España - El gobierno comienza cautelosamente su ofensiva

Posted by Nuestra publicación: on martes, abril 06, 2010


Retirada en el retraso de la jubilación
Nuevas batallas sociales y de clase en el horizonte

Danny Byrne, CIT


Mientras los líderes capitalistas de muchos países europeos continúan con su retórica sobre la “salida de la recesión”, las perspectivas para España, junto con la de otras economías europeas en dificultades (aquellos llamados en inglés PIGS – Portugal, Irlanda, Grecia y España) se dibujan bajo una luz menos optimista. España es uno de los pocos países europeos que previsiblemente continuarán en recesión durante todo el año 2010, ya que el colapso de la burbuja inmobiliaria, que se infló durante una década en este país, continuará haciendo estragos en la economía y la sociedad. La profundidad y gravedad de la crisis en España se ilustra de la manera más sorprendente a través de la escalada en sus cifras de desempleo. Con la tasa oficial cerca del 20% (se han superado ampliamente los 4 millones de desempleados) y alrededor del 44% en los jóvenes de entre 16 y 25 años sin trabajo, el creciente desempleo masivo es la expresión más visible de la profunda crisis social de este país.

El gobierno “socialista” de José Luís Rodríguez Zapatero, después de intervenir con 160.000 millones de euros para salvar a los bancos, se ha encontrado ante grandes tensiones, y está luchando para contener uno de los mayores déficits públicos de la eurozona (más del 11% del PIB). Los principales actores y comentaristas capitalistas de España e internacionalmente parecen estar en perfecto acuerdo sobre cómo se debe superar este déficit: basándose en unas políticas económicas de tierra quemada mediante recortes en el sector y servicios públicos, y ataques en los niveles de vida de la clase trabajadora y los jóvenes. En vista de la crisis que se está desarrollando en la eurozona, con la perspectiva de crisis de crédito y monetarias amenazando a varios países europeos (Grecia siendo el ejemplo actual más ilustrativo), la presión sobre el gobierno español para que dé los primeros pasos significativos en estos ataques lo antes posible ha aumentado recientemente, con la Unión Europea, el FMI y los comentaristas capitalistas interviniendo a favor de la adopción urgente de medidas de austeridad. El comienzo de este año vio al gobierno de Zapatero respondiendo con el anunció de un programa de recortes que representa los ataques más despiadados a los trabajadores y jóvenes en el estado español desde la “transición a la democracia” de los años 70.


50.000 millones en recortes y trabajo hasta el agotamiento

El gobierno va a recortar 50.000 millones de gasto público en los próximos 2 años, lo que golpeará los presupuestos regionales y estatales en servicios públicos esenciales, como la salud y la educación, de los que dependen millones de personas. Esto se combinó con los planes para subir la edad de jubilación desde los 65 a los 67 años e incrementar de forma dramática el número de años de trabajo necesarios para acceder a una pensión.

El incremento de la edad de jubilación a los 67 años representa un ataque indignante a la clase trabajadora. Esta medida también arrojó luz sobre el futuro que espera a la mayoría de los españoles en el próximo periodo, si el capitalismo tiene éxito en descargar el peso de la crisis en los hombros de los trabajadores. Después de construir el “boom” económico sobre las espaldas de los trabajadores, el gobierno y la patronal ahora les piden que trabajen hasta el agotamiento para pagar por la crisis. En una situación que evoca una depresión económica, con desempleo masivo endémico entre los jóvenes, seguramente tendría mucho más sentido bajar la edad de jubilación para proporcionar trabajo a los jóvenes desempleados.


