante un entusiasta y receptivo grupo
empresarial la presidenta Bachelet señaló que la discusión Constituciónal
"responderá a estándares que ya están constituidos como el derecho a
propiedad".
Ante sus palabras nos
preguntamos: ¿Qué significa estándares ya constituidos en torno al derecho
de propiedad? ¿Significa que no existe la posibilidad de que se genere
un verdadero debate democrático que pudiera ampliar y diversificar los
distintos tipos de propiedad en una nueva Constitución? ¿Significa acaso que
"estándares ya constituidos" supone para ella no modificar
la concepción de Estado subsidiario que tiene la actual constitución
promulgada por Ricardo Lagos?¿Entenderá por estándares ya
constituidos que no es posible limitar, equilibrar ni restringir
desde el punto vista de los intereses de las mayorías, la concentración y
monopolio de la propiedad privada y de los excedentes que
generan tamaña desigualdad en la sociedad chilena?
La reunión de la
Presidenta con representantes de los grandes grupos económicos
y empresariales y las garantías que buscó darle a ese minoritario
sector de chilenos frente a la demanda nacional de cambio
Constitucional se ve agravada con sus declaraciones, al pedir el
respaldo del Congreso para el Acuerdo Transpacifico TPP que su
gobierno negocio y aprobó con los EEUU y otros 10 gobiernos.
La presidenta Bachelet se mostró
confiada al pedir el respaldo del Congreso para su Tratado de Libre Comercio
TPP, que en su palabras "primará el interés," lo que refleja que su
gobierno no busca ningún cambio estructural o reforma mínimamente profunda al
actual modelo económico, dominantemente neoliberal, que consagra una hiper
defensa al derecho y a la concentración de la propiedad en la actual
constitución, y un Estado subsidiario sobre el cual los distintos gobiernos
post dictadura han encontrado los fundamentos institucionales y
respaldos para seguir privatizando, desregulando la economía y
flexibilizando las relaciones laborales, y en el ámbito
internacional suscribiendo Tratados de Libre Comercio TLC'S que
profundizan la liberalización y desregulación de las relaciones
económicas de Chile en el mundo. Esta situación y modelo económico se
profundizará aún más con el ingreso e implementación por parte de Chile al
TPP, el cual otorga más poder a las grandes corporaciones
empresariales transnacionales por sobre la soberanía de los Estados,
y profundizara aún más las desigualdades y asimetrías del comercio y
la producción entre países en desarrollo y desarrollados como Estados Unidos
y Japón. En definitiva, el Acuerdo para el cual la
presidenta de Chile pide apoyo al Congreso (hoy bajo un fuerte
cuestionamiento de legitimidad por parte de la sociedad) profundizará
estructuralmente el tipo de economía y sociedad desigual que hoy se encuentra
en profunda crisis.
El TPP es para la geopolítica de los
EEUU la versión para el Asia Pacífico de su fenecida Area de Libre
Comercio para las Américas, ALCA, rechazada el 2005 en Mar del Plata,
Argentina, por los Presidentes y gobiernos progresistas de América Latina.
Al dar garantías a la minoría de
chilenos que concentra mayoritariamente la propiedad y los excedentes
en el país y solicitarle al Parlamento que apruebe un TPP que nos
amarra y obliga aun más a nivel global a profundizar el actual modelo
neoliberal concentrador e injusto, la Presidenta Bachelet borra con el
codo las reformas supuestamente estructurales que busca impulsar.
La única posibilidad de que estos dos
temas, (la concentración de la propiedad y el TPP) sean abordados de
manera soberana por el conjunto del pueblo chileno es a través
de una elección democrática y proporcional de una Asamblea
Constituyente para generar una nueva Constitución, y luego con la elección
de un nuevo Congreso electo como el inicio de un proceso que nos
lleve a edificar una democracia verdaderamente participativa para
gestar una democracia económica para el Chile del siglo XXI.
Esteban Silva Cuadra
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