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26/03/2012
Comité por una Internacional de los Trabajadores
Avances y
Retrocesos, Reforma o Revolución Socialista
Johan
Rivas, Socialismo Revolucionario (CIT en Venezuela)
En los 13
años de proceso político, hemos visto y vivido situaciones de revolución y
contrarrevolución, como fue el período 2002-2007. Al mismo tiempo, hoy las
mismas demandas del pueblo que llevaron al poder a Chávez en diciembre de 1998
se mantienen: Vivienda, Pleno Empleo, Seguridad Ciudadana, Calidad y Pleno
Acceso de los Servicios Públicos fundamentales, Corrupción, etc. Y no, porque
no se haya logrado avances en estos 13 años, o que la derecha va a resolverlos;
es como hemos dichos siempre en nuestros artículos y publicaciones sobre la
revolución bolivariana: “Ninguna reforma social, política, económica será
totalmente exitosa y se mantendrá en el tiempo, mientras se mantengan las
viejas estructuras del estado burgués y capitalista”. Esta afirmación incluso
la ha dicho el propio Chávez en diferentes discursos.
Avances y Retrocesos, Reforma o Revolución
Socialista.
Durante
estos 13 años, los trabajadores, el pueblo pobre y explotado por el
capitalismo, han logrado importantes pasos adelante en el crecimiento de su
conciencia política de clase: los debates sobre capitalismo y socialismo,
control obrero, expropiaciones y nacionalizaciones, el carácter de la propiedad
privada, poder popular, reivindicaciones sobre los derechos civiles y políticos
fundamentales etc. Que aun cuando han sido muchas veces deformados y
manipulados tanto por el reformismo dentro del movimiento chavista, como de los
ataques feroces de la burguesía y sus operadores políticos, no deja de ser uno
de los elementos más relevantes del proceso político venezolano. Aunque también
debemos reconocer, que sin una dirección revolucionaria eficaz y democrática
estos debates, más que avances en la conciencia, pueden también tener un efecto
negativo en el sentido, que muchos pueden sacar conclusiones equivocadas sobre
la autentica esencia del socialismo revolucionario.
De igual
forma, la política reformista consciente del chavismo, no ha sido capaz de
acabar con el sistema capitalista, perdiendo oportunidades
estelares-históricas, como fue toda la coyuntura del 2002-2006. Permitiendo de
esta manera que la clase dominante, a través de sus organizaciones políticas de
derecha, estén en un franco proceso de recuperación de fuerzas y cada vez mas
amenazando con retomar la conquista del poder; ya no por la vía del golpe
fascista, si no por la misma vías democráticas burguesas por la que llego el
chavismo al poder. Y esto es una situación bastante lamentable, ya que esta
misma derecha hoy “recuperada”, había sido derrotada por el pueblo y los
trabajadores durante los procesos de revolución y contrarrevolución del
2002-2006.
Cada vez,
son más relevantes los espacios de poder re-conquistados por la clase dominante.
En el 2007 derrotaron un intento de reforma constitucional, que si bien no era
nada revolucionaria, tenía planteamientos democráticos burguesas progresistas
con mayor radicalización hacia la izquierda; esto en un intento erróneo de
estrategia de la dirección del chavismo de seguir llevando la revolución por la
vía de legalismo y el electoralismo burgués.
En el
2008, la derecha amplio sus fuerzas a nivel nacional en las elecciones
regionales. Conquistando las principales ciudades del país, donde se concentra
no solo la gran mayoría de la población, sino que también gran parte del parque
industrial y económico de la nación. En ese mismo ritmo, en el 2009 en las
elecciones parlamentarias para elegir un nuevo parlamento para el periodo
2010-2014, la derecha retomo espacios importantes donde antes habían perdido
por errores propios y por la fuerza del movimiento popular a favor de la
revolución bolivariana.
