Chile - Discurso - 5 de octubre 2013 - de Luis Mesina en la marcha NO MAS AFP

Posted by Nuestra publicación: on lunes, octubre 07, 2013

COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS:  (discurso 5 de octubre 2013)


A 40 años del fatídico golpe de estado, nos reunimos hoy, 5 de octubre, fecha emblemática para nuestro país en esta Pza. histórica. Hace 25 años, en 1988, los chilenos expresaban en un Plebiscito su anhelo y voluntad de terminar con la dictadura, sus crímenes, torturas, abusos y miseria.

Ese 5 de octubre el pueblo trabajador voto que NO, pues con ello dio fe y esperó con ilusión la llegada de la alegría prometida. La promesa de que se iba a terminar con los abusos y la represión, hizo que muchos confiaran en dichas promesas. La mayor aspiración del movimiento sindical y de los trabajadores era acabar con el Código del Trabajo y terminar con las AFP, ambas instituciones impuestas por la tiranía contra la voluntad de los trabajadores. Eran, las herramientas con que el empresariado descargaba su odio de clase y abuso, contra millones de asalariados. Hoy, a 25 años de ese emblemático 5 de octubre, la legislación laboral se ha consolidado como el más eficiente andamiaje jurídico, que fragmenta, explota y debilita los sindicatos; les niega la exclusividad de sujeto colectivo de derechos; destruye las conquistas y elimina derechos que a lo largo de luchas se habían conquistado. La previsión, transformada en un seguro privado de ahorro forzoso, lejos de transformarse en beneficio de los trabajadores, ha sufrido modificaciones en claro beneficio de los grandes grupos económicos.

En efecto, la creación de los multifondos y el ahorro previsional voluntario introducidos bajo el gobierno de Ricardo Lagos, y la “reforma previsional” del gobierno de Michelle Bachelet no han hecho más que fortalecer, un sistema de pensiones que en lo absoluto, ha implicado mejoras previsionales para los casi 10 millones de trabajadores afiliados. Este sistema; único en el mundo y que tantas veces hemos calificado como inmoral, sigue prisionero de los grandes grupos económicos, quienes disponen como en ninguna otra parte del mundo, de un ahorro interno que les permite financiarse a costos irrisorios, para luego transferir altísimos costos a los trabajadores, cuando éstos demandan crédito.
Para derogar el decreto ley 3.500 de 1981 que regula las AFP se requiere voluntad política, voluntad que necesariamente debe surgir de la sed de justicia, de quienes dirigen el Estado, la que por cierto jamás tuvieron los gobernantes en estos últimos 24 años. Prefirieron profesar la doctrina de los cambios en la “medida de lo posible” y ello implicó postergar la instalación de un sistema de pensiones, solidario, basado en los principios que el estado chileno suscribió con la Organización Internacional del Trabajo.

A 25 años del triunfo del NO, los resultados para el mundo del trabajo son pobrísimos; ha significado la continuidad y profundización del modelo económico a favor de los grupos económicos. Los sucesivos gobiernos civiles han legitimado con sus políticas la pérdida de derechos. La “victoria” de la mayoría ese 5 de octubre fue arrebatada y puesta al servicio de una minoría. En lugar de llegar la alegría, creció la tristeza y el descontento, la frustración, la desesperación, la desconfianza.

La Seguridad Social está reconocida como un derecho humano fundamental, sin embargo, en Chile se ha convertido en una mercancía lucrativa, al igual que la educación, la salud, la vivienda, la energía y el transporte público. En toda iniciativa humana colectiva, se ha instalado la lógica del lucro y el abuso.

Estamos aquí, convocados por la “Coordinadora Nacional NO + AFP”, para mostrar que nos cansamos de esta sociedad del lucro; de esta sociedad exitista, que nos ve como meros recursos humanos, disponibles para el capital, sólo en la medida que nuestras fuerzas y energías le permitan obtener y generar riqueza con nuestra humanidad.
Nos hemos agrupados en esta coordinadora, para hacernos más fuertes y para no soportar más abusos, en especial de los grandes grupos económicos.

