PARAGUAY: Fernando Lugo gana las elecciones

"El Obispo Rojo’ acaba con el monopolio político del Partido Colorado"

Kart Debbaut, CIT, USA. 22 de abril 2008.

Fernando Lugo, un ex obispo y líder de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), ha ganado las elecciones en Paraguay. Su éxito ha acabado con el poder del Partido Colorado, que ha gobernado el Paraguay los últimos 62 años. Las encuestas realizadas entre personas que acabaron de votar dieron 34% del voto a Lugo, 28,9% a Blanca Ovelar, la candidata del Partido Colorado, y un porcentaje similar al ex general Lino Oviedo—últimamente puesto en libertad para una tentativa de golpe en el cual trató de socavar el apoyo electoral de Lugo.

Este resultado se agrega al proceso continuo en América Latina con la elección de líderes populistas radicales o de izquierdas y es histórico para el Paraguay. Ningun partido político, actualmente en el poder en alguna parte del mundo, ha gobernado más tiempo que el Partido Colorado, ni siquiera la dinastía estalinista de la familia Kim en Corea del Norte o el Partido Comunista de Cuba. El Partido Colorado ha estado en el poder desde el fin de la guerra civil en 1947. El general Alfredo Stroesner derrocó al presidente civil en 1954 y encabezó una dictadura brutal en nombre del partido. Cuando él mismo fue derrocado por otro general en 1989 y más tarde elecciones "abiertas" fueron introducidas, el Partido Colorado logró mantener su poder.

Que los colorados parecieran haber escrito el manual "Cómo mantenerse en el poder" explica la aprensión de la populación, y su subsiguiente alivio, cuando las encuestas fueron confirmadas. En una encuesta en línea para el periódico "La Nación," 87% de la gente pensó que sería probable que el gobierno fuera capaz de quitarle la victoria a Lugo haciendo fraude. Estas aprensiones fueron confirmadas con reportajes de las inexactitudes del registro electoral. Personas que habían luchado, y muerto en las guerras de la Triple Alianza entre 1865 y 1870 fueron descubiertas todavía como votantes aptos: "Don Froilán Noguera, de 140 años de edad, ha sobrevivido la guerra pero parece que ha sucumbido al fraude."

El "Obispo Rojo"

Fernando Lugo ha sido apodado el "Obispo Rojo." Su lema electoral fue "Cambio o Muerte." En discursos Lugo ha atacado la corrupción y la injusticia; "Existen muchas diferencias entre el grupo pequeño de 500 familias que viven con un nivel de vivienda muy alto mientras la mayoría vive en la pobreza que rodea en la miseria." Su oposición ha intentado caracterizarse como el próximo Hugo Chávez del Paraguay o Evo Morales. El presidente saliente, Nicanor Duarte, avisó el día antes de la elección sobre grupos vagabundos de venezolanos y ecuatorianos pronto a quemar gasolineras y propiedades privadas para provocar disturbios en caso de derrota de Lugo.

Sin embargo, Lugo parece basarse más en el presidente brasileño Lula que en Chávez. "Estoy acostumbrado a decir que el hambre y el desempleo, como la falta de acceso a la asistencia medica y la educación, no tienen ninguna ideología," proclamó en una entrevista. Él puede encontrarse cara a cara con los políticos que admira. En su campaña electoral Lugo prometió negociar precios más altos para la electricidad con el Brasil para su presa hidroeléctrica conjunta de Itaipú y realizar la reforma agraria en el cuarto más grande exportador de soja en el mundo. La confrontación con los terratenientes pondrá al gobierno en rumbo de colisión con los agroindustriales de su otro vecino grande, Argentina.

El peligro es que si Lugo no quiere romper con el capitalismo, podrá acabar siguiendo a Lula en llevar a cabo políticas neoliberales sin la ventaja de una economía creciente como ha ocurrido en Brasil. Es posible también, no obstante, que los movimientos de masas de la clase obrera y los pobres empujen a Lugo a tomar una postura más radical.

Arranques de alegría

En vez del fuego, enfrentamientos y disturbios, las calles de Asunción estaban llenadas de música, baile y alegría. Tal era el deseo de las masas por cambio—para acabar con la situación donde más del 50% de paraguayos viven con menos de 2 dólares por día y 36% viven en la pobreza absoluta—que la gente lloraba de alegría cuando el Partido Colorado reconoció su derrota.

Esta victoria puede dar confianza a los sindicatos, activistas políticos y a la clase obrera en Paraguay. Es otro resultado para la "marea rosa" que se está extendiendo por América Latina. Sin embargo, en su primera conferencia de prensa Lugo ha llamado al establecimiento político para unirse por el bien del país. Su elección es un gran cambio pero al final serán sus políticas y su voluntad de confrontar la minoría rica que, atada absolutamente al imperialismo, gobierna Paraguay; lo que va a determinar el éxito de su presidencia. Como sus colegas más radicales en Bolivia y Venezuela muestran, no romper con el capitalismo mientras intentan obtener concesiones de las elites es una estrategia peligrosa y frustrante. La clase obrera y los pobres deben aprovechar el cambiode la situación política para organizarse alrededor de un programa socialista que rompa con el capitalismo y el imperialismo.