Todo
estos desarrollos han sido síntomas inequívocos del retroceso y estancamiento
que lleva la revolución bolivariana en los últimos años, producto de las
políticas reformista que se expresan como una contrarrevolución dentro del
chavismo, dirigida por una camarilla burocrática cívico militar que ha
secuestro la dirección del partido PSUV, que es en sí mismo son quienes dirigen
hoy el gobierno y el estado venezolano.
El Viraje táctico de la derecha
Desde
hace un buen rato la derecha ha cambiado su tácticas, ya no van a la confrontación
directa con el chavismo y sus liderazgos, en especial con Chávez. Desde hace un
buen tiempo (y el chavismo parece darse cuenta es ahora), la derecha ha estado
enfocando su política de ataque directo a las políticas ineficientes del
gobierno y a los temas sociales.
La
derecha ataca ferozmente al gobierno como régimen comunista. Basados en las
lamentables experiencias degeneradas de socialismo en algunos países, defiende
abiertamente al capitalismo como sistema que a pesar de sus debilidades y limitaciones
a favor de la población, le brinda al pueblo democracia, paz, etc. Como fue la
propuesta de una candidata de la oposición en las primarias del 12F, “el
capitalismo popular”. Esta campaña demuestra que no solo están tomando
confianza en sí mismo, si no que saben, que hay una amplia capa de la sociedad
venezolana sobre todo de la juventud que es muy susceptible al tema de las
libertades democráticas; y ellos aprovechan esa situación para vincularla con
todos los aspectos del gobierno, ocultando incluso su propio pasado histórico
de políticas reaccionarias y violación sistemática de los derechos humanos.
Se
presentan como lobo disfrazado de cordero, con supuestos nuevos liderazgos, con
discurso “democrático-progresista”, capitalizando de manera eficiente (dentro
de su lógica) todos los errores e ineficiencia de la burocracia chavista, que
cada vez mas pone en bandeja de plata la oportunidad a la derecha para que haga
su política abiertamente de contrarrevolución y de reinstalación en el poder y
control del estado. Como por ejemplo mantener por un largo tiempo el argumento
que las denuncias a través de los medios de comunicación sobre los altos
niveles de inseguridad eran falsas, que obedecía a una maniobra del “imperio”,
para después de un año reconocer públicamente que en Venezuela hay niveles
preocupantes de inseguridad y violencia. De la misma forma con el tema salud,
la derecha por más de 3 años fue denunciando la corrupción y la crisis en los
hospitales públicos, mientras la burocracia gubernamental la rechazaba hasta
que en el 2010-2011, Chávez reconoció que había efectivamente una crisis en el
sector público de salud y que habían “fallas” en el manejo de los recursos
financieros destinados para el desarrollo de las políticas y programas que se planteaban
como gobierno central en dichas áreas.
La
derecha, se promueve ahora como una fuerza “democrática amplia” donde pueden
convergen todas las “ideologías políticas”, desde la extrema derecha hasta la
centro izquierda. Han logrado ocultar sus diferencias con un aparato denominado
la MUD ( Mesa de la Unidad Democrática), con la cual, no solo han logrado
artificialmente cohesionar todos sus egos y fuerzas reaccionarias entre ellos,
sino que también atraer a los grupos políticos vacilantes y oportunista que
cada cierto tiempo se mueven de una lado a otro según sus conveniencias
particulares, como es el caso de los partidos “ de Izquierdas” que
anteriormente eran parte del chavismo y lo defendían con pasión, como son: el
MAS (Movimiento al Socialismo), PPT(partido patria para todos), Bandera Roja,
Podemos.
Se intensifica la propaganda política y la
polarización.
[1]El
punto de clímax de la coalición de ¡todos contra el régimen!, han sido las
elecciones primarias del pasado 12 de febrero, donde lograron lo que parecía
imposible, un candidato único de la derecha para enfrentarlo a la opción Chávez
en las próximas elecciones presidenciales del 07 de octubre del presente año.
Este
importante paso adelante de la derecha, viene a intensificar la polarización que
ya era un factor relevante en la situación política venezolana. El pueblo
venezolano, los trabajadores, producto de todas estas contracciones y de la
permanente retorica izquierdista del gobierno sin resultados concretos; está
siendo sometido a una brutal campaña psicológica de propaganda y polarización.
