Crisis Económica: ¿Saldremos de la recesión global en 2010?
Patricio Guzmán
Socialismo Revolucionario.
Comité por una Internacional de Trabajadores, CIT.
Entonces, ¿qué debería hacer ahora un inversor? ¿Salir e invertir en fondos mutuos? ¿Qué tal salir y comprar todos los bienes raíces embargados sobre los que pueda poner las manos? Yo digo que no .. en primer lugar, yo no conozco el futuro ... ni nadie ... pero las portadas de revistas históricamente han servido como uno de los más fuertes indicadores de lo contrario que anuncian. Wall Street ha rebotado casi un 50%, pero Main Street (la economía real) sigue sufriendo. Me parece muy difícil creer que la recuperación puede ocurrir sin una recuperación en Main Street (la economía real). Tomando otro hecho de la historia del mercado, incluso en
Es necesario que comercie con un plan... no leyendo portadas de revistas. Desarrolle un sistema basado en el seguimiento de tendencias no en predicciones.
Andrew Abraham
www.myinvestorsplace.com
¿Cuáles son los fundamentos para anunciar la salida de la recesión global, para el año 2010?
Los que sostienen esta posición ‘optimista’ que tanto eco alcanza en los grandes medios de comunicación; 1) Esperan que los Estados Unidos vuelvan a crecer el segundo semestre, porque los inventarios acumulados se están reduciendo, y esperan un relanzamiento del consumo de los hogares. 2) Se basan en que las expectativas de los consumidores y las empresas han mejorado sustancialmente, lo que debería traducirse en una menor aversión al riesgo para tomar y conceder créditos, y adquirir bienes duraderos. 3) Agregan que el efecto combinado de las políticas de gasto fiscal expansivo todavía se estará sintiendo para entonces. 4) Confían en la capacidad de las economías ‘emergentes’ del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), sobretodo de China de sostener el crecimiento que ha mostrado el último periodo.
Nuestro patrón de acumulación capitalista se caracteriza por el despilfarro y la sobreexplotación de recursos no renovables. La crisis medioambiental correlato de la recesión que vivimos actualmente no ha sido superada. El agua y las materias primas son ahora recursos escasos a nivel global. Incluso en plena ‘Gran Recesión’, bastaron algunas señales de deterioro menos fuerte (que es en realidad lo que ahora se llama ‘señales positivas’), y el precio del petróleo después de caer tuvo un rebote y volvió a superar los 50 dólares el barril de referencia. Si se produce efectivamente un fin de la recesión, y China e India retoman un crecimiento sostenible el precio de todo tipo de insumos (minerales, hidrocarburos y también alimentos) subirán más. Y esto no solamente como consecuencia inmediata de la oferta y demanda en el mercado, si no también por el campo que presentan las ‘commodities’, para nuevas burbujas especulativas. El alza de precios de materias primas y energía, provocará inflación de costos, e inmediatamente actuaría en el sentido de frenar un relanzamiento acelerado del crecimiento. Pero hay otros factores para poner en duda tanto optimismo.
A pesar de todos los anuncios de regulación de las instituciones y mercados financieros, la verdad es que es muy poco lo que se ha hecho en este campo. El capital busca la maximización de las utilidades, y todo indica que la tendencia al crecimiento de la inversión no productiva respecto a la inversión que se traduce en Capital Fijo Productivo no se corregirá, y en tanto eso ocurra, la presión hacia la especulación y la creación de ‘burbujas’ financieras seguirá presente.
En realidad es de esperar una recesión larga con lento crecimiento
Lo más probable es que estaremos enfrentados a un mundo con un largo ciclo recesivo, que entremedio tendrá etapas de recuperación de bajo crecimiento, en esos periodos de crecimiento la desocupación disminuirá, pero incluso los optimistas piensan que las altas de desempleo seguirán presentes por varios años.
Pasaremos por muchos ‘rebotes’ en las bolsas de valores, algunos de ellos basados en expectativas de mejoras reales, incluso si limitadas, otros…simples productos de la especulación de los inversores. Algunos autores han recordado que durante la ‘Gran Depresión’ se vivieron al menos cinco subidas de precios importantes de las acciones.
