Enviado por Alfredo Rubio-Bazán
Robert Graves
(Wimbledon, Londres, Inglaterra, 24 de julio de 1895
- Deyá, Mallorca, España, 7 de diciembre de 1985)
Poeta, novelista y erudito inglés.
Nació en Londres y estudió en la universidad de Oxford. Graves, que se
consideraba más que nada poeta, escribió una poesía vigorosa, ingeniosa y, a
veces, intelectual. Su primer libro de poesía, Hadas y fusileros (1917), narra sus experiencias en la
I Guerra Mundial. Al principio de su carrera fue considerado como un poeta
moderno (grupo que a comienzos del siglo XX en el mundo anglonorteamericano
escribía una poesía lírica convencional dentro de un estilo posromántico), pero
conforme avanzaba su carrera evitó identificarse con cualquier escuela o poeta
y escribió de un modo intenso, claro y ordenado. Publicó varias ediciones de
versos, entre los que se encuentran Poemas completos (1959, 1975). Sus poesías amorosas en las que combina la pasión con el
cinismo, el amor con el erotismo, y lo personal con lo universal son muy
conocidas. En 1968, en colaboración con el poeta sufi Omar Ali-Shah, editaron
Los Rubaiyat originales de Omar Khayyam. Como prosista escribió una amplia
colección de libros, desde Adiós a todo eso (1929, revisado 1957), una memoria militar satírica, hasta ficciones
históricas como Yo, Claudio yClaudio el dios (ambos en 1934), Rey Jesús (1946) y La hija de Homero (1955). Sus investigaciones
mitológicas sobre El vellocino de oro (1944) le llevaron a escribir otros libros de ensayo como La diosa blanca (1947) y Mitos y leyendas griegas(1968). En La diosa blanca, Graves
busca el origen de la que denominó -la Gran diosa de muchos nombres- a través
de la poesía galesa y el simbolismo arbóreo, la mitología griega y los cultos
mistéricos, y las religiones del antiguo Egipto e Israel. Graves ejerció varias
cátedras universitarias y a partir de 1929 vivió en la isla española de
Mallorca, dónde murió en 1985. © eMehttp://www.epdlp.com/escritor.php?id=1782
YO, CLAUDIO: La amplitud y la
profundidad de los conocimientos sobre la Antigüedad clásica de Robert Graves
se conjugan con una prosa de enorme belleza a la que da aliento una poderosa y
viva imaginación, capaz de reconstruir toda la grandeza y miseria de la Roma
imperial. «Yo, Claudio» es el primer volumen de la supuesta «autobiografía» de este singular
emperador, destinado a serlo contra sus propias inclinaciones. En «Yo, Claudio» las intrigas, la depravación, las
sangrientas purgas y la crueldad de los reinados de Augusto y Tiberio, que
culminaron en la locura de la etapa de Calígula, sirven de marco histórico a la
trama argumental.
CLAUDIO EL DIOS: Continuación de «Yo, Claudio» Graves reconstruye con magistral
minuciosidad una Roma imperial, fundamentada sobre pilares tan dispares como
los de la gloria y la grandeza, y los de la demencia y la vulgaridad. Las
incisivas y agudas memorias del emperador Claudio, menospreciado por sus
imperfecciones físicas y su tartamudeo, convierten al lector en un testigo
directo de una de las épocas más apasionantes de la humanidad, a la vez que
hacen de esta obra una de las mejores novelas históricas del siglo XX.
REY JESÚS: Con un punto de
vista heterodoxo sobre la vida y hechos de Jesús de Nazaret, el autor se aparta
de un sistema de pensamiento católico que acepta mediante la fe muchos
acontecimientos relatados en los Evangelios y que trascienden de la comprensión
humana. Pero, como él mismo dice en el comentario histórico de la obra: `Quede
al menos claro que respeto a Jesús por haber sido más coherente, más inflexible
y más leal a su Dios de lo que consideran muchos cristianos. Rey Jesús es una
hipótesis convertida en novela apasionante.
EL VELLOCINO DE ORO: Graves se implica
tanto con la Historia como con la leyenda, es fiel a las peripecias del viaje
que han llegado hasta nuestros días, pero sin alejarse de la posible
verosimilitud de los hechos. Busca y da explicación a cada extraordinaria
aventura en la que los héroes se enfrentaron a hombres y monstruos, realizando
un notable esfuerzo por mantener la coherencia con la historia conocida, pese a
la diversidad de fuentes que en ocasiones llegan hasta a contradecirse entre
sí. En este aspecto es de notable interés la explicación que el propio autor
ofrece al final del libro, en la que argumenta los criterios seguidos para la
inclusión de personajes como Orfeo, el momento del abandono de Hércules y las
alternativas planteadas para la interpretación de las aventuras. El resultado
final es un libro de gran hermosura donde Graves vuelve a alcanzar altas cotas
narrativas con un viaje fantástico e inolvidable.
LA DIOSA BLANCA: La tesis expuesta
por Graves dice, de manera simplificada, que el lenguaje poético empleado
extensamente antes de la Antigüedad Clásica en la cuenca del Mediterráneo, era
una forma de lenguaje mágico altamente codificado que se relacionaba con
rituales religiosos de origen antiquísimo, probablemente paleolítico,
celebrados en honor de la diosa Luna, también conocida como Musa.
Un ensayo audaz e inteligente que además de dar cuenta de la originalidad del
pensamiento de Graves, hará las delicias de los amantes de la mitología porque
contiene mitos de casi todas las culturas antiguas maravillosamente explicados.
LOS MITOS GRIEGOS 1 Y 2: Los Mitos griegos sistematizan el
amplísimo material de la mitología clásica de acuerdo con un método consistente
«en reunir en una narración armoniosa todos los elementos diseminados en cada
mito, apoyados por variantes poco conocidas que pueden ayudar a determinar su
significado, y en responder a todas las preguntas que van surgiendo en términos
antropológicos o históricos».
“No hay dinero en
la poesía, tampoco hay poesía en el dinero.” - Robert Graves
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