Que se intensificara en los próximos meses en la medida que avance las campañas
electorales por el 7-O. Por un lado la derecha presentado un país apocalíptico
en crisis y agonía, magnificando las debilidades del gobierno y sus fallas. Por
otra parte el gobierno, con una propaganda en su gran parte típica de los
regímenes estalinista, mostrando un país en pleno desarrollo, censurando la
critica a lo interno del movimiento popular y revolucionario, ocultando sus
propios errores y escandalosos hechos de corrupción, y presentándose como la
única tabla de salvación del pueblo. De igual forma usando un lenguaje táctico
hablando de las demandas del pueblo como si ellos estuvieran apenas días en
poder y no 13 años gobernando.
La
economía venezolana aun se mantiene bajo la lógica del capitalismo, disfrazada
de políticas populistas basadas en la renta de los precios del petróleo.
Venezuela,
a pesar de algunos avances en reformas sociales y políticas, toda su estructura
política, económica y social sigue siendo dominada bajo la lógica del
capitalismo, un dato que refleja esta situación es que 70% del PIB sigue
quedando en mano de la burguesía. (Vieja y nueva). [2]
La
economía venezolana sigue siendo capitalista, un capitalismo atrofiado que no
logro su pleno desarrollo como en otros países de América Latina como México,
Brasil, Chile y Argentina. Aun hay vestigios de relaciones feudales como las
que se expresan en el latifundio. Un capitalismo atrasado donde solo se ha
avanzado en algunos sectores centrales de la industria petrolera y conexa, bajo
una lógica rentista y de importación que no ha desarrollado de manera
consciente las fuerzas productivas. Este elemento es crucial para caracterizar
e interpretar a la clase trabajadora venezolana y su burguesía. [3]
90% de la
economía y los ingresos del estado giran alrededor de la industria petrolera,
esto a pesar del enorme potencial que tiene Venezuela de desarrollarse en otras
áreas importantes de la economía. Al mismo tiempo usa 60% de sus ingresos en
importación de alimentos y bienes manufacturados que mucho de ellos fácilmente
pudieran ser producidos en el país. Esto refleja el carácter de clase de la
burguesía venezolana y de las limitaciones del modelo chavista en su lógica de
socialismo bolivariano del siglo21.
De la
misma manera en el 2009, cuando oficialmente llegaron los efectos de la crisis
mundial del capitalismo en Venezuela, la economía se vio afectada teniendo 2
años de recesión. Lo cual refleja que no estamos ajenos a las realidades
mundiales y que el capitalismo es un sistema global, por lo que deja claro que
es obstinadamente absurdo, reaccionario y contrarrevolucionario plantear la
tesis del socialismo en un solo país.
Los
efectos de la crisis mundial del capital fueron un punto de inflexión, en el
sentido de reflejar el carácter de clase de la dirección del chavismo que
tienen controlado todo el aparato del estado. Las respuesta que dio el gobierno
ante la crisis fue casi la misma que se ha dado en otros países “capitalista”,
es decir, aumentos de impuestos, recortes sociales y un disimulado programa de
austeridad, donde por 3 años consecutivo el gobierno fue aplicando un proyecto
de presupuesto público, reconducido en base a precios del petróleo por debajo
de sus precios reales. Logrando crear fondos paralelos; y con esta política
intentar marcar diferencias. Ya que en el caso venezolano al ser un país
petrolero, con las reservas más grandes del planeta, le ha permitido jugar con
los precios del petróleo para acumular importantes recursos que le han dado la
capacidad de aplicar políticas populistas en el último año y en el actual, como
por ejemplo los nuevos programas sociales citados anteriormente, Vivienda,
Trabajo, Agricultura y Pensiones Especiales para las familias de extremas
pobrezas y personas de la tercera edad excluidos del sistema de pensiones.
Dando la sensación social-política que es un “gobierno diferente”.
