Cuba - Dura crítica de Fidel Castro al modelo burocrático copiado de los soviéticos

Posted by Nuestra publicación: on lunes, noviembre 14, 2011

Cuba: Para dirigir una acción hay que saber cuál es su objetivo

Por Carlos Romeo, desde Cuba.

Fidel, con esa honradez intelectual que lo caracteriza así como por su valor político que lo hace capaz de reconocer errores cometidos, dijo y cito a mi manera “un error que cometí fue creer que había quienes sabían de socialismo”. Es verdad y soy testigo de ello porque me tocó participar en 1962, sin capacidad crítica por ignorancia, en la copia para Cuba del modelo soviético de la organización y funcionamiento de una economía socialista.

He retrocedido en la historia de la Revolución Cubana hasta su nacimiento y transformación en una sociedad socialista, a la soviética, por que dicha concepción fue posteriormente plasmada en la Constitución de la República de Cuba elaborada por una comisión presidida por Blas Roca y posteriormente aprobada por todo el pueblo de Cuba y vigente hasta hoy día.

¿A qué viene todo esto con relación al Proyecto Documento Base para la Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba? Porque en él se dice en Fundamentos del Partido “…Estos conceptos sintetizan nuestro pensamiento y acción y nos guían en el empeño de construir una sociedad plenamente libre y soberana, como se expresa en la Constitución de la República”. Y más adelante señala: “El Partido Comunista, marxista, leninista y martiano, en su condición de Partido único de la nación cubana, tiene como fortaleza y misión principal la de unir a todos los patriotas y sumarlos a los intereses supremos de construir el Socialismo, preservar las conquistas de la Revolución y continuar luchando por nuestros sueños de justicia para Cuba y la humanidad toda”.

Seamos lógicos. El propósito del PCC es construir el socialismo y dicho objetivo está plasmado en la Constitución de la República que al caracterizar al proyecto de sociedad, especifica que los pilares de dicha sociedad son la propiedad estatal de los principales medios de producción a nombre de todo el pueblo y la dirección de su economía mediante la planificación socialista. Y quien administra esos medios de producción de todo el pueblo es el Estado.

Han pasado 50 años desde que preparamos el primer Plan Anual en 1961, medio siglo, y al hacer un balance de lo logrado el PCC ha reconocido en lo económico que el Estado es incapaz de cultivar el 42% de las tierras del sector estatal y que le sobra un millón de trabajadores a los cuales no les puede proporcionar un trabajo eficiente. Sigamos siendo lógicos. El modelo económico socialista que copiamos de los soviéticos ha estado lejos de nuestros objetivos, que dicho sea de paso están plasmados en la Constitución.

Y ahora viene a mi juicio la cuestión fundamental a precisar que no ha sido contestada ni durante el pasado Congreso del PCC ni en el Documento Base para su Primera Conferencia. ¿Hacia dónde nos debe guiar el PCC en aras de construir un socialismo cubano, o a la cubana, diferente del que copiamos de la extinta URSS que fracasó? ¿Cuál es el objetivo concreto, particularmente en la economía, que persigue Cuba? Porque si el PCC nos va a conducir, es lógico que especifique el objetivo hacia el cual nos conduce, objetivo concreto que hasta ahora nadie ha definido.

Para decirlo en otras palabras, durante el pasado congreso del PCC se aprobaron varios cientos de medidas que, a mi juicio, son remiendos de una estructura económica que debe ser rediseñada apartándonos del modelo copiado de la extinta URSS. Es como si quisiéramos corregir mediante soluciones parciales la navegabilidad de un barco que fue mal concebido a la hora de su construcción.

El PCC no puede reorganizarse y corregir su modalidad de trabajo si no tiene muy claro cuál es el objetivo concreto que persigue con su accionar.

Y para no alargar este documento digamos de una vez que el problema se centra en la cuestión de la administración de los medios de producción de todo el pueblo. Un ejemplo tomado de la televisión cubana en el día de ayer ilustra el sentido de esta afirmación.

Existe en Camagüey una fábrica de bloques de arcilla para la construcción que está a punto de parar su producción por que los bloques no tienen salida en un país que vive desde hace decenios una crisis habitacional y para lo cual se acaba de autorizar y facilitar la construcción para quienes lo deseen y necesiten. El problema consiste en que los bloques que tienen un precio de venta por la fábrica a menos de 3 pesos la unidad se venden a más 14 pesos a la población, precio al cual no compiten con los de hormigón. Y como sabemos, en Cuba los precios de los productos estatales no están determinados por “el mercado” sino que por autoridades administrativas gubernamentales.

El mismo caso, pero al revés, es el del precio del café que, según un artículo del periódico Granma, fue fijado tan bajo que al cafetalero le es más negocio producir boniato que se vende a 2 pesos la libra en el agromercado, que producir café, con lo cual el país debe importarlo por valor de unos 50 millones de USD anuales.

¿Cómo es posible esta irracionalidad económica en una economía estatal planificada?

Algo no funciona bien en la administración estatal de los medios fundamentales de producción del país. ¿No será que los camaradas soviéticos, por sus propias razones, no fueron capaces de acabar con la alienación de los trabajadores, en el sentido que Marx le dio a este término, es decir a la no participación activa de los trabajadores en la problemática de la administración de la empresa en la cual laboran y que pertenecía a todos los soviéticos?¿No será que los camaradas soviéticos sustituyeron a las juntas directivas de los accionistas de las empresas por acciones en el capitalismo, que a su vez eligen a los administradores, por una pirámide burocrática superpuesta a las empresas, con lo cual los trabajadores siguieron estando enajenados de su marcha y de sus resultados, incapaces de participar en las decisiones relevantes de su administración, empresas que en buena medida terminaron en manos privadas después que dejo de existir la URSS? Al copiar el modelo soviético hace 50 años, no habremos cometido un error fundamental de diseño de lo que ahora sabemos, debe ser nuestro socialismo a la cubana?

A mí me parece que aquí radica la cuestión fundamental que debe ser aclarada para saber que debe ser el socialismo en Cuba y que nadie hasta ahora ha sabido contestarme, y que sin un claro diseño de la estructura socialista que queremos construir, no veo como el PCC podrá organizarse y encontrar sus modalidades de acción para poder guiarnos en su consecución, si no se ha definido y aclarado previamente.

Octubre del 2011