Editorial de La Brecha, n°11, junio 2015
Por un gobierno del pueblo
trabajador
Las elecciones para escoger
representantes en las instituciones no son para los marxistas revolucionarios
el principal campo de batalla en la lucha de clases. Es la organización en la
calle, en los centros de trabajo y en todos los ámbitos de la sociedad donde se
ha de llevar a cabo esta lucha de forma principal y es la correlación de
fuerzas entre ellos la que hace posible o no un verdadero cambio social.
Editorial
No por ello hay que ignorar la
importancia de unas elecciones y más en la época actual donde todo es tan
volátil e incierto. Pero en todo caso, las elecciones no pueden verse como una
foto fija e inamovible de la correlación de fuerzas de los diferentes partidos,
sino más bien como una imagen concreta y puntual de en un proceso vivo que
tiene lugar de forma dialéctica, con sus tendencias, contradicciones y
tensiones. Además hay que tener en cuenta que muchos de estos procesos no son
públicos o claramente visibles y que los resultados electorales sirven para
sacarlos a la superficie.
Las elecciones del pasado 24 de
mayo son muy significativas por haber sido las primeras en las que realmente ha
habido un reflejo electoral de toda la acumulación de fuerzas y el aumento de
conciencia llevado a cabo durante el ciclo de movilizaciones que empezó el 15
de mayo de 2011.
Hasta ahora los cambios habidos a
nivel electoral fueron escasos, básicamente el desgaste del PP y PSOE, y la
aparición de Podemos, hace aproximadamente un año. Ahora, varias son las
tendencias importantes que parecen aparecer claramente en la actual situación.
Por un lado, sigue adelante la tendencia iniciada en el último año de clara
caída del bipartidismo reinante de las últimas décadas. Cierto es que a fecha
de hoy el desgaste es menor de lo esperado y que PP-PSOE siguen siendo todavía
los partidos más votados, pero es evidente que esta situación no puede durar
mucho. Al mismo tiempo hemos visto un claro estancamiento de los dos partidos
que estaban llamados a ser los nuevos actores relevantes: Podemos y Ciudadanos.
Aunque no se puede considerar que
hayan fracasado, sí parece claro que su trayectoria ascendente ha quedado
frenada, del mismo modo que resulta poco probable que vayan a ser capaces de
convertirse en los protagonistas del nuevo bipartidismo. Por supuesto, su papel
en la formación de gobiernos va a ser muy importante, pero por si solos no van
a poder gobernar en ningún sitio. Si a esto le sumamos las grandes victorias de
las candidaturas de confluencia en ciudades tan importantes como Madrid y
Barcelona, podemos concluir que claramente hemos entrado en una nueva fase que
se va a caracterizar por la inestabilidad de los gobiernos a corto plazo y en
la cual los poderes económicos van a tener muchos problemas para seguir con su
agenda de reformas, o sea, austeridad y retrocesos sociales.
Estas victorias tienen el
potencial de cambiar totalmente el campo de batalla y de colocar a los
movimientos de lucha obrera y social en una posición infinitamente más
favorable para un desarrollo exitoso. Los gobiernos municipales, utilizados
correctamente, pueden ser de gran importancia. De hecho, ya han tenido un
impacto importantísimo levantando el ánimo de todos los que llevan años luchando.
El sentimiento de que “los que siempre perdimos por fin hemos ganado”, se
extiende. Ese mayor nivel de confianza puede ser clave para la lucha de clases.
La izquierda, la confluencia y la
gobernabilidad
Los resultados electorales han
dejado muy claro que ningún partido de izquierdas tiene actualmente posibilidad
de gobernar por si solo, pero que los procesos amplios en los que han
participado más de un partido así como numerosos movimientos sociales y
activistas a título individual han tenido un grandísimo impacto allí donde han
tenido lugar. Todo ello, a pesar de que la gran mayoría de procesos de
confluencia no han sido precisamente modélicos y han estado llenos de
dificultades en cuanto a las relaciones entre los diferentes actores y
sobretodo han carecido de claridad programática, lo cual es básico para poder
acometer las tareas que desde los gobiernos se presentan.
Al estar en posiciones de
gobernabilidad el movimiento entra de lleno en una nueva fase de la lucha de
clases. Es muy importante ser consciente de ello y no caer en la ilusión de
pensar que al conquistar el poder institucional gran parte de la lucha ya está
realizada. Los ejemplos históricos de movimientos de izquierda que conquistaron
el poder en las instituciones para luego no conseguir transformar la sociedad e
incluso ser la antesala de la reacción son cuantiosos. Hay una serie de
cuestiones que tienen que ser planteadas y debatidas ampliamente.
Pactos de coalición o gobiernos
en minoría
Un debate clave que se da en
muchas ciudades es el siguiente: ante la posibilidad de gobernar, ¿cómo debe
actuar la izquierda? ¿Entrando en coaliciones de gobierno con otros partidos
como el PSOE, ERC, etc? ¿O gobernando en minoría? Son muchos los que defienden
la primera opción, apelando al “realismo” y la necesidad de gobernar
“establemente”. Sin embargo, desde SR defendemos que, en general, la mejor
opción para responder a las necesidades de la gente y favorecer a las luchas
obreras y sociales es gobernar en minoría, basándose en la movilización y
presión social para implementar una política 100% anti-austeridad.