Los Diferentes escenarios de perspectivas para el
proceso político venezolano y su “Revolución Bolivariana”
En este
análisis no queremos caer en mezquindades, no vamos a cometer el error que
cometen muchos dentro de la izquierda que, o capitulan y ven todo perfecto, o
sencillamente capitulan y ven que no ha pasado nada y que todo sigue igual.
En este
orden de idea, nosotros el SR-CIT, reconocemos que efectivamente en Venezuela
hay un proceso político que ha tenido situaciones pre- y revolucionarias, así
como de contra-revolución. Reconocemos que en una primera etapa el gobierno no
por un acto de buena voluntad si no producto del movimiento popular, realizo
políticas económicas, políticas y sociales que han tenido un impacto tremendo
en la población y que pasaran décadas para que un hipotético gobierno de la
derecha pueda revertirlo.
Pero al
mismo tiempo siempre hemos alertado y denunciando los límites del reformismo
chavista y de sus nacionalismo populista radical de izquierda. Además de
plantear siempre la necesidad de organizaciones conscientes y independiente del
movimiento popular y de los trabajadores con una política clasista y
revolucionara que presione la dirección del chavismo y la desplace en el
desarrollo de acumulación de fuerzas, para solo así no solo asegurar y mantener
en el tiempo las reformas que se han logrado si no que, mejorarlas y dar por
acabado de una vez por todas al sistema capitalista y sustituirlo por el
socialismo democrático y revolucionario. Esto en conexión con el llamado de
realizar una federación de naciones socialista en América Latina como paso
adelante en el internacionalismo revolucionario. [4]
El desgaste del Chavismo de su liderazgo y el
reflujo del movimiento popular revolucionario.
Producto
de todo lo ya anteriormente descrito, la consecuencia de todo ello ha sido un
profundo desgaste del modelo chavista y del liderazgo propio del presidente
Chávez, a pesar de que las encuestas dicen que mantiene un porcentaje de más de
60% de aprobación a su gestión y de apoyo popular. Encuestas, que para una
análisis serio no deberían ser tan relevantes pues muchas de ellas son
realizadas por gente que opera a favor de la burocracia chavista, por lo que su
grado de subjetividad es muy alto.
Esta
situación de desgaste del chavismo se refleja en un reflujo histórico del
movimiento popular y revolucionario, cada vez es más profunda la atomización de
los movimientos sociales y de los grupos de izquierda honesto que desean
realmente una revolución socialista. De igual forma se ha profundizado la
crisis de dirección del movimiento de los trabajadores, no hay una clara central
representativa y los sindicatos como orgánicas de luchas están cada vez más
deslegitimado por los trabajadores.
Todo este
fenómeno también es producto del proceso consciente de coaptación de cuadros
emergentes del movimiento popular que fueron absorbidos en gran parte por la
maquinaria burocrática del estado. Muchos bajo la premisa de asumir ya el
“estado bolivariano”, como el estado del pueblo y los trabajadores. Error
político clave que ha dejado muchos movimientos populares y revolucionarios sin
autonomía, sin dirección y totalmente desarticulados y que explica en gran
manera lo que ocurre hoy con los sectores de base y movimientos independientes
de la izquierda.
Sin
embargo, paradójicamente producto de la actual coyuntura hay un proceso de
reorganización del tejido revolucionario de base, pero este proceso va muy
lento y será un proceso largo y traumático que lleva consigo una desventaja,
que es la consolidación burocrática del chavismo reformista y
contrarrevolucionario y del avance de la derecha.
De igual
forma, el programa del chavismo está llegando a sus límites como hemos
explicado antes. Sus políticas aunque se presentan con elementos muy
progresistas, no termina de impactar positivamente en la población, ni resolver
los problemas estructurales de la pobreza y la explotación, ya que como hemos
enfatizado, aun está intacto el sistema capitalista y toda política que plantee
Chávez y su entorno será, y es absorbida por su propia burocracia que desvía
conscientemente los objetivos.