La ira de los trabajadores fuerza la retirada del gobierno en el retraso de la edad de jubilación

Esta medida provocó el enfado masivo de la sociedad, y las manifestaciones de protesta organizadas por los sindicatos arrastraron a más de 200.000 personas a las calles en un periodo de 2 semanas. Estas protestas de carácter masivo, a pesar de la escasa movilización por parte de los líderes sindicales y su naturaleza dispersa, reflejaron la ira y la creciente militancia de grandes sectores de la clase trabajadora española. En las manifestaciones de 50.000 y 60.000 personas en Barcelona y Madrid, la aclamadora petición a los líderes sindicales para que se embarcaran en un genuino programa de acción contra la agenda devastadora del gobierno y la patronal con una huelga general era evidente. Esta demanda, cuyo apoyo ha escalado durante el último año, parecía a punto de desbordarse en estas manifestaciones, y los llamamientos a una huelga general dominaban los eslóganes y cánticos oídos durante las manifestaciones. Incluso la prensa capitalista se vio obligada a comentar el abismo existente entre la militancia de las manifestaciones y la vaga y tibia postura de los líderes sindicales desde las plataformas. El principal diario de España, El País, comentando la manifestación de Sevilla, en la que intervinieron miembros del CIT, destacó las interrupciones y cánticos reclamando una huelga general que saludaron a los discursos de los líderes sindicales.

Ante esta poderosa expresión de la rabia y la oposición general a esta medida, el gobierno realizó una significativa retirada, dejando su propuesta de incrementar la edad de jubilación. Aunque el gobierno no ha retirado completamente sus ataques sobre el derecho a las pensiones, proponiendo aún ataques a sus condiciones, esta importante decisión refleja la posición débil tanto del gobierno como del capitalismo y su miedo a las consecuencias sociales de sus “soluciones” a la crisis. El capitalismo español teme más que nada la llegada de la clase trabajadora organizada a la escena de la lucha. La enfadada oposición a su propuesta y, no menos importante, la aparentemente imparable marcha hacia una huelga general reflejada en las manifestaciones sobre las pensiones, ha sacudido claramente al gobierno, que teme el contagio de un nuevo periodo de luchas sociales y de clase, observando cuidadosamente la difícil situación de sus homólogos griegos. Sin embargo, la agenda del capitalismo español sigue siendo la misma. El próximo periodo verá un ataque tras otro a los trabajadores y jóvenes. En las batallas que inevitablemente les seguirán, la lucha de la clase trabajadora española para que sus líderes sindicales lleguen a los niveles de militancia de la lucha en Grecia, que ha visto 3 huelgas generales en menos de un mes, sólo se puede intensificar. Los miembros en España del CIT demandan la convocatoria de una huelga general de 24 horas en respuesta a los planes de austeridad del gobierno, como el comienzo de un movimiento unido de los trabajadores y los jóvenes para forzar una retirada de los ataques del gobierno.


Prepararse para el periodo de lucha

Mientras el gobierno planea la ola más significativa de ataques a los trabajadores que se recuerda, los líderes sindicales de UGT y CCOO están aún encajonados en las discusiones del “diálogo social” con la patronal y el gobierno. En una situación en la que las autoridades regionales han acordado planes con el gobierno estatal para recortar más de 50.000 millones de euros de los servicios públicos, y con la CEOE (la organización de la patronal) incrementando sus demandas por una “reforma” de las leyes laborales que haga el despido de los trabajadores más barato y fácil y erosione los derechos por los que lucharon en el pasado, el “diálogo social” no ofrece nada y sólo sirve para desarmar al movimiento de la clase trabajadora en un periodo en el que se debería estar preparando para luchar.

Como muestra la respuesta a las propuestas sobre la edad de jubilación, si hubiera un liderazgo combativo desde los sindicatos y se organizara una huelga general que galvanice la oposición a la devastación de la crisis y los ataques al gobierno, ésta encontraría una respuesta tremendamente entusiasta por parte de la clase obrera. Esto podría poner firmemente en la agenda la cuestión de una lucha generalizada, uniendo a los trabajadores y la juventud de cada parte del estado español. Deben formarse comités de acción en todos los centros de trabajo, escuelas, universidades y comunidades para comenzar a organizar una huelga general de 24 horas de forma inmediata y discutir y determinar un programa de resistencia y la alternativa a la crisis capitalista.