En este contexto quiero saludar especialmente la presencia en este acto de los trabajadores de Monserrat que llevan 41 días en huelga …..

Compañeros y compañeras, el tema que nos convoca hoy es acabar con las AFP. Este es un compromiso moral de los dirigentes sindicales. Además, es un tema transversal que nos afecta a todos los trabajadores chilenos; hombres y mujeres; jóvenes y viejos y, resolverlo, exige enfrentarse con las enormes ganancias de los dueños de Chile. No es una batalla fácil, por lo mismo, nos interpela a actuar con la más amplia unidad y generosidad. Exige dejar de lado los pequeños intereses, son demasiados años padeciendo este sistema; son demasiados para no hacer los esfuerzos por unirnos tras su transformación estructural; demasiados para no desarrollar un plan sistemático que acabe con toda esta arquitectura económica construida para favorecer exclusivamente la expansión y dominación del capital sobre el trabajo.

Compañeros y compañeras, las AFP se instalaron bajo la más absoluta falta de discusión en nuestro país. Corría años oscuros para nuestro país. Podemos decir, que así, como la Constitución Política es a Jaime Guzmán, la más diáfana expresión de desprecio a la democracia y a los seres humanos; las AFP son a José Piñera, la expresión más brutal e inmoral de saqueo, corrupción y explotación humana.

Las AFP fueron presentadas en 1981 como un sueño, y a 32 años de su implementación se han convertido en la peor pesadilla para los trabajadores; son una promesa de pobreza futura para los pensionados.

Debemos decirlo con mucha fuerza, para desterrar los argucias sobre los cuales se construyó este sistema; debemos gritar con todas nuestras fuerzas para aplastar las mentiras que a través de los medios de comunicación se difunden para engañarnos.

El sistema de AFP no es un sistema de pensiones. No fue creado para dar pensiones.
Es un sistema de ahorro forzoso, que permite a los grandes grupos económicos capitalizar a costa de la expropiación de una parte del salario de los trabajadores, sin entregar las pensiones que prometieron. .

José Piñera, el creador de las AFP, acabó de un plumazo con el sistema previsional de Seguridad Social que había en Chile, y que era mayoritariamente eficiente, que requería de ajustes; que había que terminar con las discriminaciones entre empleados y obreros; que requería poner fin a las diferencias existentes en las condiciones de jubilación, etc... Pero nada, absolutamente nada, justificaba acabar con nuestras cajas de previsión, que reiteramos, en su mayoría eran altamente eficientes y pagaban pensiones con tasas de reemplazo, promedio 75% del salario. Como en toda dictadura, sin discusión pública, sin consulta a los representantes sindicales, se liquidó el sistema de seguridad social en Chile, los miles de millones de pesos de las Cajas de Previsión y su patrimonio, fueron expropiados arbitrariamente, con argumentos falsos para ponerlos al servicio de los “propietarios” de las AFP.

Nos prometieron mejores pensiones y la realidad es que cada año éstas caen, y la perspectiva histórica no son muy halagüeñas, actualmente el promedio de las pensiones está por debajo del 30%.

Este sistema de AFP es profundamente discriminatorio con las mujeres, que en promedio reciben jubilaciones 30% menores que los hombres. Las pensiones, además dependen del comportamiento de las bolsas en que están invertidos los fondos. Pueden verse disminuidas de forma importante si hay pérdidas, vale decir, el futuro de los pensionados depende del comportamiento que tengan los mercados externos, de la especulación en los mercados financieros. Nosotros demandamos que el estado chileno cumpla sus compromisos al suscribir los convenios internacionales de la OIT, que exigen garantizar sistemas de seguridad social para el pago de pensiones.

Esto significa que se deben garantizar los montos de las pensiones. Que no puede haber discriminación de ningún tipo, ni contra las mujeres, ni contra cualquier grupo.
Que los empresarios tienen que participar en el financiamiento y no pueden desentenderse de la previsión de los trabajadores como ocurre en Chile, único país donde éstos están liberados de pagar por la vejez de los trabajadores.

