Chile - Acuerdo desde la UDI al PC

Posted by Nuestra publicación: on lunes, abril 13, 2015


Alfredo Armando Repetto Saieg

La crisis de legitimidad derivada de los escándalos de corrupción se agrava; lo hace porque aparece involucrada la casta política - empresarial en su totalidad. De parte de la Nueva Mayoría tenemos al PS, al PPD y a la DC a la que se suman figuras tan oportunistas e inconsistentes como MEO. Mientras no acabamos de indignarnos e impresionarnos aumenta el descontento de los trabajadores por el desgobierno de la Presidente, por el vínculo de la política con las empresas y también por la soberbia e insolencia de los dirigentes pertenecientes a la Alianza.
Por eso ni la UDI ni RN logran capitalizar el desplome de Bachelet, de hecho ellos son los más comprometidos. No hay recambio generacional ni figuras que los salven, mucho menos liderazgos fuertes que estabilicen la “democracia” en la medida de lo posible. Pero todavía tienen una ventaja: el rechazo pasivo de la población, la falta de organización de los sectores populares para impulsar la auténtica solución: la Asamblea Constituyente Autoconvocada. En ese contexto es importante que los partidos que no pertenecen a la derecha duopólica rechacen con ahínco y con un compromiso real la salida institucional.

Lo lamentable del documento firmado por los partidos políticos como respuesta a la crisis de credibilidad acentuada por los casos de corrupción que tienen en vilo a la casta política- empresarial, es que intenta rebajar la gravedad del asunto para de ese modo estabilizar la "democracia" en la medida de lo posible; se relativizan los hechos al calificar los escándalos como “conductas reñidas con la ética, en el sector público y privado”. Sin embargo, acá estamos ante la compra y venta de cargos políticos para defender los intereses de la patronal.

Sobre la reivindicación del régimen el acuerdo es claro: “Somos respetuosos de la labor del Ministerio Público y del Poder Judicial … Somos respetuosos también de la acción del SII, del Congreso Nacional, del Ejecutivo, del Tribunal Constitucional, de la Contraloría General de la República, y de todas las instituciones que conforman el Estado de Chile”. Pero, son estas organizaciones las que están en tela de juicio por amparar la corrupción: el Congreso es protagonista de los escándalos, también la justicia que cambiando fiscales intentó dar todo por finiquitado y hasta el SII que maniobró con el manejo de los tiempos para presentar las querellas. En resumen, se defiende la legalidad vigente para así rechazar la idea de la Asamblea Constituyente.