Los partidos capitalistas “pactan” contra los trabajadores y la juventud – necesitamos una alternativa política

En las últimas semanas el gobierno, al perder la confianza en su habilidad para forzar su agenda de ataques en el contexto de la poderosa resistencia que encontraría en la sociedad, ha realizado una vigorosa campaña por un “pacto nacional” de todos los partidos políticos para establecer un acuerdo sobre sus medidas “anti-crisis”. Esto representa un intento desesperado de forjar un frente capitalista unido en contra de la resistencia de la clase trabajadora. Figuras claves del poder establecido, como el rey español Juan Carlos, fueron invocadas para acelerar la formación de este “pacto”.

La cruda realidad para los trabajadores y jóvenes es que ya existe un “pacto” entre los principales partidos capitalistas - PSOE, el partido en el gobierno; y PP, partido tradicional capitalista con raíces en la dictadura de Franco, incluyendo también a los partidos capitalistas “nacionalistas” como el PNV (País Vasco) y CiU (Cataluña) que recientemente firmaron el programa estatal de recortes – en cómo lidiar con la crisis: a costa de la mayoría, en lugar de la élite especulativa capitalista que rompió la economía española. Esta realidad trae, y seguirá trayendo en el futuro, la urgente necesidad de una voz política capaz de representar los intereses de los trabajadores y la juventud contra la patronal y el capitalismo.

Las recientes declaraciones de los líderes de Izquierda Unida (IU) a favor de una huelga general y la necesidad de desafiar las políticas capitalistas son bienvenidas. Sin embargo, para desarrollar una fuerza masiva capaz de unir la oposición que existe a la crisis y al capitalismo a través del estado español, la izquierda necesita distinguirse claramente de los partidos capitalistas y desarrollar un programa capaz de levantar el entusiasmo de los trabajadores y jóvenes, llevando a nuevas capas de la sociedad a la acción política. La participación de IU en pactos de gobierno locales y regionales con los partidos capitalistas (tanto con el PSOE como con el PP), ha dañado su capacidad de jugar un papel crucial. Para desarrollarse, debe presentarse como una alternativa de lucha al capitalismo, y articular claramente un programa socialista como alternativa a los ataques del sistema capitalista. Esto incluiría las demandas por la nacionalización del sector financiero y los otros pilares de la economía bajo el control y gestión democrática de la clase obrera, con el objetivo de crear puestos de trabajo socialmente útiles para los millones de desempleados, realizar las muy necesarias inversiones en servicios públicos y garantizar un futuro decente a los jóvenes. Un programa por una transformación revolucionaria y socialista de la sociedad, con plenos derechos de determinación para las nacionalidades del estado español, ganaría un apoyo masivo en el siguiente periodo, si va unida a una estrategia combativa contra los ataques de la patronal y el gobierno. Esta estrategia representaría un emocionante nuevo punto de partida para la política española, y ofrecería una oportunidad para unir al fragmentado movimiento de izquierdas en base a la unión de acción y principios.


“La generación noqueada” – posibles explosiones sociales

Los jóvenes han sido los que más han sufrido el impacto de la crisis en España, con un 44% de desempleo. Los llamados “ninis” españoles (ni trabajando ni estudiando), que ya son cientos de miles, representan una generación malgastada, víctimas de la naturaleza caótica e imprudente del periodo de “boom” económico del capitalismo español. Las expectativas creadas de un “futuro dorado” bajo el capitalismo, con niveles de vida siempre en ascenso y la perspectiva de empleo estable para todos, han sido destrozadas de la manera más dramática. “El 93% de los empleos destruidos desde el pinchazo de la burbuja española corresponde a menores de 35 años”, escribió Guillermo Abril para El País Semanal del 14 de marzo, en un artículo titulado “La generación noqueada”. La “generación noqueada” tiene por delante un futuro desalentador bajo el capitalismo. Sin perspectivas para el final del desempleo masivo, los problemas de la juventud son completados por los ataques a la educación del “Plan Bolonia”, que restringirá aún más el acceso de los jóvenes de clase trabajadora a la educación que necesitan para desarrollar sus habilidades necesarias y acceder a un empleo estable.