La cobertura tiene que ser Universal, para todos los trabajadores que lleguen a una edad avanzada o se encuentren incapacitados para trabajar.
El sistema debe ser público, con administradores designados por los afiliados, solidario, y con financiamiento tripartito.

En la actualidad hay cerca de 10 millones de afiliados al sistema de AFP, pero, sólo cotizan regularmente la mitad, la otra mitad no cotiza regularmente porque sufren el desempleo; el trabajo precario;, y un porcentaje importante, los empresarios se quedan con las cotizaciones de los trabajadores. El colmo del abuso, es que los empresarios pueden retener el dinero para las pensiones del trabajador, quedárselo (robárselo) sin que sea considerado delito. Por eso, nosotros proponemos que descontar las cotizaciones y no pagarlas sea considerado un delito penal y quienes cometan esos abusos paguen con cárcel.

Desde la creación de las AFP, Chile en el único país donde los empresarios no aportan a los fondos de pensiones de los trabajadores. Ante el desastre del sistema de AFP, hoy día es el Estado quién financia mas del 60% de las pensiones en Chile. Las AFP se han convertido en una pesada carga para el estado chileno, que tiene que cubrir obligaciones crecientes sin recibir cotizaciones de trabajadores activos. Esto no será sostenible indefinidamente en el futuro, pero en lugar de terminar con las AFP, las autoridades y la mayoría de los políticos nos proponen reformas: como subir la cotización, aumentar la edad de jubilación, o crear una AFP estatal. Nada de eso resuelve los problemas de fondo de este sistema, por el contrario, afectan y precarizan el empleo.

Una AFP estatal que proponen algunos no soluciona el problema, las pensiones no mejorarían, sólo disminuirían marginalmente las comisiones, pero el problema de fondo se mantendría íntegramente. Por eso nosotros decimos que no queremos AFP estatal, y proponemos un sistema de reparto, solidario, financiado de manera tripartita por los trabajadores, los empresarios y el estado. 

Un sistema de reparto significa que los activos aportan para las jubilaciones de los trabajadores pasivos. No depende de la buena o mala fortuna durante décadas en la ruleta de las bolsas capitalistas, es sencillo de administrar y calcular el gasto.

El sistema de AFP ha pagado 2 billones de pesos en pensiones por cada 4,3 billones que ha recaudado. Que es lo mismo que decir, por cada 4,3 pesos que recauda, paga 2, es decir siempre hay un excedente. Este dato muestra como un simple cambio de sistema como el que demandamos los sindicatos, se traduciría en una mejora de las pensiones.

De acuerdo con los datos de la Superintendencia de Pensiones, el promedio de pensiones de Vejez, el llamado “Retiro Programado” que pagan las AFP, es de  $115.650. Las pensiones que pagan las Compañías de seguro en promedio llegan a $262.402, pero en esta modalidad la propiedad de los fondos pasan a la Compañía de Seguros. El sistema de AFP en su conjunto tiene un promedio de $165.873 de pensión de vejez al mes, mucho menos que el Ingreso Mínimo.
Las pensiones son miserables, y no se puede esperar que mejoren en el futuro. Incluso la propia Superintendente de Pensiones ha reconocido que la rentabilidad de los fondos va a ser menor en los próximos periodos, y además, como comenzarán a pensionarse masivamente los trabajadores, sin bono de reconocimiento del sistema antiguo, en los próximos años las pensiones van a ser peores.
Nuestros fondos han tenido pérdidas gigantescas por la especulación en que se invierten el grueso de nuestros fondos previsionales, solamente por la recesión global de 2008 perdimos 28 mil millones de dólares, y después han seguido las pérdidas en la volatilidad de los mercados financieros, y las pérdidas millonarias de fondos de pensiones en casos como La Polar, SQM y Cascadas de Ponce Lerou, SMU de Sahié.

Y como no recordar los US$1.900 millones perdidos con la complicidad de uno de los famosos asesores y ex ministro René Cortázar, en el caso de La Polar.
Para protegerse de las pérdidas por la especulación desenfrenada, hemos propuesto transitoriamente cambiarse al fondo E. Este es el fondo que menos riesgo especulativo tiene, porque el grueso de sus inversiones es en inversiones de renta fija.

