Algunas Consecuencias económicas del terremoto – tsunami en Chile

Posted by Nuestra publicación: on lunes, marzo 08, 2010

Patricio Guzmán

Incluso sin este desastre, lo más probable es que la reactivación de la economía iba a disminuir su marcha durante el año 2010, y algunos economistas incluso habían anunciado la posibilidad que hacia finales de año, la economía chilena estuviera en recesión nuevamente, a medida que perdieran fuerza las consecuencias de las políticas de estímulo con gasto fiscal expansivo, que el año 2009 creció en un 18%, pero que de acuerdo al presupuesto nacional para 2010, sólo iba a aumentar poco más del 4%.

El terremoto y Tsunamis van a tener consecuencias económicas inmediatas y de largo alcance.

El terremoto golpeó en el corazón económico del país, y la zona con la mayor concentración de población. La conurbación alrededor del eje Concepción – Talcahuano, es la segunda urbe del país. Esta región del Bío Bío, junto con la vecina de Maule, son las más dañadas, pero el impacto productivo se extiende a todo el país. Por supuesto hay problemas que se van a ir solucionando en el corto plazo, y otros cuya superación se va a extender por años.

De acuerdo con la Asociación de Exportadores de Manufacturas y Servicios (Asexma), a partir de un sondeo realizado sobre 70 empresas socias de diferentes sectores productivos, solamente un 45% de las empresas opera normalmente luego del terremoto. Un 26% de las empresas sufrió daño estructural medio o alto, en el 43% el daño fue bajo, y el 31% no sufrió daño. En general, un 45% de las empresas tiene daños calificados como ‘complejos’.

Al daño directo provocado por las fuerzas de la naturaleza, y la calidad de la construcción, se suman los problemas de suministros básicos de energía eléctrica, agua, gas, combustible y materias primas. Lo que ha provocado el cierre de empresas no debido al terremoto, si no a la falta de materias primas

La infraestructura del país en la zona central quedó seriamente dañada; la actividad económica se ha visto resentida por problemas de conectividad por carretera, destrucción parcial de puertos, y aeropuertos, así como de las redes de comunicación por telefonía. Mientras escribimos estas líneas en Talcahuano la prensa informa que en ese puerto los barcos se encuentran a la gira sin plantas donde descargar. Los principales puertos afectados son Talcahuano, San Vicente y Coronel. Los puertos de. Valparaíso y San Antonio, presentan daños menores y están operativos.

El grueso del transporte en Chile se efectúa por carretera. El 35% de toda la carga terreste del país se mueve entre Concepción y Santiago. Ahora las rutas, presentan multiples rupturas de conectividad, que en general han sido superadas, de momento con precariedad, con numerosos ‘by pass’, y dificultades especialmente para los camiones. El gremio de camioneros habla de muchos cortes en la ruta que dificultan el normal paso de camiones y buses. De momento hay entre 15.000 y 8.000 camiones paralizados, y un total de 20.000 afectados. De acuerdo con Eqedat, la pérdida de riqueza como consecuencia del terremoto va entre 15 mil y 30 mil millones de dólares

Por cierto hay industrias seriamente afectadas en lo inmediato. La pesca artesanal, con sus localidades al borde del mar arrasadas, destrucción de embarcaciones e infraestructura de apoyo, y la mayor cantidad de víctimas. Es una industria seriamente castigada. Pero las empresas de flotas de pesca industrial que vienen depredando los mares por años con la pesca de arrastre, y arruinando a los pescadores artesanales, y al ecosistema marino, van a tomar ventaja del debilitamiento de sus principales adversarios.

Las inmobiliarias dedicadas a la construcción de departamentos en edificios en altura van a tener muchas dificultades para vender el sobre stock que existe en el mercado, como consecuencia de la recesion previa al terremoto, como consecuencia de los muchos edificios nuevos que están no habitables o con daños severos.

