Internacional: Detener los ataques contra refugiados iraníes
El Comité por una Internacional de Trabajadores emitió la siguiente declaración el 11 de agosto de 2009 y solicita que las protestas se envíen a las embajadas iraquíes locales y al Ministro iraquí de Derechos Humanos, Wajdan Mikhail Salam a:
www.socialistworld.net
El Comité por una Internacional de Trabajadores condena el reciente ataque del gobierno iraquí contra el campamento de refugiados de Ashraf, dirigido por el grupo de oposición iraní, los Muyahidin del Pueblo (PMOI), en la provincia de Diyala. Este ataque, el 28 y 29 de julio, mató al menos a 9 e hirió a más de 400 personas del campamento, mientras que 38 aún están detenidos por las autoridades iraquíes. Desde entonces un gran número de iraníes en Ashraf han estado en huelga de hambre.
Creemos que este asalto es producto de las rivalidades entre las elites dentro de Irak, junto con la lucha entre los diferentes poderes de influencia y control en la región. El ejército de EE.UU., por sus propias razones, ha dicho que ha tenido "promesas" de que estos exiliados iraníes serían tratados "en forma humana", pero al mismo tiempo no quieren tener un punto de conflicto con el gobierno iraquí. El gobierno de los EE.UU. tolera los exiliados iraníes en Irak como una moneda de cambio contra el régimen iraní. Al mismo tiempo, está tratando de llegar a un acuerdo con Teherán tanto en relación a Irak como regionalmente. Esto significa que Washington, así como el gobierno Malaki en Irak, quieren mantener los exiliados iraníes bajo un estricto control.
El CIT exige que los ataques sobre el campamento de Ashraf se detengan y que todos los detenidos sean liberados inmediatamente. El CIT internacionalmente llama por un trato decente y de libre circulación para todos los exilados y refugiados, ya sean en Irak, Sri Lanka o en otros lugares. Hacemos un llamamiento al movimiento internacional de los trabajadores a apoyar estas demandas para poner fin a los ataques sobre Ashraf.
El CIT cree que el reciente asalto sobre el campamento Ashraf es otro ejemplo de por qué los trabajadores, los jóvenes y los pobres no pueden poner sus esperanzas y confianza en cualquier gobierno capitalista u organización internacional. Sólo mediante la construcción de un movimiento socialista podrán los trabajadores y los jóvenes en el Medio Oriente luchar por liberarse completamente de la opresión y miseria. Esto supondría una auténtica libertad, no sólo para los millones de refugiados en la región - iraníes, palestinos, iraquíes, kurdos y otros - sino para las masas trabajadoras en su conjunto.
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