Chile - Bajo Crecimiento y Aumento de la Inflación

Posted by Nuestra publicación: on miércoles, septiembre 09, 2015

Patricio Guzmán S.


Recuerdan cuando se hablaba continuamente de los “brotes verdes”, que auguraban el relanzamiento del crecimiento en las economías desarrolladas. Después de más  de siete años en que los países desarrollados se han estancado en un periodo de bajo crecimiento, recesión, recuperación débil, altas tasas de desempleo, recortes a los gastos sociales o  flexibilidad cuantitativa de la masa monetaria que ha alimentado la especulación en las bolsas, suena un sarcasmo repetir lo de los “brotes verdes”.

En Chile las autoridades económicas repiten otro mantra ahora; “nuestra economía cuenta con bases sólidas para enfrentar un escenario de volatilidad global”.

Sorprende el crecimiento de julio.
El mes de julio de 2015 el Indice Mensual de Actividad Económica IMACEC[1], que entrega el Banco Central mostró un crecimiento de 2,5%, bastante por encima de lo que  esperaban los analistas económicos, cuyas expectativas eran de 2,0%. El ministro Rodrigo Velasco llamó a la cautela. El gobierno sigue empeñado en poner freno a las reformas, y quiere desinflar las expectativas que creó la Nueva Mayoría para llegar a La Moneda, con el argumento que no hay plata, y ahora le conviene la cautela.

Pero la verdad es que Velasco tiene razón, estos datos todavía no alcanza a reflejar los efectos de la explosión de la burbuja china, y la contracción del comercio mundial, algunos de cuyos efectos se están comenzando a sentir recién. El crecimiento del 2,5% para la economía chilena de todas maneras es bajo, y muestra el resultado de más de siete trimestres de “huelga” de inversores, y la caída de los precios de las exportaciones.

Los grandes grupos económicos basados en Chile y las empresas transnacionales, frente a la incertidumbre de realización futura de las ganancias en los escenarios que se vienen, prefieren postergar inversiones. El crecimiento actual de la economía debe mucho a un gasto público expansivo, lo que no es sustentable en el medio plazo con el modelo de crecimiento y acumulación de capital que tiene el país, y de hecho el ministro Valdés anunció un menor crecimiento del presupuesto público para el próximo año. En otras palabras gran parte del débil crecimiento de la actividad económica está siendo sostenido por el gasto fiscal y no por la inversión privada.

Se dispara la inflación.
El otro dato económico difundido no resulta para nada positivo. La inflación anual se situó en 5%, por encima del rango meta del Banco Central de 2% al 4% anual. Peor aún la inflación de bienes de primera necesidad, también conocida como inflación de los pobres, que afecta directamente a la población de las familias de la clase trabajadora, llegó a un 5,7%.
El precio del dólar ha superado los 690 pesos. En una economía abierta, con una base manufacturera muy débil e importadora del grueso del petróleo y el gas, el dólar sube por el descenso de los ingresos  de las exportaciones, y alza del dólar es sinónimo de mayor inflación.

La economía chilena, está muy indexada a la UF cuyo valor respecto al peso refleja la inflación. Esto significa una fuerte tendencia a que la propia inflación se refleje en nuevas subidas de precios. En 2008 la inflación subió por encima del rango meta del 3%,  para volver a encarrilar la situación el Banco Central llegó a subir las tasas de interés al 8%. La recuperación de China, y el súper precio de las commodities, entre ellas el cobre, permitió entonces al país salir de una trampa recesiva[2].

Algunos analistas y el propio ministro Valdés, opinan que este fenómeno inflacionario será pasajero. El propio deterioro económico implicará una reducción de la capacidad de compra y endeudamiento de la gente, y por lo mismo podría reducir la inflación.   Sin embargo, estamos ante una posibilidad real que las expectativas de inflación se disparen. Un escenario que combina a la vez bajo o nulo crecimiento con inflación se conoce como “Estanflación”, y es muy difícil para las autoridades monetarias, porque no pueden estimular la demanda bajando las tasas de interés porque así aumentarían la inflación

De acuerdo con la Ley Orgánica Constitucional del Banco Central de Chile, su mandato es el control de la inflación y la estabilidad financiera, este mandato no menciona el crecimiento. La preocupación por el crecimiento por tanto sólo es posible cuando la inflación está controlada. Ahora en Chile, el Banco Central, deberá recurrir a mecanismos que reducen la inflación, porque restringen el crédito y contraen la masa monetaria, como la subida de la tasas de interés de política monetaria (TPM). Ya han anunciado que subirán la TPM, y sin condicionar está decisión a nada. Estas son políticas macroeconómicas anti inflacionarias,  que van en la dirección de disminuir el crecimiento económico.  Algunos economistas consideran sin embargo, que el impacto será acotado porque las tasas han estado muy bajas por mucho tiempo, y sostienen que la TPM afecta las tasas de interés del crédito en el corto plazo. No nos convencen sus argumentos, en un escenario de bajo crecimiento, la subida de las tasas puede ser de alto impacto.

Si a esto se suma la menor demanda y la caída de valor de las exportaciones chilenas, especialmente del cobre y el alza de  las tasas de interés de la FED (la Reserva Federal, el Banco Central de EEUU) que hará más atractivo para los capitalistas invertir en Estados Unidos, justo cuando lo es menos hacerlo en los países llamados “emergentes” como Chile,  tenemos el coctel perfecto para una situación recesiva o de muy bajo crecimiento.






[1] El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) es una estimación que resume la actividad de los distintos sectores económicos en un determinado mes, a precios del año anterior encadenados, de acuerdo a la nueva metodología en base a la compilación de referencia 2008. Su variación interanual constituye una aproximación de la evolución mensual del producto interno bruto (PIB). Fuente: Banco Central
[2] Una Recesión es una situación en la que el PIB de una economía decrece respecto al periodo anterior. Una “Trampa Recesiva” es una situación en la que por diferentes causas la economía que cae en recesión  no puede salir de ella. Por ejemplo, la recesión puede disminuir los ingresos del estado. Para no caer en cese de pagos a los acreedores externos, este estado decide disminuir los gastos sociales con lo cual mantiene y agrava la recesión, lo que provoca la disminución de la base tributaria, y así se repite el problema hacia adelante. Este ejemplo corresponde a la “trampa recesiva” de Grecia actualmente.