El constructor ‘Pizzero’

La asociación entre bancos, constructoras e inmobiliarias en altura corre ahora el riesgo de hundirse al igual que la industria del salmón, que literalmente colapsó, por manejos irresponsables de los recursos, sobre acumulación por metro cuadrado de los animales marinos en las jaulas, uso excesivo de antibióticos, explotación de mano de obra más allá de sus capacidades, con alta tasa de morbilidad y mortalidad… y ello después de que Chile llegó a figurar como el segundo productor mundial detrás solamente de Noruega. Bastó un par de años y la producción colapsó cuando los parásitos se volvieron resistentes a los antibióticos. Pero por supuesto hay un gigantesco negocio de construcción para los próximos años

Ahora parece que es la industria inmobiliaria de edificios en altura, la que puede ir a la quiebra por los malos manejos de algunas empresas inescrupulosas, como la construcción por debajo de las normas legales de construcción anti sísmica. Para bajarle el perfil a las denuncias por el estado de los edificios, el representante de la Cámara Chilena de la Construcción, Lorenzo Constandt, hizo la siguiente declaración ridícula ;"Hay edificios que están inclinados, el ejemplo más conocido es la Torre de Pizza". En realidad de haberse respetado las normas, en Santiago o Viña del Mar, lejos del epicentro del terremoto, no debió quedar inhabitable ningún edificio, si se hubieran cumplido las normas de construcción.

Es probable que contra sus anuncios iniciales, el terremoto obligue al gobierno de Piñera a mantener un gasto fiscal expansivo, recurriendo a los fondos soberanos que tiene el estado en el exterior por $11.000 millones de dólares e incluso recurra al endeudamiento externo. El efecto reactivador de las inversiones para reponer viviendas e infraestructura, inicialmente no va a sobrepasar la devastación productiva consecuencia del sismo y el maremoto. Incluso en la eventualidad que más adelante, hacia fines del año 2010, si se mantiene alto el gasto, los efectos dinamizadores del PIB, deberán vérselas con otras consecuencias colaterales del financiamiento y el aumento del déficit fiscal sobre el tipo de cambio, las tasas de interés y la inflación.[1]

Una consecuencia muy dura para los trabajadores va a ser el alza, al menos inicial,

del desempleo que ya está muy alto, y se ha mantenido cercano al 10%. Otra probable consecuencia, es el crecimiento de la concentración de las empresas. Ya que las grandes firmas van a tener más facilidad para obtener créditos y recursos, y muchos talleres y pequeños negocios van a quedar por el camino, mientras sus mercados son concentrados en las pocas cadenas de mega tiendas y grandes empresas.

Finalmente, no está de más recordar el carácter exportador de commodities dependiente de pocos mercados de la economía chilena[2], China en particular que hoy constituye el principal mercado de las exportaciones chilenas, pasó de constituir el 14% al 23% de las exportaciones chilenas. El año 2009, las exportaciones a todos los destinos cayeron significativamente, excepto hacia China que crecieron un 6.3%. Por lo mismo de igual manera que al país asiático le correspondió se la causa real de una gran parte de los estímulos reactivadores de la economía, una contracción de la demanda de cobre y otros minerales de China, tendría una repercusión inmediata en la economía chilena.

En este sentido, los analistas internacionales de inversiones, junto con destacar las fortalezas y orden de la economía chile, la consideran una de las más riesgosas por su dependencia de China, y recomiendan a los inversores especulativos en bolsa escapar a la primera señal de caída de los precios. En general es este componente especulativo lo que explica la alta volatilidad de la bolsa en nuestros días.

¿Quien pagará la cuenta?

Las grandes empresas han donado generosamente para la Teletón a favor de las víctimas, pero basta ver las campañas de promoción que han acompañado las entregas, para ver que los grandes empresarios chilenos saben recuperar con creces lo que entregan a la caridad.

Ya antes de los desembolsos fiscales a los que obligará este mega terremoto, era pública la presión por mayor ‘flexibilidad laboral’ todavía, lo que se traduce en reducir los costos del despido reduciendo la indemnización, reducir el salario mínimo a los jóvenes, facilitar la quiebra de las empresas, y flexibilizar los horarios de trabajo. Sin medida como estas, se aducía, Piñera no podría cumplir su promesa de crecimiento del PIB al 6% anual, ni la creación de un millón de empleos en cuatro años.

¿Quien pagará la cuenta de la recesión, seguida por el terremoto? Los trabajadores y sus familias, los pobres o los grandes grupos económicos. Más allá de los llamados a la unidad nacional ante la catástrofe, esta es la pregunta relevante para los próximos años.



[1] El Diario Financiero. El terremoto y la economía. Luís Larra in. 4 de marzo de 2010.

[2] El 2009 China superó ampliamente a los Estados Unidos como destino exportador. La distribución de las exportaciones hacia los principales destinos en el 2009 fue aproximadamente la siguiente: China 22.9%, EEUU 12.5%, Japón 8.4%, Corea del Sur 5.6%, Brasil 5%. Otros 45.6%.