Durante los primeros días de febrero los pasajes de micro y metro subieron 20 pesos de un viaje, según el gobierno y los dueños privados del transporte público esta subida de precios se debe al alza del combustible entre otros factores, pero hasta donde sabemos los vagones del Metro no usan petróleo y de todas maneras este medio de transporte subió los precios.
Solo alzas y ninguna rebaja en el precio del pasaje es lo que millones de trabajadores han conocido en todos estos años además de muchos recorridos que pasan tarde, mal y nunca en muchas poblaciones y sectores de la capital. Según el gobierno se están haciendo nuevos contratos con las empresas que controlan el transporte para mejorar el Transantiago pero lo único que con seguridad seguirá mejorando serán las ganancias de los dueños del sistema.
Por ejemplo el Administrador Financiero del Transantiago (AFT) es decir el cartel de bancos (BancoEstado (21%), Banco de Chile (20%), Santander (20%), BCI (20%), Sonda (9,5%), y CMR Falabella (9,5%), encargados de recaudar todo el dinero cada vez que usamos la tarjeta Bip! han obtenido millones de dólares en ganancia durante los últimos años, se calcula que diariamente la banca recibe cerca de 2 millones de dólares del bolsillo de los pasajeros y este dinero lo usan los banqueros para especular en la bolsa, como lo hacen con la previsión de los trabajadores las AFP.
Otro negocio para seguir robando
Tal como hacen con los fondos de los trabajadores cuando declaran pérdidas en sus ahorros previsionales con el Transantiago hacen lo mismo. A lo cuatro vientos y con sus medios de comunicación declaran que el Transantiago tiene perdidas millonarias cada año por culpa de la evasión o por el alza del combustible, etc. Pero nada dicen sobre las utilidades que se meten al bolsillo los dueños del transporte. Ganancias que por un lado sacan de los sueldos de los trabajadores y por el otro con los subsidios estatales que los últimos gobiernos les han asegurado.
Una de las novedades que los nuevos contratos que el gobierno de Piñera esta haciendo con las empresas del transporte público es que a partir de ahora los ingresos de estas empresas serán principalmente por pasajero transportado y no por kilómetro recorrido como inicialmente se trató. Esto significa que se estaría volviendo al sistema del boleto cortado que usaban las antiguas micros amarillas, un verdadero retroceso y un fuerte golpe para cientos de miles de trabajadores y gente pobre a quienes el sueldo no les alcanza para cargar diariamente con la Bip!. Actualmente una persona que trabaja gasta cerca de 40 mil pesos al mes solo en locomoción. Hay que recordar que el actual sueldo mínimo es de apenas $180.000 pesos y son muchas las personas que tienen que sobrevivir con esa plata.
No basta con evadir el pasaje
Hay que evadir el pasaje a como de lugar, pero mas importante aun es entender que el transporte público es un servicio que debe estar fuera de las manos privadas, un servicio que no puede tener como fin el lucro. El transporte público en todo el país y en particular el Transantiago debe ser de propiedad pública y NO PRIVADA, "el Estado tiene que ser el dueño de este servicio y a partir de ahí crear las empresas operadoras y de soporte tecnológico que entreguen un servicio de calidad y barato para los trabajadores. El llamado Comité de Expertos que planifican el Transantiago debe desaparecer y en su reemplazo debe constituirse una administración compuesta principalmente por las organizaciones de usuarios, los sindicatos de trabajadores que operan el servicio, los municipios y el ministerio de transporte. La planificación del transporte público actualmente es un desastre porque en ella nunca se ha dado participación y tomado en cuenta la opinión de los que realmente utilizan cada día el Transantiago.
Sin duda la poca representación pero también la baja participación de los trabajadores en las decisiones y en las cuestiones importantes que nos afectan como lo son el transporte público son una barrera que hay que remover. Solo la organización, desde los trabajadores que laboran en las empresas que operan el servicio y su solidaridad con el resto de los trabajadores que hacen uso de él, puede empezar a cambiar las cosas a favor de la mayoría. Hay terminar con la división que intentan a cada rato hacer los dueños del negocio entre los trabajadores, los chóferes deben estar al lado de sus hermanos de clase y no al lado del que los explota y no les brinda ni siquierabuenas condiciones de trabajo o sueldos decentes.
Un transporte público para limpiar la ciudad
Una de las promesas iniciales del Transantiago hablaba de descongestionar Santiago y que las personas usaran menos el auto para desplazarse pero al cabo de 5 años el parque automotriz creció enormemente, los tacos y la congestión vehicular sobre todo desde marzo en adelante es terrible en muchos puntos de la capital. Hoy en lugar de haber conseguido un grado de armonía con el transporte público tenemos una ciudad caótica y a mucha gente enojada en los semáforos. Los únicos que han ganado son los dueños de las automotoras, del combustible y las bencineras y, como no, los actuales dueños y controladores del Transantiago. A esos capitalistas y su gobierno hay que sacarlos del poder para que el transporte público y la ciudad sea finalmente de las personas que hacen uso del servicio y no de los que solo vienen a hacer su propio negocio a costa de la mayoría.
Andres Roman
Socialismo Revolucionario.
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