Aún con todas estas pérdidas, los fondos acumulados son enormes, son 160 mil millones de dólares que representan más del 60% del Producto Interior Bruto.

La desigualdad social es creciente en Chile.
Las AFP son uno de los pilares de acumulación capitalista a favor de los más ricos. Al lado de las pensiones miserables, y de los sueldos que para la mitad de los trabajadores apenas llegan a $250.000 o menos, tenemos una verdadera vergüenza. Catorce chilenos aparecen en la lista de los más ricos del mundo que publica la revista Forbes todos los años. Entre ellos encontramos a los Luksic; los Paulman, los Matte, los Solari Falabella, Alvaro Saieh, Sebastian Piñera, Luis Enrique Yarur, Roberto y Patricia Angelini.  Las fortunas de estos 14 multimillonarios suman 61.350 millones de dólares, estos, junto con las grandes multinacionales, controlan la economía chilena y las AFP.
Y con nuestros recursos intervienen a través de inversiones en la soberanía política de otros estados.

Puede darse la trágica situación que con los ahorros de los trabajadores chilenos estos multimillonarios terminen comprando cientos de empresas en América Latina, exploten a los trabajadores y terminen financiando campañas políticas para imponer gobiernos de derecha en toda la región.

De allí que la lucha contra las AFP, tenga además, un componente ético y político de suma urgencia.

El sistema de AFP no sirve para pagar pensiones decentes, solo beneficia a esta minoría ambiciosa sin límites, a los dueños del país, que se siguen enriqueciendo a costa de nosotros, la gente de trabajo. Somos los trabajadores los que creamos la riqueza dejando día a día guiñapos de nuestra humanidad en esta labor. Estamos reclamando lo que es justo, e insistimos, recuperar un sistema de pensiones solidario, universal y de reparto, administrado por instituciones sin fines de lucro, y financiado con aporte tripartito de Empresarios, Estado y Trabajadores.

Los que nos hemos convocado hoy aquí, somos parte de la historia de este Chile profundamente desigual y nos hemos comprometido a cambiar la historia de nuestro país. Hemos instalado este tema en la discusión nacional, y nadie ya nos puede parar, vamos a seguir adelante, haciendo conciencia, explicando, generando opinión pública, movilizando, protestando hasta conseguir el cambio que necesitamos, por nuestros mayores y por nuestro futuro.

Si no es a la buena, deberá ser a la mala.
Con sus marchas multitudinarias, con sus tomas, los estudiantes han instalado sus temas y demandas, aun falta. Falta que entre en acción la clase trabajadora. Y cuando el empuje, la garra y el coraje de los jóvenes se agrupe con la fuerza moral de los trabajadores será imposible detener las transformaciones sociales, políticas y económicas que merecemos. Solo podemos tener confianza en nuestra propia fuerza. La fuerza de los trabajadores movilizados masivamente.

Hemos comenzado este camino y no nos detendremos hasta triunfar, si no somos nosotros los que llevamos adelante estos procesos, vendrán otros. Nos podrán detener un día, un año, quizás varios; pero, como señaló Allende, no se detienen con la fuerza los procesos sociales.
Hace 25 años atrás tuvimos un sueño, que se convirtió en pesadilla. Quienes gobernaron dijeron No a la dictadura, pero dijeron SI al mercado, al lucro y al capitalismo..
Por tanto el NO a la tiranía sigue plenamente vigente y recorre nuestra historia. Hoy decimos NO al legado de la dictadura. NO a la Constitución. NO a quienes se han adecuado convenientemente al mercado y al capital; NO al lucro en la educación, en la salud y en la vivienda; NO al sistema financiero que especula y gana con la usura. NO a la concentración y acumulación de capitales con los bienes comunes del país. No al estado policial que invade y reprime al pueblo mapuche. Y decimos NO más AFP

Y seguiremos diciendo NO hasta acabar con la explotación, el abuso y la desigualdad.
Arriba los que luchan