No será posible un relanzamiento del crecimiento capitalista, sobre la base del endeudamiento barato, porque superar los efectos de las burbujas de deudas que han explotado (y las que aún tendrán que explotar) será necesariamente largo. Las medidas de los principales gobiernos capitalistas de paquetes de rescate, en primer lugar de la banca, y de estimulo a la demanda inyectando recursos monetarios, han permitido impedir el colapso inicial, y moderar las curvas de deterioro de la economía, pero en el futuro va a tener costos dolorosos.
No se puede desconocer que estamos inmersos en una recesión – la mayor en 70 años - que tiene entre sus componentes una crisis financiera sincronizada en las principales economías del planeta, y además subsiste la posibilidad de nuevas crisis bancarias, tanto en Estados Unidos como en Europa Occidental.
Problemas producto del déficit fiscal
El enorme crecimiento del déficit fiscal producto de la política expansiva en Norteamérica, Europa y China, obligaran a las autoridades económicas a disminuir la brecha recortando gastos y prestaciones sociales, y a las primeras señales de reactivación, combatir el peligro de la inflación subiendo por ejemplo las tasas de interés. Un problema que no se limita a esas economías, ya que como cuentan con las monedas (Dólares y Euro), que se usan no solo en sus economías, sino también en el mercado global, exportan una parte de la presión inflacionaria consecuencia del incremento de la masas monetaria al resto del mundo. La consecuencia será frenar el ritmo de cualquier recuperación.
En una economía capitalista, los estímulos contra cíclicos desde el estado, son justamente y solo eso, no pueden reemplazar de manera sostenible la inversión capitalista privada como motor del crecimiento, más allá de un cierto punto dejan de tener el efecto esperado en el crecimiento porque para financiarse necesitan retirar recursos desde las empresas y los particulares, ya sea mediante el endeudamiento, los impuestos o la inflación.
Locomotora en panne
Hasta el comienzo de la crisis financiera los Estados Unidos cumplían el papel de locomotora en la economía global, la demanda creciente de los hogares daba cuenta del 70% de la demanda total de la economía. Pero la demanda se mantenía robusta por el acceso al crédito barato, lo que provocó una ‘burbuja’ de endeudamiento que se volvió insostenible y como toda burbuja reventó.
El principal mercado consumidor que permitió los enormes crecimientos mostrados por las economías ‘emergentes’ se sostenían en última instancia por el mercado consumidor estadounidense.
La demanda interna contraída
Los efectos sobre el sistema financiero, y las altas tasas de desempleo no permiten esperar una recuperación de la demanda interna que permita que vuelva a jugar el mismo papel. Se puede esperar lo contrario, cuando conservan el empleo, las familias sobre endeudadas que se han quedado sin renovaciones de créditos, o al menos sin endeudamiento barato, luchan por reducir su deuda y sus gastos. Lo que quedó demostrado por las cifras que han mostrado el paso de ahorro cero, a un 6% que ahora estadísticamente aparece como ‘ahorro’, pero que en realidad es dinero destinado al pago de deuda.
"El gasto de los consumidores está en un 11.2% anualizado, el doble de la caída esperada por consenso. Esto ocurrió frente a un gigantesco estímulo fiscal, y nos deja expectantes de como este 70% critico de la economía se va a comportar cuando el flujo de caja que sale a raudales de la generosidad del Tío Sam retroceda en el segundo semestre del año. Imagínese, las transferencias del gobierno al sector doméstico aumentó explosivamente a una tasa anual del 33%, mientras que el pago de impuestos implosionó reduciéndose en una tasa anual del 33% y lo mejor que pudimos conseguir es una disminución del -1,2% anual en el gasto de los consumidores en términos reales y nada en términos nominales ? ¿Qué más podríamos hacer? En ausencia de la generosidad fiscal, es bastante concebible que el gasto de los consumidores se hubiera reducido en un 10% de tasa anual el último trimestre!”[1]
Por supuesto, es posible conseguir un patrón de acumulación capitalista que esté basado en otros actores inicialmente en lugar de la demanda interna, pero eso significará un crecimiento más débil, cuando llegue el momento.