Para nosotros, el debate debe
arrancar de la cuestión del programa. En muchos aspectos, las elecciones han
sido un referéndum sobre la austeridad. Y “nuestras” candidaturas han representado
la expresión más consciente del voto anti-austeridad. El punto de partida en
que nos tenemos que fijar es no gobernar para ser nosotras las que la
implementemos. La cuestión es si un pacto de gobierno con el PSOE (por ejemplo)
puede facilitar eso.
Sostenemos que, dado el carácter
del PSOE y su compromiso más que evidente con la política de austeridad (aunque
sea “light”), en la inmensa mayoría de casos pactar un gobierno 100%
anti-austeridad con ellos es imposible. Hay que entender que, en la realidad, el
cambio social y político no se consigue a través de mayorías parlamentarias o
institucionales sino con mayorías sociales claras, organizadas y movilizadas
activa y conscientemente.
Un gobierno de izquierdas 100%
anti-austeridad, aunque sea en minoría, debe anunciar las medidas y políticas
necesarias para acabar con la austeridad. Evidentemente, estas medidas, muchas
de las cuales no tienen encaje en el Estado de derecho actual (por ello son
rupturistas), con total seguridad no las aceptarían los partidos
pro-austeridad. Pero organizando al pueblo en apoyo a estas políticas podría
crearse una presión social y un ambiente que obligaría a muchos de los partidos
pro-austeridad – o a un sector de ellos, por lo menos - a votar por medidas
rupturistas en las instituciones.
La repetición de ese ejemplo en
muchas ciudades y pueblos podría conformar una red estatal de ayuntamientos
rebeldes que construir, un movimiento que, además, serviría como preparación
imprescindible de la lucha para derribar al PP y conseguir un gobierno
completamente anti-austeridad en las próximas elecciones generales. Pero la
utilización de estos métodos requieren de un gran liderazgo y al mismo tiempo
de una gran confianza en la capacidad de movilizarse de los trabajadores,
parados, pobres, estudiantes,…
Sólo confiando en dicha capacidad
se pueden conseguir victorias e iniciar el camino de la verdadera
transformación social. Un gobierno de coalición con partidos que no condenan el
sistema, la austeridad y que nunca van a romper con las leyes capitalistas es
incompatible con dichos métodos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
TEMAS
internacional
Chile
crisis capitalista
economia
editorial
CIT
nacional
trabajadores
elecciones
AFP
historia movimiento obrero
politica
historia y teoria
venezuela
arte y cultura
represion
España
estados unidos
protestas
alternativa socialista
china
crisis economica
crisis educación
capitalismo
economía
mapuche
europa
huelga
imperialismo
Huelga General
grecia
estudiantes
Brasil
Socialismo
medioambiente
analisis de perspectivas
campaña solidaridad
crisis financiera
estalinismo
gran bretaña
desempleo
sindicatos
Transantiago
argentina
bolivia
escuela
golpe de estado
recesion
stalinismo
conflicto israel palestina
derechos de la mujer
kazajstan
alemania
alza de transporte
gobierno Piñera
israel
Trotsky
cuba
pueblos originarios
restauracion capitalista
Unión Europea
asesinatos
juventud en rebelion
palestina
teoria marxista
voto nulo
Derechos Humanos
Socialismo Revolucionario
declaracion CIT
gaza
honduras
marxismo
partido comunista
seguridad social
Latinoamerica
crisis
educación
bancos
mexico
privatización de la educación
racismo
1º de mayo
ocupación de fábrica
peru
unidad popular
Perspectivas Mundiales
irlanda
irlanda del norte
italia
medio oriente
perspectivas
trabajadores mineros
trotskismo
Bolivia-MAS
Egipto
MPT
Portugal
derecha
escocia
izquierda socialista y anticapitalista
marcel claude
masacres
medios de comunicación
revolucion
salario minimo
solidaridad
Joe Higgins
alzas
campaña
canada
documento del CIT
francia
guerra civil
privatizacion del cobre
revolucion rusa
revolución alemana
salud
terrorismo
tsunami
Necrologicas
Relaciones mundiales y economía
Sri Lanka
crecimiento economico
crisis alimenticia
depresion economica
derechos democraticos
desastre ecologico
desastre minero
movilizacion
mujeres
nazismo
primero de mayo
referendum
rusia
trabajadores portuarios
video
Belgica
PSOL
Parlamento Europeo
acuerdo pc - concertación
colombia
constitucion boliviana
formación política
huelgas
libertad de expresion
paro
revolucion cubana
segunda guerra mundial
sicariato
tamil
Asia
Haití
Iniciativa por un Partido de Trabajadores
Retail
Sudáfrica
afganistan
balance proceso venezolano
balance revolucion cubana
calentamiento global
gripe porcina
homofobia
juventud
lucha anticapitalista
obama
pakistan
suecia
tratado de lisboa
turkia
Coalición de sindicalistas y socialistas
Muro Israel Palestina
SR
Tailandia
africa
burbuja inmobiliaria
clases sociales
escuela latinoamericana
fraude electoral
hitler
marco enriquez ominami
marx
oligopolios
presos politicos
programa de transicion
Kozovo
Que somos y que defendemos
TMI
Xekinima
costa rica
homosexualidad
masacre tiananmen
revolución china
trabajadores de la salud
xenofobia
0 Responses to "Estado Español - Por un gobierno del pueblo trabajador"
Publicar un comentario