La enfermedad de Chávez y su peso en las
perspectivas para el próximo periodo.
A este
escenario hay que agregar la enfermedad de Chávez y la crisis global del
capitalismo. La enfermedad de Chávez cambia todo el panorama político y el
tablero de ajedrez, obliga a las fuerzas en pugna hacer ajustes en sus
tácticas. De igual forma les corresponde a los revolucionarios que luchamos por
una auténtica revolución socialista.
Con el
anuncio reciente de Chávez de una nueva recaída en su lucha contra el cáncer,
cuando a finales del año pasado había dicho que ya estaba totalmente curado.
Los fantasma de su muerte o de su salida temporal de la lucha política frontal
por su enfermedad salieron de nuevo a la palestra y sobran las hipótesis de lo
que podría pasar.
Con
Chávez o posiblemente sin Chávez como candidato, el chavismo tiene aun la
opción real de ganar la elección. La conexión emocional y espiritual que hay
entre la población y el líder Chávez es casi religiosa y en Venezuela
históricamente estas elecciones se manejan bajo el terreno de la emociones y no
de la política, sin embargo, no es suficiente, es posible que las diferencia
dentro del chavismo se profundicen y estas, aunque no se muestren hacia el
exterior del movimiento, produzcan mayor atomización de las bases chavistas
facilitando un triunfo de la derecha.
Por otra
parte, tomando en cuenta el panorama mundial de la crisis global y de las
debilidades objetivas que tendrían un gobierno de la derecha sin la figura de
Chávez en el juego político, es decir una hipotética muerte o una imposibilidad
objetiva de poder hacer política por parte de Chávez producto de su enfermedad.
Pone a la oposición de derecha en una disyuntiva, ya que si es cierto que ellos
quieren derrotar a Chávez y al chavismo, quieren hacerlo con el líder en
batalla y no en retaguardia. No es un secreto que Chávez, no solo es el único
en este momento es capaz de dominar a la las masas, si no el factor que ha
permitido mantener cohesionado al chavismo y al mismo tiempo a la derecha
aunque esta no quiera abiertamente reconocerlo.
Es decir,
no creemos que un gobierno de inestabilidad política y social sea permitido por
el imperialismo en Venezuela, ya que estos tendrían reacciones impredecibles en
todo el continente y complicaría aun más el tablero mundial de lucha de clase y
de crisis. A todos los factores en pugna les conviene entonces una recuperación
así sea milagrosa de Chávez, de lo contrario el panorama será de mucha mayor
incertidumbre y de pronósticos reservados.
En el
escenario de que Chávez se recupere y gane las elecciones, tendrá un reto, o
radicaliza la revolución como el mismo ha dicho previo a su viaje a Cuba para
tratarse nuevamente del cáncer, o asumirá un rol más abierto de conciliación
nacional con los sectores mas “moderados” de la derecha en su lógica de alianza
con una burguesía nacional, dando al traste con las perspectivas de una
radicalización hacia una revolución socialista. Este último escenario es quizás
el más probable; porque hay que destacar que al mismo tiempo, en diciembre de
este año y abril del próximo, habrá más procesos electorales para elegir
autoridades regionales y locales donde las perspectivas de triunfo de la
derecha son altamente favorables y eso obligaría al gobierno a conciliar y
retroceder en su llamado de radicalización.
La paradoja de Chávez como opción ante la ausencia
de una clara alternativa revolucionaria.
A pesar
de todas estas contradicciones, el chavismo, la figura de Chávez sigue siendo
una las alternativas que ven muchos trabajadores y el pueblo, es claro que la
opción de la derecha por más que se quiera presentarse amistosa y progresista
no representa el interés más sentido de la población ni mucho menos de los
trabajadores. Sin embargo, el tiempo se agota, la situación de la salud de
Chávez y el fortalecimiento de la derecha que se expresa en la elección de su
candidato único, ponen en una encrucijada una vez más al pueblo venezolano y
los trabajadores.