Durante 2008/2009 se vio un magnífico movimiento de protesta contra estos ataques, con huelgas y ocupaciones masivas de estudiantes universitarios y preuniversitarios, desarrollados paralelamente a la revuelta estudiantil a lo ancho de Europa. Estos movimientos ofrecen una ojeada a las posibilidades explosivas que existen en el siguiente periodo, cuando la “generación noqueada” comience la lucha. Sin embargo, dada la inadecuada respuesta de los líderes de los sindicatos españoles a esta situación, junto con los bajos niveles de pertenencia a un sindicato por parte de los jóvenes, el movimiento obrero organizado no es visto como un punto de referencia para los jóvenes que buscan una respuesta radical a la sistemática crisis del capitalismo español. En este contexto, existe el peligro de que movimientos juveniles de carácter explosivo se desarrollen de manera aislada. Las traiciones del PSOE y el fracaso de la izquierda hasta ahora de lograr el entusiasmo de la generación joven en busca de una alternativa, presentan también el peligro de un apoyo creciente de concepciones terroristas de lucha y cambio. Esto añade aún más urgencia a la tarea de la izquierda y del movimiento obrero de proponer y ganar apoyos para un programa de lucha generalizada de los trabajadores y la juventud por un futuro digno y un cambio socialista.


Problemas fundamentales – alternativa socialista

La crisis en España no es el producto de unas cuantas manzanas podridas en el sector financiero. Las bases de la implosión de la economía española están en las contradicciones fundamentales de la sociedad capitalista en general y del capitalismo español en particular. Su debilidad, pobre competitividad en relación con otros países avanzados europeos, y su carácter imprudente y especulativo durante los años de crecimiento económico han dejado a los trabajadores y jóvenes en una de las peores situaciones de Europa. Ningún comentarista o analista económico honesto puede predecir la generación de un nuevo “motor” de crecimiento que pueda crear empleo y rehabilitar la economía próximamente. Esta realidad conducirá a la noción de que el capitalismo en un sistema incapaz de proporcionar una vida digna y estable para la mayoría.

La manera temerosa y desesperada en la que Zapatero y su gobierno se han acercado a la crisis hasta ahora anuncia el periodo tumultuoso de lucha que hay por delante. El cóctel explosivo que existe en España, con una creciente crisis social, ira y militancia y una cuestión nacional no resuelta que continúa siendo una herida abierta en el gobierno de Zapatero, etc, ha sacudido, de forma justificada, la confianza del gobierno. La tarea de la clase trabajadora y la izquierda es ahora la de construir las oportunidades que existen para aquellos que defienden una transformación de la sociedad. Una izquierda combativa y anti-capitalista, basada en las luchas que se están desarrollando de trabajadores y jóvenes, tendría el potencial de convertirse en una fuerza masiva capaz de luchar por un gobierno de los trabajadores y la transformación en el próximo periodo una sociedad como la española golpeada por la crisis. El CIT, que está actualmente construyendo sus fuerzas en el estado español, está luchando para desarrollar una fuerza significativa, basada en ideas revolucionarias socialistas, y que puedan construir el apoyo a esta perspectiva.

• ¡No a los recortes en servicios públicos! ¡Qué los ricos paguen por su crisis!
• ¡No a la reforma del mercado laboral!
• ¡Por un genuino programa de trabajo público! La inversión del estado debe crear empleo permanente y socialmente útil con salarios y condiciones según convenio para proporcionar servicios públicos adecuados.
• ¡No a las condiciones de pobreza para los desempleados! Por el derecho universal de subsidios de desempleo ligados al coste de vida real.
• ¡Lucha contra las pérdidas de empleo! Por la nacionalización de las empresas que amenacen con despidos bajo el control y gestión de los trabajadores.
• Por una huelga general de un día en todo el estado español para comenzar la lucha unida.
• Por el derecho de autodeterminación del País Vasco y otras nacionalidades, incluyendo el derecho a la formación de estados separados. Por una lucha unida contra el gobierno y el capitalismo español.
• Por el desarrollo de un movimiento unido alrededor de un programa militante de lucha y de alternativa política a la dictadura del mercado y del sistema capitalista.
• Por la nacionalización del sector financiero y los pilares de la economía bajo el control democrático de la clase trabajadora.
• Por una sociedad socialista donde la economía es planeada para responder a las necesidades de todos, y no a los beneficios de los ricos.