Deflación en los EE.UU.
El analista David A. Rosenberg señala “Seguimos en el campo de la deflación, los datos son la razón que nos obligan a aceptarlo. Los Sueldos y salarios se contrajeron a un ritmo anual del 5,0% en el segundo trimestre y se han deflacionado en un 4,3% con respecto al año base. Esta es la otra cara de tener la mayoría de las empresas mejorando sus estimaciones de ingresos con agresivas reducciones de costos - una contracción de los salarios de proporciones históricas que muerde la demanda agregada y requiere dosis repetidas de estímulos fiscales y otros trucos (como "Dinero para los fracasados") para establecer un piso a la economía. Y, no se trata sólo de las rentas del trabajo que todavía se encuentra en modo de deflación. Prácticamente todas las formas de ingresos están deflacionando desde hace un año - los ingresos por intereses se ha reducido un 4,5%, los ingresos por dividendos en 23,0% y los ingresos de propiedades se han reducido 8,0%. El único ingreso que realmente está aumentando es la renta del Tío Sam, que es más del 10,0% y hemos llegado a un punto en el que un récord de casi una quinta parte de la renta de las personas se explica por el pago de cheques de Washington. Pero hay que saber que el Tío Sam por sí mismo no crea los ingresos - que toma prestado dinero de tenedores de bonos de deuda y contribuyentes futuros de impuestos.”[2]
Europa Occidental en una recesión profunda
La mayoría de los datos de los países europeos muestran que su economía está en recesión. La economía más dinámica y fuerte, la ‘locomotora’ de
No es posible el desacople
Las ‘economías emergentes’ en su crecimiento dependen de la capacidad de exportar los productos desde sus países a los mercados de los países desarrollados. Los enormes programas de estímulo fiscal, pueden tener resultados – aunque menores de lo esperado por sus ‘expertos’ – como lo ha mostrado China, pero, tal como comentamos la semana anterior, no son sostenibles en el tiempo si no se recupera la demanda en los mercados de destino de sus exportaciones.
El problema de la base de comparación
La caída del Producto Interior Bruto, medido respecto al año anterior, lógicamente en algún lugar se detendrá, y comenzará un crecimiento. En la medida que la base de comparación anterior, producto de la propia caída, sea más baja será más esperable tener números positivos, (Por cierto, no hay que olvidar que entre sus muchas limitaciones los índices que habitualmente usamos para medir crecimiento son puramente cuantitativos, por eso no darán cuenta de retrocesos sociales en las condiciones de vida y trabajo, o ambientales por ejemplo).
No obstante, en general las principales cifras todavía no muestran mejoras si no más bien reducción de las velocidades con que los indicadores empeoran (con la principales excepción en China que presentó un crecimiento del PIB superior al 7%, que sus propias autoridades creen no sostenible, sin recuperación global de mercados)
Muchos de los titulares optimistas de la gran prensa, y de la mejora de las expectativas que nos cuentan los sondeos de opinión, están basadas en que después de dos años ha pasado un primer shock de pánico, ante la posibilidad de un colapso económico global, por una crisis absolutamente inesperada para los grandes expertos convencionales de la economía al servicio de las empresas capitalistas, y como la debacle no se ha producido vuelven a esperar una rápida recuperación del sistema capitalista, como las que ocurrieron en las crisis periféricas que lo afectaron en las décadas pasada.
[1] Entrevista con Dave A. Rosenberg. .S. GDP Review -- Consumer, Where Art Thou.
David A. Rosenberg fue Economista en Jefe del desaparecido Merrill Lynch y ahora es
Economista en Jefe de Gluskin Sheff & Associates Inc.,
[2] Entrevista con Dave A. Rosenberg. .S. GDP Review -- Consumer, Where Art Thou.
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