En defensa del rol de la Banca Pública.

Posted by Nuestra publicación: on miércoles, julio 22, 2015

En la foto se manifiestan en Lima trabajadores bancarios afiliados a su federación FENTAP.


Documento presentado por la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Bancarios y Afines de Chile (CSTEBA), al seminario internacional en defensa de la banca pública, que se llevó a cabo en Lima, los pasados días 14 al 17 de julio, a iniciativa de UNI Global Union, con participación de sindicalistas del sector financiero de Argentina, Brasil, Costa Rica, Paraguay, Perú y Uruguay.

En defensa del rol de la Banca Pública.
En los graves problemas económicos que se han sucedido desde 2008 en adelante, en distintos países y a escala global, la banca ha sido más parte del problema que de la solución. Lo cual está íntimamente relacionado con el proceso de privatización y desregulación que ha vivido la industria y el conjunto de la economía, con la fuerte reducción del papel de la banca pública y la financiarización y endeudamiento creciente de la sociedad, y el apetito de lucro, más allá de lo razonable. Paralelamente hemos vivido un fuerte proceso de concentración y transnacionalización bancaria.

Se extendió la idea perniciosa que el dinero puede producir dinero por sí mismo. El correlato fue la creación de complejos productos financieros que pocos inversores entendían a cabalidad, y cuyas bases de solvencia resultaron débiles, y la exigencia de tasas de retorno financieras siempre crecientes. Todo lo cual nos llevó a una crisis sistémica global no solo en el mundo financiero, sino también en la llamada economía real, junto con una espiral especulativa que aún no termina y cuyos costos seguimos pagando.
Un tema no menor para nuestros países es que la propiedad creciente de las multinacionales bancarias sobre los bancos que operan en nuestros países, implican una pérdida importante de soberanía. Una banca pública fuerte por lo tanto también está relacionada con la defensa de la soberanía de la nación
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Por una Banca Nacional de Fomento y Desarrollo.
La participación del Estado, a través de una banca nacional de desarrollo y de fomento, es muy determinante para orientar el proceso de desarrollo sustentable y reactivación del crecimiento económico y social. A diferencia de la banca privada, animada únicamente por maximizar el lucro, un ‘banco de desarrollo’  financia, normalmente a una tasa de interés inferior a la del mercado, proyectos cuya finalidad es promover el desarrollo social y económico.

Cuando hablamos de Banca Pública, pensamos en Instituciones Financieras con personalidad jurídica y patrimonio propios, constituidas al amparo de una legislación especial adecuada para los fines por la que son creadas, y sin objetivo de lucro. Pensamos que además de un banco público de la nación, también debería haber instituciones dedicadas a nichos productivos y económicos específicos, en distintas regiones, y también para clusters regionales (agrupaciones económicas)  que podrían incluso contemplar acuerdos supranacionales, de fomento e integración regional internacional. La propiedad de estas últimas instituciones financieras puede ser del Estado directamente, o de instituciones sociales sin fines de lucro (asociaciones de cooperativas, asociaciones mutuales, sindicatos…), o mixtas. Cuyo objetivo fundamental sea facilitar el acceso al financiamiento a personas físicas y jurídicas sobre la base de políticas de planificación de desarrollo económico y social; así como proporcionarles asistencia técnica y capacitación, no simplemente limitarse a colocar créditos.

Cabe mencionar que en el desempeño de sus funciones, Estas instituciones sin fines de lucro, sin embargo deben preservar y mantener su capital, garantizando la sustentabilidad de su operación, mediante políticas de eficiencia, prudencia y transparencia de recursos, y de ser necesario garantías estatales. Al tiempo que cautelar la calidad del empleo y los salarios bancarios.

Nos parece importante subrayar, dos puntos. El primero es que la banca pública debe jugar el papel determinante en las colocaciones del sistema bancario, lo que implica que debe garantizarse el capital suficiente para que la institución pueda ser la más importante. El segundo que no basta la propiedad estatal de un banco, pues para que cumpla plenamente el rol de banca pública, este banco no puede limitar su rol a colocar crédito, y hacer negocio como cualquier banco privado, como desgraciadamente ocurre en Chile, por el contrario esta banca que aspiramos potencial sirve para mantener las condiciones del crédito, las tasas y costos de la industria dentro de parámetros razonables, incluso cuando el riesgo puede resultar más elevado, si el interés social lo amerita.

Entendemos que entre los objetivos particulares de la banca pública están:
Garantizar el acceso al financiamiento de proyectos y sectores que no cuentan con una debida cobertura crediticia, por el riesgo involucrado, la falta de activos como garantía, su carácter de economía social y solidaria, o simplemente falta de interés de las instituciones financieras privada;
Fomentar la I&D, y las empresas con valor agregado para las exportaciones.
Fomentar emprendimientos basados en alianzas regionales y promover efectivamente el desarrollo de todas las regiones, y también la integración latinoamericana.

Dar mayores resortes al estado para desarrollar políticas contra cíclicas, y manejar la masa monetaria.

En particular nos parece que una banca nacional debe facilitar ciertos emprendimientos claves, en los que nuestros países sufren importantes déficit:
Formación de trabajadores cualificados, técnicos y profesionales. 
Centros y departamentos en las empresas de investigación y desarrollo.
Investigación aplicada.
Capitalización y desarrollo de áreas innovadoras, con valor agregado, en la economía.
Apoyo al desarrollo de ‘clusters’ (agrupaciones económicas) regionales, incluyendo transfronterizos.
Cajas de ahorro sin fines de lucro.
Cooperativas de crédito y consumo.
Mutuales de trabajadores.
Cooperativas y Asociaciones de productores.
Pequeños y medianos empresarios cuya finalidad de negocios coincide con las políticas de desarrollo y fomento.
Desarrollo de redes de comercialización para la producción social,  nacional y regional.
Proyectos productivos y comerciales de integración entre países de la región.
Asociaciones con bancos públicos de países hermanos para la promoción del desarrollo y fomento.

Gestión Tripartita de los Directorios:

Entendemos que en todas las instituciones públicas, además de representantes del Estado, debería haber representantes de los trabajadores bancarios y de los usuarios a través de designación democrática, formando directorios tripartitos.
En la foto los delegados presentes en el seminario internacional organizado por UNI Finanzas.