Crisis Capitalista Mundial: La crisis continúa en el Capitalismo de casino

Posted by Nuestra publicación: on jueves, octubre 09, 2008


The Socialist, periódico de Socialist Party, CIT en Inglaterra y Gales.

7 de octubre de 2008.


El "Lunes Negro” usado para un evento de crisis por década - ahora esta viniendo con más regularidad que un autobús de Londres", declaró un agente de la bolsa de Londres, mientras el mercado de valores sufrió la mayor caída en puntos en un día, marcando record.


Los mercados de valores en todo el mundo también se hundieron el lunes 6 de octubre. Como era de esperar, fue el sector bancario el que sufrió mayores pérdidas. La “crisis del crédito" se está convirtiendo en un congelamiento del sistema financiero mundial. Cada día un nuevo banco tiembla al borde del colapso.


Como The Socialist ha advertido en repetidas ocasiones, el auge financiero de los últimos años, basado en la deuda, no podía continuar indefinidamente, y cuando este alcanzara sus límites, el mundo se enfrentaría a una grave crisis económica. Ante la abrumadora evidencia, esta conclusión ha sido corroborada por la inmensa mayoría de los comentaristas capitalistas.


Jeremy Warner resumió la situación en The Independent, diciendo: "Tan destructiva es esta tormenta en el sistema bancario que, sin la respuesta política correcta, es cierto que el mundo cae en una grave recesión, o incluso depresión. Incluso hace un mes, hubiera considerado esto como una visión extrema que era muy probable se demostraría errónea. Sin embargo, los acontecimientos se han desarrollado con aterradora velocidad y ahora hay una posibilidad muy real de que ello termine muy mal, efectivamente”.


Lejos de ser capaces de encontrar una "respuesta política correcta", los gobiernos del mundo se han reducido a ser poco más que espectadores horrorizados, y empíricamente tratando, desesperadamente, de intervenir en respuesta al más reciente desastre ante ellos. Su ineficacia la resume el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, cuando declaró simplemente: "El G7 no está funcionando".


No importa cuántas cumbres de emergencia o “gabinetes de guerra” se celebran, los esfuerzos de los políticos capitalistas están teniendo un limitado y, a veces, incluso un negativo efecto. El discurso del titular de Hacienda Británico, Alistair Darling, diseñado para calmar a los mercados, fue un detonante de la última caída en el FTSE (indicador de la bolsa de Londres) – que barrió con 100 millones de libras en el valor de sus acciones.


Los mercados esperaban que Darling anunciará una “nacionalización parcial” de todo el sistema bancario, utilizando el dinero de los contribuyentes a gran escala para rescatar al sector bancario. En cambio, Darling se limitó a generalidades con prácticamente ningún contenido político. Sin embargo, el gobierno no tendrá más remedio que introducir algún tipo de plan siguiendo esas líneas, una versión británica del plan de rescate de Paulson de US$ 700.000 en EE.UU., para tratar de evitar la catástrofe. Sin embargo, como la continuación de la pesadilla en Wall Street muestra, el anuncio de un plan de este tipo está lejos de garantizar el “poner un piso” bajo la crisis.


En cierta etapa la posibilidad de una versión pan-europea del plan de Paulson fue debatida. Sin embargo, tanto los gobiernos británico y alemán han dicho que no van a tomar parte en ningún programa de rescate bancario a cualquier escala en la Unión Europea. La crisis esta desnudando los límites de la Unión Europea.


Una de las contradicciones fundamentales del capitalismo es el antagonismo entre el mercado mundial y el estado nacional. En la década anterior, con el lanzamiento del euro, podría parecer que el capitalismo europeo había sido capaz de superar algunos de esos límites. Sin embargo, esto nunca fue plenamente el caso. Y ahora, bajo el impacto de la crisis económica, cada gobierno nacional está actuando para tratar de defender el capitalismo en su propio país, aunque ello dañe a la eurozona en su conjunto.

El Gobierno irlandés rompió filas al declarar que garantizará todos los depósitos bancarios en los bancos de Irlanda. En realidad, pocos, si es que alguno de los gobiernos nacionales tienen los fondos para "garantizar" todos los depósitos bancarios. Sin embargo, el movimiento de Irlanda está ejerciendo una enorme presión sobre los otros países a seguir su ejemplo, con el fin de evitar que sus depositantes trasladen su dinero a Irlanda. Una serie de países lo han hecho. Alemania, la mayor economía de la Unión Europea, entró en pánico por el colapso de Hypo Real Estate, el segundo mayor banco hipotecario del país, hizo una declaración similar; sólo para retractarse parcialmente de ella más tarde.


Como las tensiones que ya se han desarrollado indican, según se desarrolla la crisis económica, habrá la posibilidad de que algunos países descarten el euro completamente. Incluso una ruptura completa de la moneda no puede ser excluida.

Sin embargo, Gran Bretaña, fuera de la eurozona, sigue siendo uno de los más vulnerables, de las principales potencias capitalistas, ante la próxima recesión. Los miembros de la Cámara Británica de Comercio han descrito las perspectivas para la economía británica como "excepcionalmente malas".


Bajo la presión de la crisis, una muestra de unidad ha emergido temporalmente en el Nuevo Laborismo. Los ultra-Blairistas se han puesto detrás de Brown por ahora – resumido esto en el ingreso de Peter Mandelson al gabinete por tercera vez. Esto enfurecerá a la clase trabajadora que lo recuerda como el hombre que resume el Nuevo Laborismo al declarar: "Estamos intensamente relajados acerca de la gente que consigue ser asquerosamente rica" y dos veces fue removido del gabinete por corrupto.

La rehabilitación de Mandelson es una indicación de que, mientras el gobierno es ineficaz y asolado por el pánico en la cara de la crisis económica, está claro en una cosa; la clase trabajadora deberá esperar "apretarse los cinturones". En los últimos tres “años de boom” del Nuevo Laborismo, los salarios se han mantenido estancados para el 80 % de las personas, mientras que los ingresos familiares han caído en un tercio. Así como el desempleo comience a subir; una decidida lucha de los sindicatos y la clase trabajadora para defender nuestro salario, empleo y condiciones será urgentemente necesaria. Esto debe estar vinculado a una masiva re-popularización de las ideas socialistas, como la única alternativa real a la pesadilla del capitalismo del siglo XXI.