¿No ha aumentado el desempleo en Chile?

Posted by Nuestra publicación: on martes, junio 16, 2015


Patricio Guzmán S.

El INE informó que el desempleo en el trimestre febrero-marzo-abril de 2015, es 6,1%. Esto significa que la desocupación coincide con la de hace doce meses, y la del trimestre móvil anterior.
Sin embargo, la desaceleración del crecimiento de la economía chilena ha continuado profundizándose, y es probable que el crecimiento futuro se situé cerca del 2,5%. El trimestre pasado fue el séptimo en que el crecimiento se sitúa debajo del 3%.  Una economía orientada a la exportación, especialmente de materias primas mineras, es muy dependiente del estado de los grandes mercados compradores de estos productos.

Si observamos la evolución de los mercados internacionales, decisivos para las exportaciones chilenas, comprobamos que China que constituye el primer socio comercial de Chile, sigue desacelerándose a incluso es posible que ya haya comenzado un aterrizaje forzoso, como consecuencia del sobre endeudamiento y de la acumulación de capacidad productiva ociosa. De momento el FMI ha rebajado sus perspectivas de crecimiento para el gigante asiático al 6,8%.

La economía de Europa, especialmente de los países del sur del continente,  aún no consigue recuperarse de todos los efectos de la Gran Recesión, y el posible default griego, amenaza con golpear a otros intereses europeos, especialmente los bancos alemanes que son sus principales acreedores, lo que amenaza con desencadenar una nueva crisis financiera global.
A pesar de contantes anuncios de brotes verdes y recuperación, los Estados Unidos no han recuperado su dinamismo, y las políticas de Flexibilidad Cuantitativa que le han permitido evitar una nueva recesión, han agravado desequilibrios, especialmente una deuda que a esta altura parece impagable, y también constituye una amenaza sistémica para la economía mundial.

La estabilidad de las cifras de desempleo entregadas por el INE, no parecen congruentes con el deterioro del crecimiento de la economía nacional, y del contexto internacional. La postergación de inversiones y proyectos, el ajuste de puesto de trabajo por parte de las empresas se traducen en el aumento de las tasas de desempleo, en la postergación del ingreso al mercado laboral de los jóvenes y de las personas en condiciones de trabajar que abandonan sus intentos de encontrar empleo. Una explicación de que el desempleo no aumente puede ser el aumento de aquellos que no se incorporan al mercado laboral o dejan de intentar encontrar empleo, sin embargo una crítica que se ha hecho a los datos entregados por el INE es que se han producido cambios bruscos en los trimestres reportados, de un mes a otro, aunque de signo inverso, entre las personas que indicaron no querer trabajar y de jóvenes fuera de la fuerza laboral por razones de estudio.

Para que exista que alguien sea considerado en la estadística de paro forzoso, se necesita que la persona desempleada desee trabajar, haya realizado esfuerzos para conseguir empleo o esté esperando volver a su empleo o comenzar en alguno el mes siguiente, y que acepte los salarios actuales que se están pagando en un momento dado. Quedan fuera aquellos que hayan realizado alguna hora de trabajo por cuenta propia (los “coleros” de las ferias libres por ejemplo), o incluso trabajo no remunerado para algún familiar.

La Población Activa comprende la suma de aquellos que están trabajando más los que están desempleados. El porcentaje de desempleo representa la participación de los desocupados en el total de la población activa.

Por lo anterior las estadísticas de desocupación, pueden ser engañosas. Especialmente porque no consideran la calidad del empleo, de manera que se puede vivir un proceso de deterioro – o de mejora - de las condiciones de trabajo, de precarización, de aumento del empleo a tiempo parcial, de reducción de salarios, de incremento del trabajo informal, o de actividades de simple sobrevivencia que pueden aparecer como “trabajo independiente”, sin que nada de ello altere las cifras de cesantía.