El
panorama electoral no está muy claro, en estos momentos hay mucha
incertidumbre; aunque el chavismo tiene la primera opción: son 13 años en el
gobierno, han consolidado burocráticamente y bajo la lógica del populismo, una
importante base social. Al mismo tiempo ha habido un avance en la conciencia de
la gente; un gobierno de la derecha tendría muchas dificultades para gobernar,
no solo porque tendrá casi todas la estructuras del estado en contra (en
teoría), si no que los problemas que hoy tiene la población ellos no lo van a
resolver o hacer mejor que el chavismo, ya que se manejan bajo la misma lógica
del capital con la diferencia que son más afín con la lógica neoliberal.
Pero
sería un error, si subestimamos a la derecha, esta será la primera vez que
ellos tendrán una opción real de ganarle a Chávez en una elección presidencial.
Esta opción no podemos como marxistas revolucionarios descartar, y estar
preparados en el momento que estos ocurran. Por esos hemos siempre dicho que el
proceso venezolano aun con toda sus contradicciones, sigue siento una situación
política abierta; y sería un error plantear una solo perspectivas, debemos ser
flexibles y estar conscientes de que hay múltiples escenarios posibles en la
coyuntura venezolana, unos más remotos que otros, que se desarrollen, pero todos
con probabilidades lógicas que ocurran.
La
ausencia de un poderoso movimiento popular independiente, revolucionario, del
factor subjetivo del partido revolucionario, de la alternativa revolucionaria
de los trabajadores y el pueblo. Que sea capaz de levantar una opción que rompa
con la polarización y enfrente al reformismo chavista y la derecha, que obligue
a Chávez a retomar el camino hacia el socialismo.
Esto no
es decir, que en el pasado Chávez era socialista o tenía claras perspectivas de
ir hacia allá. Lo que planteamos es que con un poderoso movimiento
revolucionario organizado en un partido revolucionario de la clase trabajadora
y el pueblo, obligaría a Chávez definirse de una vez por toda en su carácter de
clase. Sigue siendo crucial en las perspectivas venezolanas, ya que a pesar de
todo el retroceso del chavismo mucha gente y sobre todo de la clase
trabajadora, prefiere mantenerse en apoyo a Chávez aunque cada vez más
críticos, que arriesgarse asumir una situación de voto castigo o de salto de talanquera
y apoyar a la derecha. Su intuición y sentido común les dice que aun bajo el
chavismo hay posibilidades, (cada vez más remota), de hacer avanzar el proceso
venezolano hacia una autentica revolución social y política.
De allí,
que de todo este análisis, nosotros la sección venezolana del CIT, asumimos la
posición de y consigna de: “Votar por Chávez no será Suficiente… si no
derrotamos el capitalismo y no asumimos las tareas de la revolución
socialista…” Es decir, nosotros apoyaremos la opción Chávez pero esto no será
suficiente para derrotar la contrarrevolución y profundizar la revolución,
debemos explicar de qué tareas se tratan, para darle sentido concreto a la
consigna, basta de cheque en blanco y no mas ilusiones en que todo se va
solucionar solo por la vía del líder-Chávez, al mismo tiempo desenmascarar la
hipocresía de la derecha y su engañosa oferta electoral y plantear con
sensibilidad y pedagogía la necesidad de trascender el polo patriótico como
frente popular y electoral, a un poderoso frente amplio revolucionario que
luche por el socialismo y plantee la necesidad orgánica de construir una
autentica alternativa revolucionaria de los trabajadores y el pueblo.
Notas:
para profundizar en los análisis, sugerimos revisar los siguientes archivos,
documentos y bibliografías.
(2) “La
Economía Venezolana-Como la Burguesía Hurta la renta petrolera y el 71% del
PIB”, Manuel Sutherland ALEM (Asociación Latinoamericana de Economista
Marxistas), www.csrvenezuela.blogspot.com 19-09-2011.
(3) “la
Formación de las Clase Sociales en Venezuela 1964, y la economía minera
petrolera en Venezuela UCV1973”, Ensayos de Salvador de la Plaza.
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